10 Feb Miguel Bezos: el padre de Jeff Bezos
En esta entrada analizaremos la vida de Miguel Bezos, el padre de Jeff Bezos, sus primeros años como cubano refugiado y su capacidad para afrontar la soledad, seguir estudiando y trabajando y finalmente adoptar a su hijastro Jeff, así como toda su pasión por la educación que le ha llevado a dirigir junto a Jacklyn la Funación Bezos
La vida de Miguel Bezos: una auténtica aventura con final feliz
Desde Nuestra Redacción nos ha parecido de interés pasar revista a los aspectos más destacables de la vida de Miguel Bezos, padre de Jeff Bezos, el fundador y presidente de Amazon.
En una de las habituales conferencias sobre la libertad que se celebran en Estados Unidos, en esta ocasión corría el año 2015 y el invitado de honor era Miguel Bezos.
La institución que le acogía el National Constitution Center para celebrar el Freedom Day 2015.
Por qué Miguel Bezos es el caso paradigmático del inmigrante
Porque justamente Miguel Bezos como exiliado cubano que tuvo que emigrar de su país siendo un adolescente, es la persona que mejor puede representar los deseos de millones de personas que se han visto privadas de libertad en el mundo.
Porque para la institución en la que se sometería a una entrevista en profundidad junto a un auditorio, Miguel representaba y lo sigue haciendo, al inmigrante, que según él es el indicado, el que mejor entiende ese concepto de libertad y de qué se trata Estados Unidos.
Miguel explica muy bien lo que significa para un joven que se había acostumbrado a esa pérdida de propiedad y cosas como algo natural en su país de origen, en que en el mundo libre la cosa no funciona así.
Cuenta entonces Miguel, que todo se inició en 1958, fecha en la cual el tenía entre 13 y 14 años.
Era un adolescente haciendo lo suyo, yendo a la escuela y ocupándose de sus asuntos.
Miguel Bezos antes de que se viera obligado y apoyado por su familia a dejar la isla, se había planteado en alguna ocasión emigrar.
Su padre era dueño de un aserradero en el que se trabajaba duro y ahí es donde Miguel aprendió su ética de trabajo de levantarse a las cinco en punto por la mañana y trabajar hasta las cinco en punto de la tarde.
Era una vida cómoda pero de repente las cosas cambian y el pensamiento que hasta ahora es de uno deja de serlo. Porque Miguel Bezos lo dice elocuentemente: “lo que pensabas que era tuyo ya no era tuyo”.
La situación había que asumirla y compartir con otros, que le pasaba a todas las industrias y todas las propiedades privadas. O sea: desaparecen.
Incluso Miguel Bezos afirma que fue a la escuela y que recuerda que estaban cambiando el plan de estudios ya que tenía que estar orientado más hacia el comunismo.
Por eso, dice Miguel Bezos, que durante dos años realmente no tenía mucho que hacer, excepto quizás, potencialmente meterse en problemas y este fue el momento cuando sus padres decidieron que necesitaba irse de Cuba.
Este proceso para dejar la isla se inició cuando él tenía 15 años. Se tardó un año en que todo se hiciera bien.
La cuestión era que tenía dos hermanos mayores. El hermano varón era ingeniero civil y su hermana maestra, por tanto, como profesionales que eran no los iban a dejar salir de Cuba. Al ser profesionales habían construido su propia cárcel.
Entonces sus padres le dijeron que como era el pequeño era mejor que saliera, porque si le reclutaban para ir al ejército, entonces toda la familia quedaría en cierta forma atrapada en Cuba.
Los padres le dijeron a Miguel que ellos más adelante podrían encontrar salidas.
Corría el año 1961 cuando se empezó a dejar salir a los niños por ellos mismos y sin mayor preocupación.
Finalmente se inició el proceso poniendo una solicitud de pasaporte que finalmente estuvo listo, y también se le fijó el día en el que tenía que presentarse en el aeropuerto para viajar a Miami. Todo estaba controlado pero al fin estaba viendo la puerta de salida.
Previamente la autoridad competente se presentó en su casa para inventariar su habitación, porque todo lo que le pertenecía debía permanecer allí. Algo normal en un país comunista.
El telegrama decía que tenía que ir a La Habana. La familia vivía en Santiago de Cuba.
Pero cuando acompañaron a su hijo para despedirse, Miguel pasó y a los padres no los dejaron entrar al aeropuerto.
Llegó el momento de pasar el registro y por fin salir de la isla para aterrizar en Miami.
Organizaciones humanitarias que esperaban a los refugiados cubanos en Miami
Afortunadamente había un grupo de iglesias y organizaciones que se juntaron y fueron ellos que estaban esperando y reuniendo a todos estos chicos cubanos que llegaban solos al estado de Florida.
Miguel ya contaba con 16 años y junto a otros seis o siete adolescentes, tratarían de encontrar un lugar para quedarse y ser colocados hasta tanto sus padres o familiares pudieran ir.
Por eso Miguel Bezos recuerda que al salir del avión le preguntaron si tenía alguna familia en Miami y le explicaron que se integraría en un grupo de algunos chicos y chicas.
Las mujeres fueron a un campamento y los varones fueron a otro.
Pero una vez pasadas las tres primeras semanas de estar en ese campamento, Miguel recibe una llamada para ir a la oficina, una vez que entró había una maleta con un abrigo pesado encima.
Miguel pensó que a lo mejor estaría en un problema, pero en realidad era la maleta con un billete de avión a Filadelfia.
A Miguel le tocaba una beca para refugiados para la escuela secundaria y le correspondía Wilmington, Delaware.
Por eso, una vez que aterrizara en Filadelfia, había alguien esperándolo que le llevó a Wilmington.
Así que cursó en esa escuela y se graduó allí.
Finalmente, cuando terminó la escuela secundaria, en Albuquerque Nuevo México, también se estaban dando becas en la Universidad para cubanos refugiados. Y fue allí cuando estaba esperando que conoció a su esposa y el resto es historia.
Miguel era un apasionado sobre el importante papel que la educación tenía en los jóvenes. Especialmente en la creación de oportunidades.
Miguel Bezos se daba cuenta por entonces, que ya al no tener a sus padres cerca y estar solo, el camino era la Universidad porque sabía que tenía que hacer eso, que dependía de él y nadie más.
Había hecho algunos trabajos duros durante año y medio, y estaba decidido a cursar estudios superiores y quizás aún no era consciente de la importancia que tenía tener un título universitario.
Y Miguel afirma, que lo que la vida le demostró años después, una vez que se tiene ese título universitario nadie te lo puede quitar. Lo dice por experiencia, porque a la familia le quitaron todo.
Miguel Bezos lo dice con rotundidad: “Se le puede quitar un coche, una propiedad o cualquier otro bien material a una persona, pero lo que no le pueden quitar es la educación”
Miguel Bezos insiste: “esa educación es tuya y puedes hacer con ella lo que quieras”.
De ahí que tanto él como su esposa y sus hijos son unos apasionados por la educación.
Obviamente Miguel Bezos es un apasionado también, por su experiencia vital como cubano, de los derechos y libertades, de la libertad económica, de los derechos políticos.
Cuando Miguel se dio cuenta a edad muy temprana de que el sistema americano de derechos y libertades es muy muy bueno, fue cuando también germinó la semilla por la que años después llega a presidir la Fundación Bezos para apoyar la educación de los jóvenes.
El sabe perfectamente cómo la falta de libertad le afectó a él y su familia, y también conoce perfectamente cómo los derechos y libertades de su nueva patria adoptiva, le afectaron positivamente y cómo pueden afectar a nuevas corrientes de inmigrantes.
Fue ese momento en que comenzó a enviar a sus hijos a la escuela pública y ver que en Estados Unidos esta enseñanza es toda una institución y que la gente lo da por sentado, porque no piensa en ello, ya que está garantizada dicha educación.
Por eso Miguel Bezos dice que en otros lugares tienes que ser de cierta clase económica o tener un determinado trabajo con el fin de obtener un educación.
Y lo asombroso para él es que una de las muchas cosas que ofrece Estados Unidos es que la educación sea igual para todos.
Por toda esta historia personal de Miguel Bezos, es que está decidido a ayudar a elimina tantos obstáculos como sea posible para que todas las personas tengan esa misma oportunidad de formarse y educarse.
“Mi esposa Jackie y yo somos los directores de la fundación y cuando formamos el fundación no había duda en cuanto a el hecho de que la educación iba a ser”.
Jackie Bezos y Miguel Bezos
Jackie Bezos, presidente y cofundadora de la Bezos Family Foundation, junto a Miguel Bezos que es el vicepresidente y también cofundador de esta Fundación.
Mike Bezos suele decir: «Tu educación es siempre tuya; una vez que la tienes, no te la pueden quitar».
Guiado por esta noción y una creencia profundamente arraigada de que todos los niños merecen la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y contribuir de manera significativa a la sociedad, Mike cofundó la Bezos Family Foundation en 2000, con su esposa Jackie, sus tres hijos y sus esposas de los cuales se desempeñan como directores.
A través de inversiones en investigación, conciencia pública, construcción de sistemas y programas, la Fundación trabaja para elevar el campo de la educación y mejorar los resultados de la vida de todos los niños a lo largo del continuo desde el nacimiento hasta la escuela secundaria.
Nunca tímido para satisfacer una necesidad insatisfecha, la Fundación ha sido pionera en varios programas internos: el Programa Bezos Scholars, Students Rebuild y Vroom.
La carrera profesional de Mike abarcó más de 32 años en Exxon Mobil en varios puestos de ingeniería y gerencia en los Estados Unidos y en el extranjero.
Mike está en la junta del Instituto Aspen y New Classrooms.
Fuera de su rol en la Fundación, Mike disfruta pasar tiempo con su familia, particularmente con sus 11 nietos.
Referencias
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