09 Oct ESTEE LAUDER: LA DAMA DE LA COSMÉTICA. 1906-2004. PARTE 2
La Historia de Estée Lauder: Un Icono Visionario de la Belleza.
«Nunca soñé con el éxito. Trabajé para llegar a él». Estas son palabras de Estée Lauder, una visionaria y emprendedora que dejó una huella indeleble en la industria de la belleza. Estée Lauder, fundadora de la icónica empresa de cosméticos que lleva su nombre, no solo transformó la forma en que las mujeres se ven a sí mismas, sino que también demostró que cualquier sueño era alcanzable con valentía y determinación. En esta exploración de su fascinante vida, descubrirás cómo esta mujer adelantada a su tiempo creó una de las empresas más prestigiosas e innovadoras del mundo mientras equilibraba su rol de esposa, madre y amiga leal.
Los Comienzos de una Visionaria Estée Lauder, cuyo nombre de nacimiento era Josephine Esther Mentzer, nació y se crió en el barrio de Queens, Nueva York. Su amor por la belleza se despertó cuando su tío húngaro, un apasionado creador de cremas hidratantes, compartió con ella sus conocimientos en la preparación y aplicación de estos productos. Fue una experiencia que cambiaría su vida y sentaría las bases de su futura carrera.
La Trayectoria Empresarial de Estée: sus inicios.
Estée Lauder, mundialmente reconocida como la «gran dama de la cosmética», junto a su esposo, Joseph Lauder, construyeron un gigante independiente en la industria de la belleza. Esta es la historia de dos visionarios cuya pasión por la belleza y el negocio transformó la forma en que las mujeres de todo el mundo cuidan su piel y se embellecen.
Estée Lauder, cuyo nombre de nacimiento era Josephine Esther Mentzer, nació en el barrio de Corona, Queens (Nueva York), alrededor del 1 de julio de 1908. Sus padres, Max Mentzer, un inmigrante checoslovaco de origen judío, y Rose Mentzer, de ascendencia francesa, influyeron en su aprecio por la belleza y el comercio desde una edad temprana. La madre de Estée siempre protegía su piel con un parasol, inspirando la preocupación de Estée por su propia apariencia.
En la década de 1920, Estée comenzó a fabricar de forma artesanal cremas faciales y ungüentos en el laboratorio de su tío John, un químico que operaba desde un horno de gas. Durante la Gran Depresión, vendía personalmente sus productos en los mercados de Nueva York y, más tarde, en Miami Beach, Florida. Uno de sus productos más populares fue una crema para fortalecer las uñas, una novedad en ese momento. Estée demostraba sus productos a clientas en salones de belleza, bajo secadores de cabello, creando así una base de clientes leales.
En la década de 1920, Estée conoció a Joseph Lauter, con quien se casó en 1930. Juntos, adoptaron el apellido Lauder, corrigiendo un error ortográfico del pasado. En 1946, Estée Lauder lanzó oficialmente su empresa, que en sus inicios contaba con cuatro productos para el cuidado de la piel y una filosofía simple pero poderosa: «cualquier mujer puede ser hermosa». A partir de esta premisa, y respaldada por su perseverancia, creatividad y pasión, Estée cambió la faz de la industria de la cosmética.
Estée Lauder y Joseph Lauder.
La historia de Estée Lauder y Joseph Lauder es una de amor, determinación y éxito empresarial que dejó una profunda huella en la industria de la belleza. Esta pareja, cuya unión trascendió lo personal para convertirse en una colaboración empresarial inquebrantable, es un testimonio de cómo el trabajo en equipo puede llevar a la creación de un imperio en el mundo de la cosmética.
Aquí te presentamos algunos datos fascinantes sobre la relación de Estée y Joseph Lauder.
- Un Encuentro que Cambió sus Vidas: Estée y Joseph se conocieron a finales de la década de 1920 en Nueva York, en un momento en que ambos estaban dando forma a sus futuros. Su encuentro fue el punto de partida de una asociación que cambiaría el curso de sus vidas y de la industria de la belleza.
- Un Matrimonio que se Convirtió en Sociedad Empresarial: En 1930, Estée y Joseph se casaron y comenzaron una vida juntos. Poco después, se embarcaron en una aventura empresarial que los llevaría a crear una de las marcas de belleza más icónicas del mundo. Su compromiso mutuo y su confianza en las habilidades del otro fueron fundamentales para su éxito.
- La Creación de la Empresa: Oficialmente, la empresa Estée Lauder fue fundada en 1946, cuando la pareja lanzó su línea de productos para el cuidado de la piel. A partir de ese momento, trabajaron incansablemente para dar a conocer su marca y sus productos, demostrando personalmente su eficacia a las clientas en salones de belleza y grandes almacenes.
- Un Logro Significativo: Un hito importante en su historia empresarial fue cuando obtuvieron su primer gran pedido en 1947, con un valor de 800 dólares en productos para la prestigiosa tienda Saks Fifth Avenue. Este pedido marcó el comienzo de su ascenso en la industria de la belleza.
- La Fortaleza de su Colaboración: La colaboración de Estée y Joseph en el negocio de la belleza fue excepcional. Estée era la visionaria apasionada por la belleza, mientras que Joseph aportaba su experiencia en ventas y gestión. Juntos, construyeron un imperio de belleza que abarca varias marcas y productos.
- Valores Compartidos: Una de las razones fundamentales de su éxito fue su compartida visión de que «cualquier mujer puede ser hermosa». Esta filosofía se convirtió en el pilar de su empresa y definió su enfoque hacia la belleza y el cuidado de la piel.
- Legado Duradero: Estée Lauder se retiró de la empresa en 1995, pero su legado perdura. La empresa continúa prosperando y sigue siendo un líder mundial en la industria de la belleza, manteniendo los valores esenciales que Estée y Joseph establecieron desde el principio.
La relación de Estée y Joseph Lauder va más allá de lo personal, ya que juntos forjaron una asociación empresarial que cambió la forma en que las mujeres de todo el mundo se cuidan y se ven a sí mismas. Su amor, compromiso y visión compartida dejaron una marca indeleble en la historia de la belleza y siguen inspirando a generaciones posteriores de emprendedores y amantes de la belleza.
La estrategia ‘Alto Toque’ de Estée Lauder.
Estée Lauder comprendió intuitivamente los deseos de las mujeres y se destacó como una consumada vendedora y comerciante. Creía que para lograr una venta, era fundamental interactuar con la consumidora, demostrar los resultados en su propia piel y explicar los productos. Esta visión sentó las bases del servicio personal ‘high-touch’ que caracterizó a su empresa.
La estrategia ‘Alto Toque’ de Estée Lauder es un componente fundamental de su éxito en la industria de la belleza. Esta táctica se basa en la interacción personal y directa con los clientes, lo que ha permitido a la marca establecer conexiones sólidas y duraderas. Veamos cómo esta estrategia ha sido clave en la historia de Estée Lauder.
- Una de las características distintivas de Estée Lauder es su enfoque en la interacción personal con los clientes. Desde sus inicios, Estée Lauder y su equipo se dedicaron a mostrar los productos directamente a las consumidoras. Esta táctica incluía demostraciones de productos en salones de belleza, donde las clientas podían experimentar los resultados en sus propias pieles. Esta forma de ‘alto toque’ implicaba un contacto cercano y personal con cada clienta.
- Otra innovación de Estée Lauder fue la introducción del concepto de «regalo con la compra». Estée elevó esta práctica a nuevos niveles, convirtiéndola en una estrategia estándar en la industria de la belleza. Al ofrecer regalos exclusivos con la compra de productos, incentivó a las clientas a probar nuevos productos y a seguir comprando. Esta táctica no solo generó lealtad de marca, sino que también contribuyó al éxito de ventas.
- Estée Lauder tenía el compromiso de estar presente en todas y cada una de las aperturas de nuevas tiendas que vendían sus productos. No solo asistía a estos eventos, sino que prolongaba su estancia para capacitar a sus asesoras de belleza en técnicas de venta y presentación de productos. Esta presencia personalizada reforzaba la relación entre la marca y sus distribuidores, asegurando un alto nivel de compromiso.
- Antes de la era de las redes sociales, Estée Lauder implementó campañas de marketing ‘boca a boca’. Su famosa frase «Teléfono, telégrafo, cuéntaselo a una mujer» reflejaba su creencia en que las mujeres satisfechas con sus productos compartirían sus experiencias con otras. Este enfoque en la recomendación personal contribuyó al crecimiento orgánico de la marca.
Estée Lauder era una vendedora incansable que creía en sus productos y no temía ser creativa para cerrar ventas. Su habilidad para transformar su ambición en un encanto encantador fue un componente crucial de su éxito. Nunca se daba por vencida, incluso cuando las cosas se volvían difíciles.
En resumen, la estrategia ‘Alto Toque’ de Estée Lauder, basada en la interacción personal, el regalo con la compra y la presencia constante, fue esencial para establecer conexiones profundas con los clientes y lograr un éxito duradero en la industria de la belleza. Esta táctica continúa siendo un pilar fundamental del enfoque de la marca en la actualidad.
La Innovación en Marketing Estée Lauder revolucionó el concepto de «regalo con la compra», elevándolo al estándar de la industria. Además, marcó tendencia al seleccionar cuidadosamente una modelo para representar la imagen de la marca en todo momento. Asimismo, eligió el icónico color turquesa pálido para los envases de sus productos, un tono que transmitía lujo y que se integraba armoniosamente en cualquier baño.
Una Pionera en Fragancias
Hasta la década de 1950, la mayoría de las mujeres reservaban sus fragancias para ocasiones especiales, esperando que sus esposos se las regalaran. Estée Lauder desafió este paradigma al crear Youth-Dew en 1953, un aceite de baño que también perfumaba la piel. Este producto innovador cambió radicalmente la forma en que se vendían las fragancias y catapultó a la empresa a un éxito multimillonario.
Estée Lauder, la renombrada «gran dama de la cosmética,» no solo revolucionó la forma en que abordamos el cuidado de la piel y el maquillaje, sino que también desempeñó un papel fundamental en la transformación de la industria de las fragancias. Su visión audaz y su nariz experta la llevaron a crear perfumes icónicos que han perdurado a lo largo del tiempo. Veamos cómo Estée Lauder se convirtió en una pionera en el mundo de las fragancias.
Uno de los primeros y más grandes éxitos de Estée Lauder en el mundo de las fragancias fue Youth-Dew. Lanzado en 1953, este producto revolucionario no solo era un perfume sino también un aceite de baño que perfumaba la piel. Hasta entonces, la mayoría de las mujeres reservaban los perfumes para ocasiones especiales. Youth-Dew cambió esta dinámica al convertir el uso diario de fragancias en una práctica común. Esta innovación transformó a Estée Lauder de una empresa principiante en un gigante multimillonario de la industria de la belleza.
Estée Lauder no solo era una mujer de negocios hábil, sino también una experta en aromas. Su capacidad para crear fragancias únicas y atractivas la destacó en la industria. Youth-Dew, con su mezcla de aceites de rosa, jazmín, vetiver y pachulí, fue solo el comienzo de su legado en el mundo de las fragancias. Su habilidad para capturar la esencia de una experiencia en una botella la convirtió en una verdadera pionera en el arte de crear fragancias.
Estée Lauder también entendía la importancia del empaque y la presentación de sus fragancias. Optó por un color turquesa pálido para los envases de sus productos, creyendo que transmitía una sensación de lujo. Esta elección no solo destacó en los estantes de las tiendas sino que también se convirtió en un sello distintivo de la marca. La combinación de fragancias excepcionales y empaques elegantes consolidó aún más su posición en la industria.
El enfoque apasionado y visionario de Estée Lauder en las fragancias ha dejado un legado duradero. Hoy en día, la marca sigue lanzando perfumes icónicos que capturan la esencia de la sofisticación y la elegancia. Su capacidad para convertir la fragancia en una parte esencial de la rutina diaria de cuidado personal ha dejado una huella imborrable en la industria de la belleza.
El Espíritu Emprendedor de Estée.
Estée Lauder no solo fue una pionera en el cuidado de la piel sino también en la industria de la belleza en general. Supervisó la creación de otras cinco marcas, incluyendo Aramis, Clinique, Prescriptives, Lab Series y Origins, todas enfocadas en la calidad de los ingredientes.
El Legado de Estée Lauder Estée Lauder fue una emprendedora icónica que vivió y respiró la cultura de Nueva York, una ciudad que la inspiró con su sofisticación y elegancia. Apoyó numerosas causas benéficas, incluida la restauración del Palacio de Versalles y la construcción de parques infantiles en Central Park. A pesar de su éxito empresarial, siempre priorizó a su familia.
Valores Perdurables Hoy en día, los valores fundamentales que Estée Lauder estableció, como el respeto por la persona, la integridad, la generosidad y el espíritu emprendedor, siguen en el corazón de las Empresas Estée Lauder, líderes mundiales en belleza de prestigio. Con más de 60,000 empleados en todo el mundo, la empresa continúa innovando y ayudando a las mujeres de todas las generaciones a descubrir y expresar su propia belleza.
Un Círculo de Amistades Influyentes.
Estée Lauder cultivó amistades con celebridades, miembros de la realeza y artistas influyentes de su tiempo. Su estilo cálido y gentil la convirtió en un ícono y una figura respetada en todos los círculos sociales.
Estée Lauder tenía una amistad cercana con Diana Vreeland, una influyente editora de moda y consultora de estilo. Esta amistad no solo le proporcionó orientación valiosa en cuanto a tendencias de moda, sino que también ayudó a Estée a posicionar su marca en la alta sociedad de Nueva York. La relación con Vreeland ayudó a consolidar la imagen de lujo de los productos Estée Lauder.
Estée Lauder también se relacionó con figuras de la realeza. Conocía a la Duquesa de Windsor, Wallis Simpson, y a menudo se la veía en eventos sociales con miembros de la realeza europea. Esta conexión con la realeza agregó un toque de distinción y prestigio a la marca Estée Lauder.
Estée Lauder era una apasionada del arte y tenía una amistad cercana con artistas como Salvador Dalí. Esta conexión con el mundo del arte se reflejó en su enfoque creativo para la presentación de productos y campañas de marketing. Su amor por el arte influyó en la estética de la marca.
Además de su éxito profesional, Estée Lauder también mantenía una relación cercana con su hijo, Leonard Lauder. Leonard desempeñó un papel fundamental en la expansión global de la empresa y en el desarrollo de nuevas marcas. Su relación cercana con su madre fue un factor clave en el crecimiento continuo de la compañía.
Estée Lauder también cultivó amistades en el mundo empresarial. Su red de contactos incluía a otros empresarios y líderes de la industria que compartían su pasión por el mundo de la belleza y el cuidado de la piel. Estas conexiones le brindaron oportunidades de colaboración y crecimiento.
La vida de Estée Lauder es un testimonio de cómo una mujer visionaria y emprendedora puede dejar una marca indeleble en la industria de la belleza y en la historia empresarial. Su legado perdura y sigue inspirando a mujeres de todo el mundo a alcanzar sus sueños con valentía y determinación.
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