15 Feb Howard Schultz y Starbucks 2
En esta entrada seguiremos analizando la vida de Howard Schultz y el crecimiento empresarial de Starbucks. Los momentos en que tuvo que volver a liderar el negocio para sacarlo de la crisis, los cambios estructurales de los últimos años así como los acuerdos tan importantes firmados, por ejemplo, con Nestle
Howard Schultz y Starbucks: el Genio detrás del negocio
¿Por qué hablar Howard Schultz es hablar de Starbucks?
Sin duda hablar de Howard Schultz y de Starbucks es lo “mismo”.
Starbucks es una de las cadenas de cafeterías más grande del mundo. Y decimos una, ya que no debemos olvidarnos de la cadena China “Luckin coffee” pero esto es para otra historia.
Sin duda la historia de éxito de Starbucks es muy similar a otras tantas de emprendedores y caminos de éxito que también estuvieron afectados por crisis y fracasos.
Pero tanto Howard Schultz como Starbucks los han superado, porque frente a los altibajos, supo adaptarse y no perder su naturaleza.
¿Quienes fueron los fundadores de Starbucks?
La historia de Starbucks tiene su origen en Seattle porque sólo se entiende esa relación de amigos amantes del café, compañeros de universidad, que además del placer de degustar el mejor sabor de café, tenían sin duda un espíritu emprendedor.
Jerry Baldwin, Gordon Bowker y Zev Siegel rayaban la perfección en cuanto a mantener la esencia del buen café, a tal punto, que Gordon Boker se iba a Canadá a comprar café para consumo personal, porque no encontraba la calidad que deseaba en Seattle.
Y es en este espíritu perfeccionista al mismo tiempo que emprendedor, que un empresario como Alfred Peet, un importador y tostador de granos conocido de la época, los asesoró para emprender una tienda de café dedicada a la venta de granos y máquinas de café al mercado hogareño.
Su primer local fue en Seattle, Washington, al norte de la costa oeste de USA.
Digamos que hay un Starbucks antes de Howard Schultz y uno posterior. A ningún analista le puede parecer mal esta descripción.
Para 1982, aparece el protagonista de esta historia, Howard Schultz, asumiendo como director de Marketing de Starbuck, pero en realidad es mucho más que eso: para los que les gusta seguir las historias de éxito, lo califican como un genio de los negocios y un hombre con una visión inigualable.
De ahí que el éxito estaba garantizado porque él veía dónde los demás no alcanzaban a entender de qué se trataba el negocio.
Howard Schultz es una persona visionaria, observadora y tenaz, de ideas claras.
Se licenció en comunicación, se casó y trabajó para varias empresas, obviamente en Starbucks.
Cuando tiene algo en mente, nada lo frena, de hecho Howard Schultz en 2019 se presentaba como candidato a presidente del de Estados Unidos para el 2020.
Clave del éxito de Starbucks
Cuando en 1982 abre su primera cafetería IL Giornalle en la que aplico los conceptos de calidad y estándares descubiertos en Italia, pero también se adaptó a las costumbres locales.
A Schultz, al igual que los socios fundadores de Starbucks, le apasionaba el café.
En 1987 Howard Schultz, adquiere Starbucks con sus 5 tiendas y las fusiona con sus cafeterías, conservando el nombre de Starbucks.
De 1987 al 2000 fué el CEO de Starbuck. Años que se tradujeron en una veloz expansión que se hace internacional, exportando el negocio a lugares tan lejanos como abrir la primera cafetería en Tokio en 1996.
Starbucks empieza a cotizar en el índice Nasdaq
El ascenso imparable de la compañía le lleva a que en 1992 empezara a cotizar en el índice tecnológico Nasdaq.
Y esta decisión iba en paralelo a que ya contaban con 3.500 sucursales y con ingresos de 2000 millones de dólares.
Pero el cansancio le hace delegar el negocio
Habían pasado mucho años y Howard decide delegar el negocio, consideraba que ya estaba encaminado, sin imaginar que esta decisión derivaría en una crisis.
Crisis de Starbucks
La desvinculación de Howard, fue muy malo para Starbucks.
Los nuevos directivos, solo pensaban en cómo expandirse olvidando la esencia de la compañía, y esto es algo que Howard no podía perdonarse.
Además, coincide que durante 2007 se desencadena la Crisis Financiera Internacional, que arranca en Estados Unidos, se exporta a Europa y provoca una serie recesión mundial.
Esta crisis, lo hizo implicarse nuevamente, pero también enmascaraba otros problemas.
Debía hacer un diagnóstico de la situación, la crisis no dependía de él, la gestión de Starbucks sí.
Diagnóstico de la crisis
Comenzó a visitar varias cafeterías de todo el mundo, para vivir la experiencia.
Mucho había cambiado, los trabajadores estaban saturados de trabajo y no estaban dedicados a la atención al cliente.
Había momentos en que la cafetería estaba abarrotada. Se había perdido la atmósfera de relax, era lugar estresante.
La empresa había crecido pero perdiendo la esencia. Crecer era más importante que hacer las cosas en forma debida.
Había cafeterías se quedaban sin café al mediodía, no era aceptable.
La crisis económica tapaba la mala gestión, y sabía que debían ser más eficientes.
Plan de acción para un mejora continua
Howard sabía que había que hacer un cambio de filosofía: esto implicaba sacrificar expansión por la mejora continua.
Es decir lo primero que hizo es frenar la expansión para generar modelos de trabajo eficientes, y volver a las raíces.
Mejoró la relación con los empleados.
Fueron capacitados todos, llegaron a cerraban durante 3 horas todos los Starbuck de USA para capacitar a sus empleados.
Aprendieron a entender el café como un arte e inculcaron la filosofía de vida debía de la mejora continua.
La clave estaba en los empleados porque ellos tenían contacto con el cliente.
Logística y proceso
La logística eficiente para garantizar stock.
Ambientación y experiencia de usuario
Mobiliario y música agradable.
Modificaron máquinas de café, para que emane aroma a café, por toda la cafetería.
Transformaron crisis en oportunidad
Howard Schultz aprovecho la crisis para detenerse a pensar.
Starbucks hoy
De la mano de Howard Schultz, continúan con su expansión.
Para el CEO de Starbucks el acuerdo con Nestle es un hito que marca la empresa. Este acuerdo Starbucks Nestlé, fué anunciado, el 28 de Agosto de 2018, en sus webs oficiales.
Estos dos colosos del sector, con una negociación de 7150 millones de dolares, tenía por finalidad otorgar a Nestle los derechos de comercialización de productos envasados con la marca Starbucks.
Políticas de concientización Ecología, con reciclado. Cursos para clientes y programas de afiliados.
Humor: Starbucks GOT
Prepare un montaje para fanáticos de Game of Thrones y Starbucks.
El que es fanático de GOT seguro conoce el error en el cual aparece en una escena un vaso porque fue muy viralizado.
En honor a una de las “campañas publicitarias”, más económicas del momento. Se habla de un valor de 1.000.000 dólares una campaña con ese alcance.
¿Cuales fueron sus claves de éxito?
El se enamoró de un concepto. Los cliente debían vivir una experiencia al degustar un café en un entorno agradable, y sentirse como en su casa.
El hilo rojo de la conexión
Hay personas que están conectadas entre sí, destinadas a estar juntas y triunfar. Incluso, hay una creencia asiática que habla del hilo rojo que une a dos seres de manera invisible.
El mismo concepto se puede aplicar a algunas empresas y ciertos individuos.
Al menos, es el caso de Howard Schultz quien, a pesar de no haber fundado Starbucks, le otorgó su esencia, filosofía y propósito a la cadena de cafeterías más importante del mundo.
Sus caminos se cruzaron un día de 1981 y él decidió que jamás volvería a «separarse» de la firma.
De ser una simple tienda de artículos para los amantes del café, se transformó en un hecho cultural en sí mismo: las personas entablan una relación casi personal tanto con su humeante latte como con la marca en sí.
Schultz no nació en cuna de oro, sino que se hizo de abajo.
Creció en una vivienda social, propiedad del Estado; sus padres habían dejado la secundaria, por lo que les costaba conseguir empleo formal.
Mientras, tanto en Seattle, Washington, los profesores Jerry Baldwin y Zev Siegl y el escritor Gordon Bowker, quienes habían forjado una amistad en la Universidad de San Francisco, abrían el primer local de Starbucks en 1971.
Su idea era vender desde granos de café hasta cafeteras, tostadoras y máquinas de molienda para aquellos amantes de la infusión.
Se habían inspirado en Alfred Peet, dueño de Peet’s Coffee, Tea & Spices.
El nombre proviene de un personaje del libro Moby Dick.
En el capítulo 26, cuenta que el primer oficial del Pequod (el barco ballenero que va a la caza de un cachalote de grandes dimensiones) se llamaba Starbuck.
El clásico logo también está inspirado en la tradición marina: se trata de una sirena, que llamó la atención del trío al ver los barcos nórdicos.
«La empresa estaba del lado incorrecto del negocio del café», aseguraba Howard.
Baldwin le vende su parte en Starbucks a Schultz
Cuatro años después, Baldwin buscaba salir de la firma para enfocarse en Peet’s, adquirida recientemente, y pensó en su ex-empleado (Schultz) como la persona ideal para comprarle su parte.
Bill Gates fue clave en esta operación.
¿El fundador de Microsoft? No, su padre abogado, William Gates Sr. Baldwin le había dado 90 días a Schultz para que juntara u$s3,8 millones para la operación. Sin embargo, ante la baja perspectiva de que consiguiera el dinero, un socio de Il Giornale realizó una oferta superadora.
Fue entonces que el ejecutivo acudió a Gates, por intermedio de un amigo en común, para que lo ayudara.
El letrado logró convencer al contrincante para que bajara su propuesta y Starbucks e Il Giornale se fusionaron para crear Starbucks Corporation.
Expansión
No perdió el tiempo. Ese mismo año abrió cafeterías en Chicago y Vancouver hasta alcanzar las 17 sucursales.
Bajo su liderazgo, los conceptos latte, venti y grande comenzaron a volverse más usuales en los estadounidenses.
Generar un ambiente intimista y una relación cercana entre empleados, clientes y marca fueron algunos de sus principales objetivos.
La primera jornada en el Nasdaq
Para financiar su crecimiento, Schultz sacó la compañía a la Bolsa en 1992.
En su primera jornada en Nasdaq vendió 12% de sus títulos y levantó u$s25 millones.
Ya contaba con 165 sucursales en los Estados Unidos, pero su foco estaba puesto en plantar bandera fuera de ese territorio.
Antes de iniciar la conquista, apostó por una nueva bebida, el frappuccino.
La compra a The Coffee Connection
Le compró a The Coffee Connection los derechos para venderlo y usarlo en campañas (hoy le reporta más de u$s2.000 millones por año). Ahora sí estaba listo.
En 1996 encaró su desembarco internacional con sucursales en Japón y Singapur.
Asimismo, abrió plantas de tostado en Kent, Washington, a la que luego sumaría una en Carson Valley y otra en Ámsterdam, Países Bajos.
Los vasos escritos
Los famosos vasos escritos se transformaron en algo cotidiano en la calle.
Tener uno con tu nombre pasó a ser algo de moda y dejó de ser simplemente un café para convertirse en un hecho cultural.
Del café pasó al té con la adquisición de la marca Tazo por u$s8,1 millones. Más tarde, llegaron sucursales en Malasia, Nueva Zelanda, Taiwán, Tailandia, Reino Unido y un espacio en los supermercados estadounidenses.
Schultz se desempeñó como CEO entre 1987 y 2000, cuando le dejó su lugar a Orin Smith, quien fue reemplazado por Jim Donald en 2005.
El ejecutivo pasó a ocupar el puesto de chairman hasta su regreso a la dirección ejecutiva en 2008.
Sin embargo, con su retorno también apareció la crisis.
El desplome financiero trajo consecuencias para Starbucks, cuyas ventas cayeron un 28%, lo que derivó en el cierre de 900 tiendas y 6.700 despidos.
Este resbalón no impidió que, una vez terminada la crisis, retomara su camino de prosperidad.
Se expandió en América latina y Asia y continuó anexando marcas a su portfolio, por caso la compra de los locales de té Teavana en 2012 a cambio de u$s620 millones.
Irónicamente, Schultz tardó 31 años en abrir un local en la ciudad que lo inspiró.
Recién en septiembre de 2018 se anunció la inauguración de la cafetería en pleno centro de Milán.
El gran mercado norteamericano
Estados Unidos continúa siendo el principal mercado para Starbucks.
De los u$s26.508 millones que facturó en el ejercicio 2019 (finalizado en septiembre pasado), el segmento «Americas» representó más de un 60%.
Por su parte, los ingresos provenientes de la rama Internacional superaron los u$s5.200 millones en el último año.
Esto tiene que ver con que la mayoría de las tiendas están en ese territorio.
En total cuenta con 31.256 sucursales, de las cuales en 18.067 pertenecen a America.
A su vez, la compañía le da prioridad a los locales propios por sobre los licenciados o los pertenecientes a otras marcas del holding, e incluso compró joint ventures de filiales en el exterior.
A fines de 2017 desembolsó u$s1.300 millones para quedarse con la otra mitad de las tiendas en China, mientras que años antes había pasado a controlar la totalidad de Starbucks Japón por u$s915 millones.
Para 2020/21 prevé expandirse fuera de Estados Unidos con 600 aperturas en Américas y 1.400 en otras plazas. ¿El objetivo? Salir a competir en mercados donde están surgiendo players fuertes que crecen a pasos agigantados.
Es el caso de la cadena británica Costa (que fue adquirida por Coca-Cola en 2018 a cambio de u$s5.100 millones y ya es la segunda jugadora del sector) y la china Luckin (que nació en 2017 y pretende arrebatarle a Starbucks su liderazgo en el territorio asiático).
También apuntan que Peet’s, ahora en manos de JAB Holding, podría transformarse en un contrincante ya que negocia fusionarse con la compañía de bebidas neerlandesa Jacob Douwe Egberts.
Concentrarse en el café
Concentrarse en el café también es parte de la estrategia.
En ese plan, el té no tiene lugar.
A fines de 2017 le vendió Tazo a Unilever por u$s384 millones,y desde 2018 inició el cierre total de los locales de Teavana, 313 ese año y otros 12 más en el primer trimestre de 2019.
Lo que viene
Baldwin, Bowker y Siegl abandonaron el negocio del café tras vender Peet’s en 2012.
De Bowker se sabe poco, pero Siegl continúa en la escena del ecosistema emprendedor: se dedica a dar seminarios sobre cómo iniciar proyectos y al mentoreo de startups.
En tanto, Baldwin apostó por la vitivinicultura y fundó su propia marca de vinos: J Baldwin Wines.
Un camino parecido emprendió Schultz a partir de 2016, cuando anunció que cedería la dirección ejecutiva de Starbucks a Kevin Johnson, actual CEO.
Fue aún más lejos en junio de 2018 al informar que también resignaba su silla como presidente de la firma que había impulsado desde 1987.
Su intención era dedicar la mayor parte de su tiempo a la filantropía y a realizar acciones sociales, aunque sorprendió al señalar que no descartaba presentarse como candidato presidencial, por fuera de los demócratas y republicanos, para 2020.
Sin embargo, el sueño de sentarse en la Casa Blanca duró poco.
En septiembre de 2019 confirmó que no competiría: «Mi certeza sobre la necesidad de reformar nuestro sistema bipartidista no cambió, pero llegué a la conclusión de que una campaña independiente por la Casa Blanca no era la mejor manera de servirle al país en este momento».
Con Johnson como director ejecutivo y Myron Ullman III en el cargo de presidente, Starbucks se encuentra en pleno proceso de reestructuración interna.
Cambios de liderazgo, puestos que desaparecerán y varios despidos en puerta.
La era post Schultz no comenzó en 2019, pero se espera que la primera metamorfosis sin el hombre que le dio vida a la empresa comience a dar resultados en los próximos años.
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