08 Oct GUCCI, TOM FORD 1994-2004
CONOCE EL EMBLEMÁTICO PASO POR LA CASA DE MODA ITALIANA GUCCI DEL DISEÑADOR NORTEAMERICANO TOM FORD
En otras entradas hemos mencionado brevemente el paso de Tom Ford por la casa Gucci. Este artículo, lo dedicaremos en exclusiva a recorrer la etapa que el icónico diseñador vivió en la firma. Desde sus inicios, hasta su abandono en el año 2004 para lanzarse al mundo de la moda con su propia marca, Tom Ford International. Y es que su paso por Gucci es digno de ser recordado.
Los inicios de Tom Ford: breves consideraciones que debes saber.
Tom Ford nació el 27 de agosto del año 1961 en Texas. A pesar de comenzar sus estudios en arquitectura y diseño de interiores en la famosa Escuela Parsons The New School for Design (Nueva York), el ahora diseñador pasó un año y medio en París donde trabajó como pasante en Chloé.
Durante su etapa parisina, Tom se ocupaba de enviar la ropa para las sesiones de fotos y fue aquí dónde y cuándo descubrió su vocación por la moda. De hecho, pasó los últimos años de la Escuela estudiando esta disciplina para trabajar posteriormente durante dos años para el diseñador americano Cathy Hardwick.
En el año 1988 entró en la conocida empresa de moda estadounidense Perry Ellis, donde conocía tanto al presidente de la compañía, Robert McDonald, como a Marc Jacobs, diseñador en aquella época de la firma. Su estancia aquí duró dos años, pero Ford se cansó pronto del concepto de la moda americana, buscaba algo más.
En una entrevista que concedió al famoso diario The New York Times dijo que si quería llegar a convertirse en un buen diseñador debía dejar su país, los Estados Unidos, al menos por un tiempo, porque su propia cultura lo inhibía.
“Los europeos aprecian el estilo” fue la frase que dijo poco antes de adentrarse en el mundo de la moda de nuestro continente mudándose a Milán.
La entrada de Tom Ford en Gucci.
Dawn Mello, la que fue directora creativa de la firma italiana durante los años noventa, fue la ‘culpable’ de la entrada de Tom Ford en la casa Gucci. Durante aquella época, que no es tan lejana como aparenta, la marca italiana estaba tratando de reforzar la presencia del prêt-à-porter en mujer y la compañía buscaba un refuerzo que le diese impulso a este objetivo.
Fue entonces cuando Mello decidió contratar a Tom Ford, un diseñador prácticamente desconocido en la época, como diseñador de la línea de mujer en prêt-à-porter (o ‘ready to wear’, al gusto del consumidor). Y voilà! Tom Ford se muda a Milán, exactamente lo que buscaba al salir del país que lo vio crecer.
El paso del americano por Gucci ha sido y siempre será uno de los más recordados por la firma. Ford consiguió hacer ruido en todo el mundo con sus colecciones que, de forma no poco arriesgada, se alejaban del estilo ecuestre y clásico de Gucci.
Poco a poco, Tom Ford fue subiendo escalones en la compañía. Cuando Richard Lamberston, director de diseño responsable del desarrollo y la comercialización de productos, abandona la firma en el año 1992, el diseñador americano pasa a asumir la dirección del prêt-à-porter, los perfumes y la imagen, publicidad y diseño de la tienda. Tiene lógica, sus estudios en arquitectura y diseño de interiores no fueron en vano.
Durante estos años, hubo algunas tensiones a nivel creativo entre Ford y Maurizio Gucci, presidente de la compañía al 50% en aquel momento (unos años antes de su asesinato) que enfadaron al italiano. Sin embargo, Domenico de Sole, director ejecutivo por aquel entonces, y quien sería en un futuro un indispensable para Tom Ford, insistió en la permanencia del americano en la marca.
Y lo cierto es que, aunque en estos primeros años Tom Ford hizo mucho por la firma, su trabajo todavía quedaba por detrás de las cámaras. Pero eso cambió cuando pasó a convertirse en el director creativo de Gucci.
Tom Ford: De diseñador a director creativo en Gucci.
Es oficialmente en el año 1994 cuando Tom Ford es contratado –que más bien ascendido– como director creativo de la casa de moda. Gracias a muchas de sus aportaciones, la firma despegó de nuevo y alcanzó el prestigio mundial a una velocidad asombrosa.
En su primer año al frente de la dirección creativa, Ford introdujo camisas de satén ajustadas y botas de charol metálico. Desde luego prendas que, hasta la fecha, nunca habían formado parte del estilo Gucci. Pero sorprendentemente, las ventas crecieron en un porcentaje altísimo gracias a la fuerza de estas colecciones.
La nueva forma de ver la moda que Tom Ford había decidido implantar en la marca Gucci no solo fue admirada por los consumidores, sino también por el entorno empresarial que rodeaba a la compañía.
El conglomerado francés LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), más conocido por Louis Vuitton a secas, aumentó sus participaciones en Gucci con incluso intenciones de adquirir la empresa. Cosa que Domenico de Sole y el mismo Tom Ford no permitieron acercándose a Pinaul-Printemps Redoute (PPR) –el actual grupo Kering al que Gucci pertenece– planteándole la posibilidad de formar una alianza. Fue entonces cuando el ahora grupo Kering se hizo en 1999 con casi la mitad de las acciones de la casa de moda italiana.
A partir de este momento, Tom Ford empezó todavía a tener más responsabilidad dentro del grupo ya que, tras la adquisición de Gucci por PPR, la casa italiana adquirió Yves Saint Laurent ese mismo año de la que Tom Ford también fue nombrado director creativo (movimiento, por cierto, muy criticado por la casa francesa). Sin embargo, el afán de Tom por alejarse del estilo clásico y poner el foco en el riesgo y en lo sensual, también trajo grandes éxitos para YSL.
Revolución en el modo de entender la moda.
La época de Tom Ford en Gucci fue un antes y un después en el modo de entender la moda. La sexualidad elegantemente explícita fue su sello y su principal guía durante su paso por la casa de moda.
Doménico de Sole, quien como ya hemos mencionado era el director ejecutivo de Gucci en esta época, comentó en una ocasión –y nos lo corrobora Vogue– que cuando Tom llegó a Gucci todo era marrón, redondo y blando; y cuando él salió todo era negro, cuadrado y duro. Y este a su vez era el motivo por el que se quejaba Maurizio Gucci sobre las colecciones de Ford. Sin embargo, nada pudo parar al diseñador americano.
El cambio de look que Ford le dio a la firma, convirtiéndola en una marca todavía más versátil, fue contemplado con admiración por todos, ya que lo que primaba en todos sus diseños era: lo sexy.
De los tonos marrones y cálidos, la elegancia discreta y la suavidad, el americano pasó a combinar camisas de satén desabrochadas con pantalones bajos de terciopelo y colores en tonos joya, creando así una fusión entre lo atractivo, lo sexual y lo lujurioso, pero con un toque de frescura.
Siempre se ha dicho que la moda nos hace libres y que cada uno es libre a su vez de entender la moda a su manera. Ford, desde luego, lo hizo. Abandonó su país natal para potenciar sus habilidades y convertirse en un gran y reconocido diseñador de prestigio, y así ocurrió, ni más ni menos que en Milán, una de las capitales de la moda más importantes del mundo.
Ford no solo consiguió liberarse a través de la moda, sino que consiguió transmitir a la sociedad exactamente lo que quería decir con sus colecciones en el lugar y en el momento adecuados. Sin ninguna duda, el diseñador revolucionó la moda y la sociedad de la época que pedía a gritos un Tom Ford en nuestras vidas.
COLECCIONES DE TOM FORD PARA GUCCI.
Algunas de las colecciones de Tom Ford para la marca Gucci fueron una llamada de atención para todo el planeta y no queremos dejar de recordarlas visualmente, porque como dice el refrán ‘una imagen vale mil palabras’ y así es:
- El choker-cordón de zapato entrelazado
- Los cortes aleatorios (que han vuelto con la famosa tendencia ‘cut out’ y, no engañemos a nadie… ¡nos encanta!)
- El corte ‘mullet’
- Tangas de hilo para hombre
- Las esposas
- Las camisas inacabadas
- Las gafas de ‘profesor’
- El icónico look de Madonna en los VMAs en 1995
- El escote trasero
- Y, posiblemente, una de las imágenes de campaña más atrevidas y arriesgadas por parte del americano que dejó huella en Gucci.
Tom Ford abandona la casa Gucci en 2004.
En el año 2004, Ford se separó del grupo junto con el director ejecutivo, Doménico de Sole, tras no conseguir llegar a un acuerdo con PPR en cuanto a determinadas condiciones relativas a la dirección y el control artístico del grupo Gucci. Para la casa, este momento fue el indicado para realizar un cambio de los principales dirigentes del grupo.
En la actualidad, Domenico y Tom Ford siguen siendo uña y carne y hasta socios profesionales ya que De Sole es el presidente y director de la compañía fundada por el americano, Tom Ford International.
Sin duda el paso de Tom Ford por la casa de moda italiana no solo le aportó frescura a la marca y la hizo resurgir de las cenizas como el ave fénix, que era justamente lo que Gucci necesitaba en los noventa, sino que también le valió para cumplir su sueño de abandonar la moda americana y convertirse en uno de los diseñadores europeos –que más bien mundiales– más representativos hasta la fecha.
SI QUIERES SABER MÁS SOBRE GUCCI, TE RECOMENDAMOS, ENTRE OTRAS, LAS SIGUIENTES ENTRADAS:
Comunicación creativa, gestión de redes sociales y periodismo de moda. Redactora colaboradora en el diario Quincemil y Revista Revista.