02 Mar HUBERT GIVENCHY: BIOGRAFIA 4
CONOCE LA BIOGRAFÍA DEL DISEÑADOR FRANCÉS HUBERT DE GIVENCHY.
En esta entrada, intentamos resumir los aspectos más resaltantes de la vida y obra del diseñador más prolífico de la historia del siglo XX, como de hecho lo fue el conde Hubert de Givenchy, quien enalteció el concepto de la moda y elevó sus diseños a la altura del arte y hoy siguen siendo las prendas favoritas de la vasta y distinguida clientela Givenchy.
Givenchy: su biografía
Hubert de Givenchy, un nombre legendario en la moda y conocido en todo el mundo. El diseñador que fundó una de las casas más míticas de moda, no solo supo dejar un legado de innovación que marcó un parteaguas en la historia, sino que —aún hoy— su inigualable influencia y espíritu siguen estando presentes.
Givenchy (1927-2018) nacido en el seno de una rica familia de orígenes aristocráticos. En tanto su padre era Marqués de Givenchy, aunque el diseñador no heredó el título al no ser el hermano mayor. Estudió Bellas Artes en París y su primer trabajo en la industria de la moda lo obtuvo gracias a Jacques Fath, aunque su pasión por esta profesión le venía de familia. Su abuela Marguerite fue Directora Artística de las fábricas de tapices de Beauvais, el mismo lugar en el que su bisabuela también diseñó algunas piezas que después de expondrían en el Palacio del Elíseo.
Después de completar sus estudios en la École des Beaux-Arts, Givenchy trabajó para varios diseñadores de moda, incluida la vanguardista Elsa Schiaparelli. En 1952 abrió su propia casa de moda, su estilo marcadamente innovador en comparación con el conservadurismo de sus contemporáneos.
Era, a los 25 años, el modisto más joven de la escena de la moda parisina. Gracias a sus diseños elegantes y femeninos, la marca Givenchy pronto se convirtió en sinónimo de elegancia parisina, y el diseñador es conocido por vestir a iconos de celebridades como Jacqueline Kennedy, Audrey Hepburn y Grace Kelly.
Su familia quería que fuera abogado, pero contra una vocación no se puede luchar. Givenchy decidió perseguir su pasión y estudió en la Escuela de Bellas Artes de París. Después de sus estudios, su indiscutible talento se vio refelejdo en las casas de Lucien Lelong, Jacques Fath y Schiaparelli. Fue íntimo amigo de Cristóbal Balenciaga. De hecho, fue el español el que lo animó y ayudó a crear su propia firma de costura en 1952. Givenchy siempre tuvo una gran admiración por el diseñador que lo inspiró a hacer historia, en una ocasión mencionó que «Balenciaga no solo creó un estilo, también una técnica. Fue el arquitecto de la Alta Costura».
El tejido que dominó su primera colección fue el de las camisas masculinas. Los comienzos son difíciles y más cuando las posibilidades financieras son limitadas. Pero Givenchy se las ingenió para idear una colección que resultó ser todo un éxito elaborada casi por completo con nada más y nada menos que popelina de algodón.
Su búsqueda de la pureza. Givenchy, como Balenciaga, estaba convencido de que la sencillez era lo más cercano a la perfección. Sus diseños dejaban atrás cualquier adorno, mientras que la clave estaba siempre en el juego de volúmenes y el definido trazo de las líneas.
La otra mujer de su vida. Ahora que la realeza y las personalidades políticas de cada país se sienten —o están— en la obligación de vestir con diseñadores del país al que representan, es difícil entender cómo Jackie Kennedy construyó su leyenda, en parte gracias a los diseños que Givenchy creó especialmente para ella.
La estética de Hubert de Givenchy.
La estética de la moda del apuesto y aristocrático Hubert de Givenchy combinó las tradiciones de la alta costura (creativa, lujosa y perfeccionista) con una sensibilidad empresarial moderna. En una carrera que abarcó 40 años, creó los vestidos de noche más glamurosos, desarrolló el influyente vestido «saco» y produjo elegantes trajes de día que nunca han pasado de moda. También definió la imagen de sastrería de Audrey Hepburn, tanto dentro como fuera de la pantalla, diseñando el pequeño vestido negro para Desayuno con diamantes.
Uno de los datos curiosos que reseña la prensa es La anécdota y la amistad con Audrey Hepburn. Cuando pidieron a Givenchy realizar el vestuario de Sabrina (1954), él se negó pensando que la actriz principal sería Katharine Hepburn; pero la historia resultó ser totalmente diferente cuando vio que era otra Hepburn la que portagonizaría la cinta. El dúo no solo formó un tándem de éxito en el cine (Givenchy se encargó del vestuario de Audrey en diez películas), sino que las horas de trabajo juntos los unió también en su vida personal. Su amistad duró 40 años.
La famosa actriz Audrey Hepburn, uso muchos de sus diseños. Después de conocerse,Hepburn se convirtió automáticamente en la musa de Givenchy. No es casualidad que algunos años después de conocerse, el diseñador creó, en honor a la actriz, un perfume llamado L’Intérdit (Lo Prohibido) destinado a las grandes casas de moda como Chanel y Lanvin.
Su relación, más allá de ser diseñador y modelo, se convirtió en una amistad de “alta costura”. Diseñó e hizo el icónico vestido negro de Audrey en Breakfast at Tiffany’s. Esto lo lanzó a ámbitos culturales y artísticos, como una gran referencia de cómo debería ser la moda femenina, pues la elegancia y sencillez de sus diseños, invitaba a las mujeres a pertenecer al estilo.
Grace Kelly, actriz de Hollywood y posteriormente princesa de Mónaco, hizo también parte de la gama personal de clientes del señor Givenchy. Esté le diseñó un vestido verde esmeralda, usado en una aparición pública en 1961.
Pero no nos vayamos tan lejos, el estilo del diseñador llegó a la actualidad. En el 2014, Kim Kardashian celebró su aniversario con el rapero Kanye West, usando un vestido blanco de Givenchy. El para ese entonces director creativo de la marca: Riccardo Tisci, aseguró que Kardashian es la Marilyn Monroe contemporánea.
Fue el primer diseñador en presentar una colección de prêt-á-porter. Sí así como lo lees, fue Givenchy el primer couturier en sumar a su colección una segunda línea más «práctica» en 1954.
En 1988 vendió la maison Givenchy al grupo LVMH, aunque siguió dirigiendo la Casa hasta el año 1995, cuando decide retirarse porque era el momento de saber cuando pasar la página . Fue sucedido como diseñador jefe por niño terrible John Galliano, con Alexander McQueen y Riccardo Tisci, para luego incorporarse la primera mujer en la firma Clare Waight Keller y actualmente el reto de mantener en el Status quo en la alta esfera de la costura de la marca y mantener la sostenibilidad en tiempos difíciles le corresponde, nada más y nada menos que Williams Mattews, director creativo fichado por Givenchy.
Givenchy Presidente del museo Getaria
El legendario diseñador francés, fue el impulsor del museo Balenciaga en Getaria. De hecho, fue presidente de la fundación que se encargó de construirlo, además fue él quien donó al museo su colección particular de su íntimo amigo vasco y mentor.
Givenchy además de vestir a Audrey Hepburn, Jackie Kennedy o Grace Kelly y fue pionero en el profundo cambio social de la moda en la segunda mitad del siglo XX. Pero siempre llevó con gusto la etiqueta de «discípulo de Balenciaga», hasta el punto de que su aportación fue decisiva para la creación en Getaria del museo consagrado al modisto guipuzcoano.
Givenchy fue el presidente fundador de la Fundación Balenciaga, germen del museo que albergaría después el legado de su admirado maestro y cuya ejecución siempre defendió, incluso en los momentos más difíciles en los que se redimensionó un proyecto que tardó diez tortuosos años en hacerse realidad.
El cargo de Givenchy como presidente fundador del Museo Balenciaga nunca se limitó a ser honorífico, ya que se implicó hasta sus últimos días en mantener vivo el legado de un maestro «generoso» que le brindó su apoyo desde que, tras varios intentos infructuosos, logró encontrarse con él en Nueva York.
Givenchy declara para el diario Vasco que: Hace muchos años se me pidió ser presidente de la Fundación Balenciaga y acepté encantado por mi amistad con él y como homenaje a su memoria. Seguí la construcción del museo, he conocido los problemas, he visto trabajar a un gran equipo y hoy es mejor pensar en los resultados.
El museo es una emocionante realidad que me evoca mis encuentros con Balenciaga, cuando me hablaba de su infancia y juventud en el País Vasco, y de su familia, tan unida. Yo descubrí el País Vasco gracias a Cristóbal. Era un hombre tan humilde que este museo tan grande quizás no le hubiese complacido tanto… pero era necesario disponer de un lugar así en homenaje a un modisto único».
Givenchy, fundador de la «maison» homónima, deja tras su muerte un legado sin par inspirado en el trabajo de Cristóbal Balenciaga, al que definía como «un arquitecto de la costura».
La pasión de Givenchy por Balenciaga llevó al modisto francés a implicarse desde los inicios en el proyecto de levantar un museo en Getaria que mostrara el trabajo del que decía, «ha sido y será siempre el modisto más grande» de la historia.
A modo de conclusión podemos decir, que el legendario diseñador francés Hubert de Givenchy, ha dejado una estela de innovaciones en la moda que se han elevado a la altura del arte y sus diseños han sido enarbolados en las siluetas de grandes celebridades tanto del siglo XX como del siglo XXI y sigue siendo la apuesta preferida en los closet de la mujer contemporánea, que quiere lucir una prenda con elegancia y sencillez que lleve el sello de identidad Givenchy, que más que una manera de vestir es un concepto que se enaltece una forma de ser femenina y sensual.
SI QUIERES SABER MÁS SOBRE HUBERT DE GIVENCHY.
BIOGRAFÍA PARTE 1
BIOGRAFÍA PARTE 2
BIOGRAFÍA PARTE 3.
HUBERT DE GIVENCHY Y PHILIPPE VENET.
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