Por Anna Alegret.
A inicios de la década de los 60 la carrera de Karl estaba despegando y en el año 1964 empezó a trabajar como free-lance en Chloé aunque posteriormente le contrataron y ahí permaneció durante 20 años seguidos La originalidad de su trabajo consistía en intervenir sobre la imagen global de una marca, intervenir en todo como un verdadero director artístico: desde el primer croquis de una colección hasta el comunicado de prensa final.
Bajo su ojo creativo la marca Chloé alcanzó el éxito internacional, sus diseños se convirtieron en la elección de Jacqueline Kennedy y Brigitte Bardot durante la década de los 70. Las blusas, las faldas largas y los vestidos florales se convierten en el look estrella de la casa creando el estilo bohemian romance.