LA FAMILIA MULLIEZ. 2022.

Remontándonos a la antigua Roma tenemos un claro ejemplo cuando en el año 395 d.C. el emperador Teodosio I falleció dejando como legado a sus hijos un imperio dividido en dos, pues Arcadio, el primogénito, heredó la parte oriental, a la que le corresponden actualmente los territorios de Grecia, Macedonia, Turquía, Siria, Palestina y Egipto; y por el otro lado, la parte occidental quedó en manos de su hermano menor Honorio, cuyos territorios en la actualidad pertenecen a Italia, Inglaterra, España, Francia, Portugal y el norte de África. Quedando entonces dos capitales: Constantinopla por la parte oriental y Milán por la parte occidental (a la hora de la práctica nunca dejó de ser Roma)

Con el paso del tiempo, dejando a un lado otros factores internos como la debilidad del gobierno, y externos, como fueron los vándalos, Sajones, Visigodos, Hunos… muchos nos preguntamos ¿Qué hubiera pasado si Roma hubiera permanecido unida frente a la adversidad?

Es en este punto donde comenzamos a hablar de la familia Mulliez, pues afortunadamente a diferencia del anterior emperador Teodosio, el cabeza de familia Louis Mulliez antes del día de su muerte supo escudriñar el futuro y enseñar a sus 11 hijos para hacerles compartir un destino común marcado por el trabajo y el amor, pues en lugar de repartirse los bienes entre los 11 herederos, idearon un sistema para permanecer y garantizar una unidad colectiva de todos los bienes para todos los miembros.

Actualmente esta familia entre padres hijos, nietos y sobrinos aglutinan unos 1000 miembros, y sus números llaman la atención a cualquier persona, pues cuentan con unos 600 accionistas los cuales controlan un consorcio de empresas independientes empleando medio millón de personas cifra arriba cifra abajo; unos 250 están involucrados directamente en estas empresas repartidas por más de 30 países en todo el mundo y otros 400 miembros son la sexta generación.

En la actualidad operan a través de una amplia diversidad de tiendas propias, tanto físicas como offline, franquicias, jointventures… bajo el manto del grupo AFM (Asociación Familia Mulliez) eje principal de todo el conglomerado empresarial.

Antecedentes Históricos

Descendientes lejanos de españoles que se asentaron en la región no guardan vínculos con ninguna de las grandes dinastías del norte de Francia qué allá por el siglo XIX hicieron fortuna gracias a las industrias del carbón el ferrocarril y sobre todo los textiles verdadera especialidad en la región. Los Mulliez deben su éxito únicamente a ellos mismos y no le deben nada a nadie.

Todo comenzó cuando Louis abrió un pequeño negocio de torsión de lana la cual comenzó rápidamente a crecer, más tarde se vio gravemente afectada debido a la Primera Guerra Mundial. Después de la caída en 1923 junto su amigo Jules Toulemonde, que operaba una tejeduría de lana, comenzaron a crear una nueva empresa de hilado y peinado de lana.

La base de la fortuna de la familia Mulliez la cual ha crecido exponencialmente durante los últimos años tiene su certificado de nacimiento en las hilanderías de Saint-Liévin. Después de 20 años, la empresa había crecido de forma notable y Louis ya tenía junto con su esposa Marguerite Lestienne 11 estupendos hijos.

Tras el fin de la segunda guerra mundial, el cuarto hijo de los 11 llamado Gérard, comprende después del comienzo del voto femenino que los tiempos cambiarían y que las mujeres dejarían de quedarse en casa tejiendo asumiendo también esa mayor cantidad de gustos más variados y personalizados. De ese mismo modo, agrega la novedad de que sea la empresa la que se acerque a los clientes, a través de una red de franquiciados para además de evitar mayoristas, pueda desarrollar una política de marca.

A principios de los 50 crea “Textile D’art», el que sería el embrión del conocido Phildar, más tarde nace la famosa marca de hilos de tricotar. El éxito es notable puesto que 10 años después Phildar se había hecho con una tercia parte del mercado francés.

A partir del año 1961 cuando nuestra empresa estaba en su punto más álgido de su historia, uno de sus hijos, Gerard entró a los 29 años a trabajar cómo aprendíz las heladerías de Saint Liévin y luego más tarde en Phildar, primero como encargado de un taller textil, luego como responsable de fabricación de máquinas de tejer y  finalmente llego a director de ventas. Nadie se percató de que este joven miembro de la familia al que le faltaban dos dedos fruto de un percance con una de las máquinas de la empresa, sería el responsable de la creación de Auchan, gracias a esta empresas Gerard es considerado el arquitecto de gran emporio familiar Mulliez.

Todo comenzó como casi siempre empieza todo, un reto y un préstamo de 600.000 francos del que se convertiría en su socio, Michel Segard. No pidió ni un franco a su padre para la creación, en Roubaix, del primer Auchan. Sin embargo, a pesar de los buenos consejos de su amigo Edouard Leclerc, fundador de E. Leclerc, tras la apertura el día 6 de Julio de 1961, con 30 empleados, la empresa tuvo pérdidas de más 200.000 francos. Fué entonces cuando el padre le proporcionó ayuda para comenzar con buen pie, bajo una condición, le exigió éxito en un plazo de 3 años.

Tras una presión agónica sometida por su padre y el grato consejo de Marcel Fournier, fundador del actualmente conocido Carrefour, que le muestra las ventajas de vender con poco margen de beneficio en contra de la práctica usual del momento, relanzó a través de una política de descuentos la empresa convirtiéndola en menos de 30 años en un gigante con mas de 100 hipermercados, restaurantes-cafeterias como Flunch o Pizzapie y la apertura de nuevas marcas.

Como ya se mencionó en lineas anteriores, Auchan es la base del imperio de los Mulliez. En este sentido, en el año 1967 abre su primer hipermercado con una superficie de 3,500 metros cuadrados, lo cual significó un gran éxito para la casa. En la década de los 80, la empresa comenzó a incursionar en mercados internacionales, tales como  España, Luxemburgo, pasando por Marruecos y llegando hasta a China. Para el año 2015, la empresa contaba con más de 1300 hipermercados a nivel mundial.

Fuera Sillones Por Derecho

Las bases de esta familia a través de sus protocolos familiares, se basan en unos principios que se han ido transmitiendo de generación en generación, y es que para ellos no existe un derecho a silla para nadie, el sitio debe ganárselo cada uno de los miembros.

Para esta familia la empresa es una comunidad humana hecha para satisfacer las necesidades de las personas, pues el dinero el dinero solo es justo si recompensa el trabajo de cada uno y se reinvierte para el bien común. La filosofía de esta familia se caracteriza por un paternalismo mezclado con una concepción cristiana y social de la gestión empresarial. Por ejemplo, en Aunchán, más del 95% del personal posee una parte significativa del capital. En conclusión, el dinero no es un derecho, debes ganártelo.

Por otro lado, también están otros muchos miembros de esta prestigiosa familia que han ido acrecentando el tamaño del grupo a través de la creación de nuevas empresas que se han ido incorporando a lo largo del tiempo, como por ejemplo, la cadena creada por Patrick, hermano de Gérard Mulliez Mathias, dedicada a tiendas de confección “Kiabi”.

Pero, ante todo, la punta de lanza de todo este imperio familiar conformado por innumerables empresas, son las de Leroy Merlin, a través de su participación en el grupo Adeo, Decathlon y la renombrada Auchan, que a pesar de vender el doble de cantidad que Decathlon su ventas se ven dobladas por la de esta empresa fundada por Michel Leclerc hijo del matrimonio entre Xavier Leclerc y de Jeanne Mulliez, la septima hija de Marguerite Lestienne y Louis Mulliez.

La Asociación Familia Mulliez en si, no es una asociación puesto que según las leyes no cumple con los requisitos para serlo puesto que se trata de una organización con animo de lucro, pero es que además, sus empresas son legalmente independientes unas de otras, puesto que no comparten ningún nexo de capital entre ellas, generándose de esta forma un fondo común del que todos pueden beber para compensar posibles pérdidas, basado en un pacto accionarial sin realidad jurídica de ningún tipo. Los dividendos que se reparten no llegan ser de grandes dimensiones, respecto del valor del conjunto de beneficios

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Protocolos Familiares.

Los protocolos familiares de esta familia empresarial son bastantes exigentes, puesto que además de requerir que los futuros miembros tengan mas de 22 años y estén avalados por los padres, deben presentar un proyecto personal al consejo de la familia. Este le mandará según el proyecto a una u otra sociedad del planeta Mulliez. Es entonces donde realizará una pasantía para ser evaluado por el Consejo de vigilancia. Aquí se le dará además instrucción para que el futuro miembro este a la altura de las responsabilidades que conlleva formar parte del grupo familiar.

Si el Consejo de vigilancia de Cimovam lo permite, podrá entrar recibiendo un paquete de valores que representan los diferentes valores del grupo, por el contrario, si fracasa, como le pasó al hijo adoptivo de Gerard Mulliez Mathias con su proyecto de empresa de comida rápida, será marginado por el resto de la familia. Algunos miembros prefieren no someterse a estas reglas.

Estructura Del Grupo Mulliez.

Actualmente conocer el valor real de esta familia es bastante complicado puesto que el control real de este grupo y la participación cruzada lo hace extremadamente complejo. En la parte superior del conglomerado se sitúan las sociedades civiles, exentas de la obligación de publicar cuentas las cuales prohíben cualquier tipo de intrusión externa. Su función es parecida a la de un holding empresarial.

Debajo de este conglomerado de sociedades están el grupo Auspar, que reúne de forma informal todas las marcas del universo Mulliez. Pero la verdadera clave de todo el imperio radica en el fondo de inversión Cimovam, que cuenta con más de 400 miembros. Cada 4 años, los accionistas eligen un Consejo de vigilancia, que este a su vez designa los demás consejos de vigilancia de las demás empresas.

Para evitar las transacciones especulativas dentro de la familia, se establece una opacidad para que no se conozca la composición de su cartera. De esta forma a través de su opacidad y de su consejo de vigilancia, se salvaguarda la columna vertebral de todo el grupo. Actualmente el Consejo de vigilancia está formado por Gerard Mulliez, André Leclercq y Gonzague Mulliez.

Esta empresa, con unos arraigados valores social católicos propios del norte de Francia, fundamenta su credo en la encíclica del Papa Juan XXIII del 15 de mayo del año 1961 dirigida a todos los trabajadores del mundo, “Mater et magistra” El capítulo sobre la propiedad privada y su reparto. Se basan en la idea de que el carácter natural de la propiedad privada debe extenderse también a los activos de producción y se difunda por todas las clases sociales.

A su vez, también se protegen de las leyes capitalistas y del mercado de valores, puesto que ninguna de sus empresas cotiza en la bolsa, ni pide créditos bancarios. Se auto financian entre ellos y evitan la entrada de capital público dentro del entorno empresarial. Una de las principales razones por la que la familia no ha perdido el control de la empresa dirigida por el patriarca Gérard.

Sin irnos muy lejos analizando los valores de esta familia podemos ver como Gerard el patriarca de la familia no vive una vida de grandes lujos a pesar de poder permitírselo si quisiera, sin embargo, su integridad está a niveles muy por encima del resto de personas que tienden a la mínima que pueden a gastarse lujos innecesarios como coches de alta gama, casas de lujo en lugares paradisíacos o incluso como algunos, que incluso se compran islas particulares.

A pesar del secretismo que rodea a la familia Mulliez, se sabe que muchos de sus miembro viven en Bélgica y Suiza. Por qué estos dos países, pues bien, Bélgica tiene unas leyes fiscales más favorecedoras que Francia, por su parte Suiza, además de también tener leyes favorecedoras, el secreto bancario y la tranquilidad que brinda a muchos de sus habitantes son apreciados por muchos multimillonarios a nivel mundial. Por ejemplo, Patrick Mulliez  tiene su domicilio en  Néchin, Bélgica.

Gerard Mulliez, el patriarca del grupo, vive en Francia, sin embargo, se ha mostrado critico de sistema fiscal francés, dando las siguientes declaraciones: «Que me hagan pagar un impuesto suplementario  porque tengo una hermosa casa o un hermoso jardín, lo acepto. Pero que me hagan pagar  por la empresa que construí  y que así frene su crecimiento, con eso no estoy de acuerdo».

En conclusión, una familia que, a pesar de haber creado una galaxia de empresas de toda clase, que a la vez trata de llevar una vida plena marcada por valores que van más allá de bienes materiales, primando el esfuerzo, el trabajo y la familia.