25 Mar EL PERFUME. EAU DE PARFUM: ¿QUÉ ES?
¿QUÉ ES EL PERFUME? EAU DE PARFUM.
En esta entrada comenzaremos una serie de entrada dedicada a los perfumes. La industria de la perfumería tuvo un valor de 32,8 mil millones de dólares en el año 2020 y se prevé que siga creciendo. Debido a ello, casi todas las casas de moda participan en el área de los perfumes, ya que es un artículo relativamente accesible, si se comparan con las prendas de vestir o bolsos, sin que el prestigio de la marca se vea perjudicado.
Inclusive, el perfume lo puede llegar a elevar la leyenda o historia de una casa de modas, tal como pasó con el Chanel N°5 de la casa Chanel o el Opium de Yves Saint-Laurent.
Así que en esta entrada conoceremos qué es el perfume, los diferentes usos que se le han dado a lo largo de la historia.
EL CONCEPTO DE PERFUME O EAU DE PARFUM.
Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), perfume es una “sustancia, generalmente liquida, que se utiliza para dar buen olor. Ahora bien, como esta entrada trata sobre los perfumes, hay que profundizar la definición dada por la RAE, ya que un perfume es mucho más que una sustancia.
En este sentido, según la página web Esenzzia, perfume es “una mezcla de sustancias con diferentes grados de volatilidad. Una sustancia que emite y difunde un olor fragante, especialmente un líquido volátil destilado de flores o preparados sintéticamente.
La etimología de la palabra perfume deriva del latín “per fumum”, que significa “a través del humo”, transformándose en perfume en nuestra lengua española durante el curso de los años.
LA EVOLUCIÓN DEL PERFUME.
El perfume ha sido usado por el ser humano desde hace milenios, básicamente desde el principio de nuestros tiempos para disfrazar su propio olor corporal. Se ha descubierto uso del perfume en la civilización de los sumerios aproximadamente durante los años 3.500 A.C. Aunque no hay mucha información disponible respecto al uso del perfume por parte de los sumerios, se maneja la hipótesis de que era para uso personal y para rituales religiosos.
La civilización del antiguo Egipto hizo del perfume una parte importante de su cultura, ya que era usado en sus rituales ceremoniales, en la purificación de las aguas, hasta en el embalsamiento de los cadáveres. Cuando fue descubierta la tumba de Tutankamon se encontraron tres mil frascos de perfumes.
Además, los egipcios innovaron en la producción de los perfumes debido a que lograron aclimatar plantas de otros países a su suelo para lograr surtirse de los aromas, además, desarrollaron técnicas como la maceración en aceite o la extracción por presión.
En la antigua Grecia, el perfume era muy usado. Los aromas perfúmales eran extraídos de plantas como plantas mediterráneas que obtenían de los fenicios. Los griegos perfumaban las estatuas de sus dioses, los cuerpos de los atletas que participaban en las antiguas olimpiadas también eran perfumados. Hipócrates, el padre de la medicina, recomendaba baños perfumados para aliviar algunas dolencias.
Los romanos gracias a la influencia griega en su cultura, usaban los perfumes. Sin embargo, los romanos comenzaron a elevar el uso del perfume al lujo más extremo, y se comienza a innovar en la elaboración de los perfumes como el uso de las sales para conservarlo y el uso de fijadores para prolongar la evaporación.
En la época romana el perfume se volvió un símbolo de ostentación y lujo, dejando de lado el carácter espiritual de otras civilizaciones.
En los inicios de la edad media, con las invasiones bárbaras que contribuyen al desmoronamiento del imperio romano occidental, el uso del perfume comienza a ser dejado de lado, siendo limitado su uso a las ceremonias religiosas de la iglesia.
Sin embargo, en la cultura árabe se encontraba floreciendo con el islam. En el Corán, el libro sagrado del islam, se hace mención a los jardines del paraíso perfumados, además, Mahoma era apasionado por los perfumes. Por ello, en la cultura islámica se desarrollaron nuevas materias primas para la elaboración de los perfumes.
Con las cruzadas, los guerreros cruzados trajeron a Europa las fragancias de la cultura árabe, lo que hizo que poco a poco se despertara un nuevo interés por los perfumes entre los europeos, sobre todo entre los aristócratas y las clases pudientes.
Durante las eras del renacimiento y el barroco, el perfume vive un periodo de esplendor, gracias a un contexto donde florecen las artes, las ciencias y la filosofía y las nuevas rutas comerciales, por lo tanto el contexto que prohibió el uso de perfumes en otra época ya quedó atrás. Por ejemplo, las casas reales e imperiales de la época cuentan con perfumistas.
EL PERFUME EN LA ERA MODERNA.
Gracias a la revolución industrial, la fabricación del perfume se hizo más masiva dejando de ser artesanal. En este sentido, fueron surgiendo las casas de perfumerías. Inclusive, la creación de las empresas de perfumería data del año 1791 gracias a la Ley Chapelier. Pero sería con los avances de la revolución industrial que nacería la industria del perfume tal como la conocemos.
En el año 1828, Pierre-Francois Pascal Guerlain fundó la compañía de perfumes que lleva su apellido, Guerlain, la cual sigue siendo una de las más relevantes de la industria del perfume. Posteriormente, en el siglo XX nacieron empresas como Coty y L’Oreal, que en la actualidad son actores dominantes en las industrias de los cosméticos y los maquillajes.
En 1921, Coco Chanel sacó a la venta el Chanel N°5, el cual se convertiría en uno de los perfumes más vendidos y famosos de la historia. Su fama se debe a que representaba a una mujer más liberada. Posteriormente otras casas como Poiret, Nina Ricci, Worth, Lanvin y Patou que hicieron de los perfumes franceses los más codiciados a nivel mundial.
A partir de los años 80, casas de moda estadounidenses se vuelven relevantes en la industria de la moda, una de ellas Calvin Klein, la cual lanzó CK One, que es considerada la primera fragancia unisex de la historia.
En la actualidad, gracias a los avances tecnológicos, encontramos perfumes de todos los tipos para todos los gustos y estilos. Y ya se ha convertido en parte importante de nuestro día a día, ya que la magia del perfume radica en las sensaciones que es capaz de despertar.
Para los apasionados, el perfume se convierte en una seña de identidad de la personalidad, tal como sus gestos o el color de cabello.
Sin duda el perfume tiene una historia y trayectoria apasionante que hace que sea más que una sustancia. El pefume, desde los tiempos milenarios, ha estado relacionado a lo espiritual, lujo, belleza, amor. Así que es normal que en la actualidad sea una industria multimillonaria.
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