08 Feb Amazon Handbook: Injerencia política en las grandes empresas tecnológicas estadounidenses
El contrato más importante de la historia de la defensa en Estados Unidos
Un proyecto de computación en la nube para el Pentágono, o sea para la secretaría de defensa de Estados Unidos se ha convertido en uno de las denuncias más sonadas en los últimos años en este país.
El contrato JEDI “Joint Enterprise Defense Infrastructure” (Infraestructura de Defensa Empresarial Conjunta) tiene por finalidad contar con la tecnología para mover grandes cantidades de datos en la nube.
Estuvieron analizándolo Amazon, Microsoft, IBM, Oracle y Google, porque desde ya que era muy apetecible: 10.000 millones de dólares.
Dana Deasey, la directora de información del Pentágono, afirmaba en julio de 2019 que “estamos buscando un socio de la industria que aprenda con nosotros y nos ayude a encontrar las mejores formas de brindar capacidades comerciales fundamentales a nuestros combatientes de guerra».
Pero la realidad le dio la espalda a Amazon y favoreció a Microsoft, motivo por el cual el CEO de Amazon Web Services, Andy Jassy, fue muy duro denunciando que se había producido una «interferencia política significativa» de Trump en el contrato de JEDI.
Finalmente Google fue la primera en bajarse de este vehículo de privilegio que ocupan los gigantes tecnológicos norteamericanos. Adujo que este contrato entraba en conflicto con su filosofía corporativa.
Se trata del contrato más importante en la estrategia de defensa de los Estados Unidos, pues a través de él se busca el gigante tecnológico que pueda proveer y dar soporte a la infraestructura de datos, servidores e información en la nube del país durante los próximos 10 años.
Finalmente cuando se le otorgó a Microsoft, el departamento de defensa sostuvo que el contrato era un paso importante en la ejecución de la estrategia de modernización digital. Y resolvió asignarlo a una sola empresa en vez de fraccionarlo entre varias o creando una joint venture a tal efecto.
La decisión de injerencia política en Amazón fue una sorpresa
La decisión fue una sorpresa ya que todos los analistas esperaban que esta fuera para Amazon. La relación de Amazon con el gobierno de Estados Unidos estaba más avanzada que con Microsoft. La empresa de Jeff Bezos disponía de un contrato de 600 millones de dólares con la CIA y más de 5.000 agencias estadounidenses ya estaban usando el programa AWS de Amazon.
Lo sorprendente ha sido que ya en los últimos meses, la elección se reducía a Microsoft y Amazon sólo, porque el resto de candidatos fue descartado alegando motivos técnicos, excepto Gooble que se autoexcluyó.
Es evidente que ha sido una gran pérdida para Amazon Web Services que no deja de estar sorprendida con la elección de Microsoft.
Justamente a una empresa líder de la importancia mundial que tiene Amazon, no va a dejar esto como una partida perdida. De hecho, al estar denunciando que ha habido una injerencia política de Washington, hace que la posición de Amazon sea la de encontrarse en medio de un litigio activo y es bastante obvio que la dirección de la empresa tiene la fuerte convicción de que no se adjudicó de manera justa.
Para adoptar esta posición, que no es caprichosa, la sustenta en que si se analizan de manera objetiva y detallada las plataformas existentes, la decisión del gobierno no hubiera terminado dónde finalmente se ha visto que lo hizo.
¿En dónde se apoyan? En algo básico pero efectivo: si se le pregunta a los clientes que ya llevan varios años trabajando con Amazon, saben que cuenta con un par de años de ventaja en cuanto a funcionalidad y madurez. O sea, que la lógica decisión racional hubiera sido la adjudicación a Amazon y no a Microsoft, por lo que la tesis de esta interferencia política cobra más peso aún del que realmente tiene.
Justamente fue el CEO de AWS, Andy Jassy, que afirmó en el reciente RE-Invent de Las Vegas, conocer “bastante bien” las ofertas respectivas de Microsoft Azure y Amazon Web Services, y que la compañía recibió «mucha información» mientras competía por el contrato de Infraestructura de Defensa Empresarial Conjunta (JEDI).
Y ha sido este encadenamiento de hechos lo que llevó a la dirección de Amazon a presentar una protesta formal por la victoria de Microsoft el 22 de noviembre, citando evidencia en vídeo para respaldar su afirmación de que el proceso de licitación fue influenciado incorrectamente por la presión política del presidente Donald Trump.
2019 fue el año en que el gobierno de de Washington puso en la mira a las grandes tecnológicas
El gobierno federal no se cansó de anunciar por activa y por pasiva, que estaban evaluando desde diferentes instancias del gobierno, el inicio de investigaciones sobre las grandes empresas tecnológicas.
Los términos utilizados eran “las autoridades abrirán investigaciones en contra de Amazon, Apple, Facebook y Google”.
¿Cuál era la razón para dar este escarmiento público? ¿Más transparencia hacia los ciudadanos? ¿O en realidad sí acertaba en cuanto a la defensa de la ley? Es obvio que en Estados Unidos no están aceptadas ni por la ley ni por la ciudadanía, posiciones dominantes monopólicas que perjudiquen a otros empresarios y también a los consumidores.
Lo que sí ocurrió es que este movimiento en contra de las tecnológicas no tenía precedentes, fundamentalmente por el tamaño de las organizaciones implicadas y por el tremendo volumen económico que todas ellas gestionan en conjunto a escala global.
La Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia, que hacen cumplir de forma conjunta las leyes antimonopolio en Estados Unidos, dividieron la supervisión de las cuatro compañías, de manera tal que Amazon y Facebook quedaran bajo la supervisión de la FTC y Apple y Google del Departamento de Justicia.
Los problemas nunca vienen solos
Cuando se llega a esta situación en 2019 también hay que poner sobre la mesa las diferentes situaciones por las que a estas compañías se les había enfrentado con una seria crítica no sólo dentro del territorio norteamericano, sino en otros países. No hay que olvidar los problemas que tuvo Google con las autoridades chinas.
La razón para que estas posiciones tomaran fuerza, es sin duda que se les atribuye que tengan demasiado poder, al mismo tiempo, que el ejercicio de tal supremacía en los diferentes mercados, pueda tener un efecto perjudicial para los usuarios y los competidores.
El origen de la decisión del presidente Trump
Hay que buscar el origen de la decisión del gobierno que preside Trump, en la voluntad de querer controlar más a estos colosos tecnológicos mundiales, fundando esta voluntad en que es necesario un mayor control sobre las compañías de redes sociales, así como de Google, habiéndolos acusado de reprimir y suprimir las opiniones de los conservadores, en una alusión directa al Partido Republicano.
Por otro lado, estas organizaciones se defienden con el argumento de que nos se han presentado suficientes pruebas que corroboren tales denuncias.
En el caso de cuáles eran los fundamentos para iniciar una cruzada contra Google, subyacía en que había que determinar si la plataforma estaba usando poder, tamaño y alcance con el fin de presionar a competidores más pequeños, lo que se contrapone de frente con el derecho positivo vigente en Estados Unidos que garantiza una forma justa de competir en el mercado.
En esta cruzada de la administración Trump, Amazon no se ha quedado fuera. El fundamento radica en que se dijo que quería aprovecharse del Servicio Postal de Estados Unidos.
Otras empresas que sufrieroncomo Amazón injerencia política
Es el caso de la manía que le tomara el presidente Trump a la cadena CNN que pertenece a otro gigante tecnológico como es AT&T.
Ha llegado a pedirse a los usuarios que dejasen de usar los servicios de telecomunicaciones de esta empresa ya que es dueña de esa cadena de televisión. Y no fue una expresión fuera de lugar, sino la incitación a un boicot en toda regla, nada menos que a uno de los principales grupos de telecomunicaciones del país, en la creencia que de esta manera, se tendrían que forzar cambios y despidos en CNN.
Son ya de carácter anecdótico los desencuentros entre Trump y periodistas de este grupo de comunicación, simplemente porque le molestaban las preguntas que se le hacían en las ruedas de prensa y por estar convencido el presidente, que iban directamente en contra de las políticas de su administración.
Y desde la misma concepción de un exceso de poder que le atribuía el gobierno a Amazon, Google, Apple y Facebook, también en el caso de la CNN se afirmaba, que la fusión empresarial de dos gigantes que dio lugar a WarnerMedia, la actual propietaria de la CNN, los estudios Warner Bros y la plataforma HBO, concentraba mucho poder en muy pocos.
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