13 Jun DERECHO Y COSMÉTICA 4
CONOCE EL DERECHO Y EL MARCO REGULATORIO DEL SECTOR DE LA COSMÉTICA. PARTE 4
En esta entrada continuamos conociendo más sobre la relación entre el derecho y la industria cosmética, enfocándonos en un tema que sin duda representa un gran reto para este sector: Las falsificaciones.
Debido a que la cosmética es un sector que cada año va creciendo, se calcula que en 2021 alcanzó la cantidad de 511 mil millones de dólares a nivel mundial, queda clara su relevancia. En este sentido, a medida que crece esta industria también lo hacen las falsificaciones. De hecho, se considera que los cosméticos falsificados se está convirtiendo en una industria en sí misma, ya que se estima que generó en 2015 1,9 mil millones de euros, y en la actualidad se estima que representa el 10% del mercado mundial de los cosméticos.
En este sentido, el derecho es sin duda alguna el arma que tienen las empresas de cosméticos para hacerle frente a este flagelo. A través del área de la propiedad intelectual los actores de este sector cuentan con las figuras de las marcas, diseños y patentes para defender sus derechos legítimamente adquiridos sobre sus productos.
Así que conozcamos más sobre el flagelo de la falsificación en la industria cosmética y cómo la industria la combate gracias al derecho de la propiedad intelectual.
LA FALSIFICACIÓN EN LA INDUSTRIA COSMÉTICA
La venta de productos de belleza falsificados, los cuales comprenden productos puestos a la venta que llevan logotipos que son idénticos o parecidos a los de una marca que está en el mercado, además los ingredientes que componen estos productos no cumplen con las regulaciones sanitarias, por lo que constituyen un peligro para la salud del público y como consecuencia desprestigia a la marca original.
Por falsificación se entiende como la reproducción, imitación o la utilización total o parcial de un derecho de propiedad intelectual sin la autorización de su titular. Puede tratarse de una marca, patente, diseño industrial y derechos de autor.
En este sentido, con el progreso de la tecnología y de las redes sociales, la industria de la cosmética se convierte en un terreno fertil para las falsificaciones. En este sentido, el abogado de la empresa Huda Beauty, en declaraciones al sitio web legal500 dijo lo siguiente: “El maquillaje es un terreno único para las falsificaciones, ya que se transforma rápidamente. A los consumidores le gusta esa cualidad de que en tan solo minutos se sienten más hermosos. Es casi adictivo. Por lo que hacer eso a un precio bastante económico motiva a los falsificadores y por lo tanto al mercado”.
En este sentido, en la Unión Europea la venta de artículos de falsificación se encuentra en aumento, especialmente en el área de la cosmética. Según un estudio llevado a cabo por la Oficina Europea de Patentes en colaboración con la Oficina de Armonización del Mercado Interior, durante el año 2015 la industria cosmética de la Unión Europea perdió 4.700 millones de euros de ingresos debido a la venta de productos falsificados.
Durante 2020, la falsificación la industria de la falsificación alcanzó la cantidad de 9,6 millardos de euros, haciendo perder a la industria cosmética europea el 14% de sus ventas. Es preciso indicar que este fenómeno se encuentra en aumento gracias a las ventas en linea.
A través de plataformas como los marketplace de Amazon, Facebook o Alibaba, los comerciantes escrupulosos han encontrado una vía abierta para vender estos productos, estando al alcance de la mano de todo el mundo, literalmente. De hecho, muchos falsificadores utilizan la redes sociales como Facebook e Instagram para promocionar dichos productos.
Es preciso indicar que China e India son los países donde más se fabrican productos falsificados.
EFECTOS DE LA FALSIFICACIÓN
Este aumento que experimenta la industria de la falsificación ocasiona problemas tanto sanitarios como económicos. En el lado sanitario, estos productos están elaborados con materiales que son nocivos para nuestro cuerpo, que pueden contener arsénico, asbestos, talcos impuros, que representan un peligro para nuestra piel quedando expuestos a intoxicaciones, alergias y hasta daños permanentes de usarse de forma constante durante largo tiempo un producto falsificado.
En cuanto a los daños económicos causados por la falsificación se encuentran las perdidas económicas directas que padecen las empresas dedicadas a este sector, empresas que dedican tiempo, dinero y esfuerzo en salir adelante. Pero no solo ellas, también afecta indirectamente a otros sectores económicos que estén relacionados con las empresas cosméticas, tales como proveedores a los que les compraban materiales o servicios, y hasta las tiendas donde venden los cosméticos falsificados ven disminución de sus ganancias debido a la venta de las falsificaciones.
Además, también le genera un daño económico a la economía de cada país donde ocurre este flagelo, por cuanto los falsificadores no pagan ningún tipo de impuestos, lo que genera pérdidas para los países. Tal como lo resume Piotr Stryszowski, economista senior de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) a la página web legal500 “Las falsificaciones en general tienen un efecto negativo en la economía. Hay menos impuestos colectados, menos empleos y muchas ganancias perdidas”.
LA PROPIEDAD INTELECTUAL COMO EL ARMA CONTRA LA FALSIFICACIÓN DE COSMÉTICOS
Sin duda el área del derecho de la propiedad intelectual es el indicado y el que da las herramientas para combatir a la industria de las falsificaciones. Como se ha mencionado en anteriores entradas, la propiedad intelectual es la rama del derecho que protege las marcas, innovaciones, diseños y creaciones (los cuales son conocidos como bienes intangibles), dándole a sus titulares (que puede ser el creador de la innovación o la empresa que lo va a comercializar) la exclusividad en el uso y disposición de sus bienes intangibles. En este sentido, el titular de los derechos de propiedad intelectual cuenta con las facultades para actuar tanto administrativa como penalmente contra los falsificadores de sus productos.
Ahora bien, una complicación, si así puede decirse, que tiene la propiedad intelectual es que sus normas son territoriales, es decir, que cada país tiene sus propias normas, por lo que las empresas que quieran actuar en diferentes países, por cuestiones de territorialidad, deben tener sus derechos de propiedad intelectual registrados en el país donde quieran valer sus derechos. Aunque tenemos la excepción de las marcas notorias, las cuales debido a su fama y renombre están protegidas por los tratados internacionales en la materia, aún cuando no estén registradas en ciertos países.
Por ello, las empresas grandes del sector cosmético como L’Oréal, LVMH, Coty, Colgate-Palmolive, Procter & Gamble, entre otras, tienen los recursos para combatir la falsificación, pero no puede negarse que a mayor fama de una marca, más susceptible será a las falsificaciones.
CÓMO LAS MARCA USAN LA PROPIEDAD INTELECTUAL PARA COMBATIR LA FALSIFICACIÓN
En este sentido, tomemos de ejemplo al gigante del lujo francés LVMH, el cual agrupa marcas relevantes del sector de la cosmética como Parfums Christian Dior, Givenchy Parfums, Make Up Forever, Guerlain, Fenty Beauty By Rihanna, entre otros. Ahora bien, el conglomerado cuenta con múltiples registros de marcas alrededor del mundo.
De hecho, el conglomerado cuenta con un departamento de propiedad intelectual en su sede de París que alberga a un personal de 250 agentes a nivel global, quienes se encargan de vigilar el uso de las marcas y propiedad intelectual en general del conglomerado, que incluyen marcas, patentes y diseño industrial. En este punto es importante resaltar que una de las empresas del conglomerado, Guerlain, logró registrar la forma de sus labiales como marca tridimensional, lo cual refuerza sus derechos sobre sus activos intangibles, los cuales totalizan 12 mil registros que comprenden marcas, patentes y diseño industriales.
En este sentido, el equipo de propiedad intelectual de LVMH y las autoridades de los países respectivos realizan cientos de redadas contra las mafias dedicadas a las falsificaciones. Sin embargo, este es un tema bastante más complicado ya que como hemos mencionado, cada país tiene sus propias leyes en relación a la propiedad intelectual y por ende las falsificaciones, por lo que un conglomerado como LVMH tiene que adaptarse a cada legislación.
De hecho, en algunos países el conglomerado entrena a las autoridades en materia de aduanas para que aprendan a identificar las falsificaciones de sus productos. Sin embargo, como lo menciona Piotr Stryszowski “hay muchas diferencias en materia de protección al consumidor, las penas y sanciones, o en la protección de los derechos de los titulares, pero, desafortunadamente, estas diferencias son explotadas por los falsificadores quienes saben cómo burlar estos puntos débiles cuando eligen sus operaciones”.
Sin duda, la falsificación representa un gran reto tanto para la cosmética como para el derecho. La tecnología, aunque es aliado de la cosmética, también lo es de las falsificaciones. Aunque las normas existen, en vista de lo global que se ha convertido, deberían armonizarse los tratados en la materia y debe existir una estrecha colaboración entre las autoridades y las compañías para combatir este flagelo.
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