31 Mar EL LUJO CLÁSICO. PARTE 2.
CONOCE QUÉ ES EL LUJO CLÁSICO Y QUIÉNES SON LOS CONSUMIDORES DEL LUJO CLÁSICO.
En el siglo XIX, el consumidor valoraba la calidad de los materiales y de la artesanía tradicional, aspecto que no se ha perdido en los consumidores de hoy. La fabulosa estética del lujo clásico nos remonta a una época de opulencia
En la moda, todo comenzó en París, donde se hacían trajes a medida y exclusivos. Por entonces, los productos de lujo se caracterizaban por representar la satisfacción de “deseos a demanda”. Creación de siluetas equilibradas a partir de la combinación de diferentes materiales. Ropa elegante y de alta calidad que representará el estatus social de la persona.
El consumidor actual del lujo clásico quiere calidad, artesanía y una buena estética que acompañe a su alto precio.
A parte de la moda, coches, joyería o relojería, busca el lujo también en las experiencias de ocio y turismo. Un buen vino de las bodegas más exclusivas del mundo o un viaje a un hotel donde albergarte por unos días te haga sentir como en un palacio. Con personal a tu servicio día y noche y toda clase de comodidades.
Uno de los caprichos de los grandes consumidores de lujo clásico son los yates o megayates con todo tipo de comodidades, de fabricación limitada y al gusto del cliente.
ARQUITECTURA DEL LUJO CLÁSICO.
Catedrales, casas particulares, palacios presidenciales, hoteles, monasterios.. hay todo un arte monumental que estaba al alcance de unos pocos. Estas construcciones eran un lujo, por el hecho de poder contemplarlas detenidamente y admirarlas gracias a su belleza arquitectónica.
Los artistas se encargaban de crear e ilustrar las vidrieras de las catedrales y palacios de todo el mundo.
Los grandes hoteles en los siglos XIX y XX, estaban llenos de todo tipo de detalles para albergar a la clase más alta y la nobleza. Algunos de los más emblemáticos son el Plaza Athénée o el Hotel du Louvre, ambos en París.
Actualmente, entre los hoteles más lujosos de todo el mundo, esta el Burj Al Arab Jumeirah sito en Dubái, es el más caro del planeta. Una noche en la Suite Real cuesta casi 18.000€ (70.000 AED).
Las tiendas de lujo también se caracterizan por su arquitectura, a parte de su estética. Algunas son un auténtico museo como la boutique de Roger Vivier en Milán. Sus zapatos se entremezclan con el glamour y muebles clásicos antiguos de gran valor.
Personalidades como la Reina Isabel II han calzado los zapatos del diseñador que era uno de los mejores del siglo XX.
Un ejemplo de arquitectura de lujo clásico en España, lo encontramos en el edificio Grassy en la Gran Vía de Madrid, construido en 1916 para albergar viviendas de lujo.
Fachada del edificio Grassy en Gran Vía, Madrid.
JOYERÍA Y RELOJERÍA.
Las firmas de joyería y relojería más lujosas del mundo son conocidas y preferidas por los consumidores debido a su alta calidad en los materiales, en la utilización de piedras preciosas, su exclusividad y el servicio al cliente.
Las joyas de lujo clásico son un sueño inalcanzable para muchos de los mortales. Con más de 200 años de historia la mayoría, el cuidado por las formas y la elegancia en cada detalle, son los secretos de estas firmas de tanto prestigio.
Harry Winston es la primera firma entre las más caras a nivel mundial, seguida de la joyera Graff, habitual entre las actrices de Hollywood para galas como los Oscars o los Premios Globo de Oro.
Los zafiros y las perlas son los materiales que más demandan los consumidores en estos productos combinados con la plata. En el sector de la relojería, cada pieza también es cuidada al detalle. Algunas firmas desarrollan y fabrican los movimientos de los relojes, lo que lo convierten en piezas exclusivas.
Una de las firmas más exclusivas y que desarrolla el movimiento es Piaget. Un reloj puede llegar a costar más de 20.000€.
El uso de diamantes, zafiros, la línea clásica de sus diseños convierten a firmas como Chopard, Cartier o Rolex en algunas de las marcas más demandadas en el mercado del lujo. Piezas de colección al alcance de unos pocos privilegiados.
Reloj Cartier modelo Panthere.
LA INDUSTRIA DEL LUJO EN LA MODA
Como ya sabemos el lujo se vinculaba con el Renacimiento y su movimiento cultural en los siglos XV y XVI.
Los diseñadores de moda creaban piezas por encargo y al gusto, siempre del cliente. Eran piezas únicas, ya que no había dos iguales. Tras aparecer la Alta Costura, todo cambio. Las marcas de lujo marchaban según el modelo aristocrático artesanal de producción. El artesano no tenía reconocimiento, era desconocido y producía a encargo del cliente.
En la segunda mitad del siglo XIX, los sectores dentro del mundo de la moda ya estarían bajo el nombre una prestigiosa firma o a un individuo con una alta creatividad. En ese momento, el lujo paso a ser una industria de creación donde las prendas eran confeccionadas sobre una base artesanal, predominando siempre la calidad antes que la cantidad.
Tras los avances de la mecanización en este mismo periodo del siglo XIX nacen los productos y diseños de semilujo.
MARCAS DE LUJO CLÁSICO.
Asociadas a un público muy exclusivo, las firmas de lujo desde su fundación marcan el inicio a una tradición. Producto del tiempo y la paciencia dedicadas a ella más el talento de sus grandes diseñadores nacen las primeras marcas asociadas al lujo clásico en Francia, que son Chanel, Dior, Hermès y Louis Vuitton.
Con el paso de los años, aparecerían en el mercado otras marcas caracterizadas por ser elitistas y tradicionalmente de la clase más pudiente de la sociedad a lo largo de distintas generaciones. Como la italiana Loro Piana.
Con el tiempo, las firmas de lujo van haciendo su propio recorrido marcado por su autenticidad y su propia historia. Su esencia se basa en su calidad, la tradición y el cuidado en su fabricación. El servicio prestado al cliente pre y pos venta, el ambiente, el packaging en el que se presentan los productos son aspectos característicos de este tipo de marcas.
Coco Chanel a la entrada de una de sus boutiques.
El máximo exponente del lujo clásico es, hasta hoy en día, la firma Hermès caracterizándose por la calidad y el virtuosismo del objeto. Louis Vuitton fue la primera marca en expandirse y facilitar el acceso a los productos de lujo. Ambas firmas labraron su reputación afincándose en el ocio y el turismo.
Chanel se centraba en los productos de Alta Costura y marroquinería. Es una de las marcas más valoradas y estables que existen. Dior, es elegancia, belleza, sensualidad y exquisitez, al igual que Chanel se dedicaba a la Alta Costura, calzado y marroquinería. Poco a poco, estas marcas de lujo clásico se han ido diversificando y ofrecen a sus clientes una gran variedad de productos: perfumes, gafas, productos de decoración, perfumes, productos de belleza y cosmética
Los sectores tradicionales como la joyería, las artes de la mesa, la alta costura o la perfumería siguieron su funcionamiento normal, creciendo cada vez más, pues una nueva era estaba por venir.
Algunas de las marcas con más renombre, dentro de la industria del lujo de los sectores tradicionales son en perfumería The Crown, que suministraba a la Reina Victoria de Inglaterra o la joyera Bulgari.
ESTRATEGÍAS DE LAS MARCAS DE LUJO CLÁSICO
Las características que definen a una firma de lujo son su exclusividad y su precio. Además, lo que diferencia a las marcas de lujo clásico del resto es la experiencia que te ofrece vivir al consumir sus productos, la diferenciación social.
Realmente, las marcas de lujo venden a un sector pequeño de la población. Clientes escasos y selectos. Por tanto, el marketing tiene que ser más prudente.
La comunicación de las firmas se centra en cinco aspectos fundamentales: la publicidad tradicional, el uso de medios digitales, las relaciones públicas, las redes sociales y los eventos.
Tal es la exclusividad de estas marcas, que en los periodos de rebajas no aplican ningún tipo de descuento. Ya que sus productos son limitados y exclusivos es por lo que su precio tiene que ser considerado.
Para formar parte del sector del lujo, una marca tiene que saber transmitir emociones y sentimientos a sus clientes. Es la manera de vender a un determinado público, a la hora de comprar, el arte en la tradición y la calidad superior de los productos de lujo, que les permita vivir una experiencia suprema.
RELANZAMIENTO DE LOS CLÁSICOS ACTUALMENTE
Bolsos de Christian Dior , el Saddle Bag relanzado en varios colores y estampados.
El concepto de lujo clásico busca adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes y del mercado. Las propias firmas, incorporan las categorías de lujo intermedio y accesible para que sus productos se vendan fácilmente a otro tipo de público.
Las razones por las que una firma de lujo decide estar en las diferentes categorías, trae consigo una serie de ventajas: hacer crecer la marca a nivel mundial, explotar el capital de la marca y diversificar la inversión. La identidad de una marca viene acompañada de un producto emblemático conocido por el público que se interesa por ella, como sucede con el 2.55 de Chanel o el bolso baguette de Fendi, que se convirtió en un icono para la marca gracias a la serie “Sexo en Nueva York”.
Relanzar los modelos más emblemáticos, en nuevos colores, formatos, en nuevas versiones… no es nada nuevo para las firmas, lo que consiguen es que sus productos emblemáticos siempre estén en el mercado, adaptado a las necesidades del cliente.
El relanzamiento de los clásicos tiene un gran impacto sobre el negocio del sector. La rentabilidad de los modelos emblemáticos es muy alta por su prestigio y el deseo que generan. Por ello, adquirir un clásico, tiene un coste elevado. Esto genera unos márgenes altos para las marcas.
Igualmente, en el mundo del automóvil, los modelos más emblemáticos de las marcas se han convertido en símbolos para ellas, como el Porshe Carrera o el Ferrari Testa Rosa La moda y la estética del concepto clásico está en constante renovación para captar a un público joven y curioso.
Hoy en día, encuentras marcas low cost que, en sus colecciones, tratan de adaptan el estilo del lujo clásico. Hasta en el público más joven se plasma el estilo del lujo clásico en firmas como Peter & John.
CONCLUSIÓN
Los gustos y la sociedad no es la misma que la de los siglos XIX y XX pero el estilo y la elegancia que caracteriza al lujo clásico permanece.
Es un mercado muy importante que no deja de crecer y generar ingresos. Hoy en día, atrae a toda clase de públicos, incluso a los jóvenes más pudientes y a los que aspiran a poseer o disfrutar de un bien o producto de lujo clásico.
Como dijo el presidente de Hermès: “un objeto de lujo es un objeto que perdura en el tiempo”.
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