CONOCE LAS ESTRATEGIAS DE NEGOCIO DE TIM HORTONS. PARTE 1.
NO CABE LA MENOR DUDA DE QUE LOS ORÍGENES DEL GIGANTE CAFETERO SON UN TANTO SINGULARES, DE POR SÍ EL NOMBRE DE LA EMPRESA HOMENAJEA A SU FUNDADOR, TIM HORTON, UN JUGADOR PROFESIONAL DE HOCKEY QUE NACIÓ EN 1930.
Tras dedicar 22 años a la Liga Nacional de Hockey, Horton sabía que su carrera no duraría para siempre, por lo que empezó a buscar una alternativa profesional al deporte. El negocio del café y los donuts atrajo a Horton, que abrió su primera cafetería en Ontario (Canadá) en el año 1964.
Un poco sobre Tim Horton.
La fama del local de Horton atrajo al expolicía y empresario Ron Joyce, quien decidió convertirse en su socio y abrir otros 40 locales en forma de franquicia. Lamentablemente, Tim no vivió para presenciar el gran éxito de su cadena, ya que perdió la vida en un accidente de coche en 1974.
Joyce decidió adquirir las acciones de Horton a la esposa de Tim y se convirtió en el único propietario de la cadena. Fue entonces cuando el empresario comenzó un agresivo plan de expansión internacional que convirtió a Tim Hortons en la cadena de cafeterías más grande de Canadá. En el año 1978, ya tenía abiertos 100 locales, llegando a duplicar esa cifra en 1984.
TIM HORTONS: EL ÉXITO DE SU CAFÉ.
En este punto hay que decir que el plan de expansión de Joyce no solo consistió en abrir multitud de franquicias por todo el mundo, sino también en ampliar su escueto catálogo de productos (donuts y café). Poco a poco, la firma se fue especializando en todo tipo de productos: molletes (1981), pasteles (1981), empanadas (1982), croissants (1983), galletas (1984), sopas y chili (1985) e incluso, sandwiches (1993).
Adicionalmente, Hortons llegó a lanzar un producto propio, los Timbits, que se elaboran con la masa sobrante del agujero de donut y que, a día de hoy, siguen siendo uno de sus principales productos más vendidos.
Con la llegada del año 1995, inicia una fase clave para la compañía. Mientras que, hasta entonces, su principal competidor había sido Starbucks tras fusionarse con la cadena americana de hamburguesas Wendy’s, Hortons pudo plantar cara a competidores como McDonald’s y afianzar su expansión en EEUU.
Desde entonces, la carta de Hortons se amplió significativamente, así como sus variedades de café. En este sentido, no fue sino hasta el año 2006 cuando ambas cadenas decidieron volver a separarse y recuperar su independencia.
Pero, a pesar de la amplía gama de productos que dispensa Tim Hortons en sus los establecimientos y que le permite competir con los gigantes del sector, la cadena canadiense sigue obteniendo la mayor parte de sus beneficios de los desayunos. Su café y sus donuts son todo un referente del éxito empresarial debido a una buena relación calidad-precio (entre 1,5 y 2 dólares un café).
Básicamente, también se podría decir que el éxito de sus cafés ha llegado hasta tal punto que desde hace varios años comenzó a circular el rumor de que la bebida resultaba tan deliciosa para el cliente porque contenía nicotina. La leyenda se expandió como la pólvora, lo que obligó a Tim Hortons a desmentirlo en su página web.
El desmentido todavía se mantiene, y si no lo sabías te lo compartimos:
«Es sólo un mito. Nos gustaría dejar claro que no hay absolutamente nada de nicotina en nuestro café. El café Tim Hortons no tiene aditivos de ningún tipo, está hecho sólo de una mezcla de semillas arábicas», afirma la empresa.
TIM HORTONS Y SU ESTRATEGIA EN ESPAÑA.
¿Cómo lanzar al mercado una nueva marca prácticamente desconocida para el público español? Tim Hortons definió un territorio muy canadiense: sencillez, cercanía, honestidad y humildad; luego de imponer su iniciativa en el mercado, decidió abrir su primera tienda en España a finales de 2017.
De esta forma, comienza el recorrido de una marca que era un perfecto desconocido para los españoles. Una nueva cadena de cafeterías en el barrio. Una marca que comenzaba desde cero para el consumidor español, una página en blanco. Todo un reto para Habitant, un nuevo concepto de agencia donde la innovación es un mantra.
Tim Hortons reivindica lo que a veces tanta falta hace en nuestra sociedad: normalidad. ¿Cómo lanzar una nueva marca prácticamente desconocida para el público?
Antes de responder esta pregunta, lo primero que deberíamos reiterar es que es necesario definir un territorio sólido y único dentro de la categoría. Un espacio muy marcado basado en los valores canadienses. Porque si Ikea triunfa mostrando con orgullo su carácter sueco, ¿por qué no Tim Hortons con los canadienses? Evidentemente, era posible. Esto se resume en sencillez, cercanía, honestidad y humildad. Una marca que reivindica lo que a veces tanta falta hace en nuestra sociedad: normalidad. Esta posición se consolida y se expresa con acciones de comunicación por parte de la marca alrededor de tres áreas: lanzamiento, contenido always on, y promociones.
Para comenzar su andadura en redes sociales realizaron la campaña, “¿Cómo se hacen las cosas en Tim Hortons’s?”. Un total de 22 vídeos que mostraban el producto y la personalidad de la marca.
Este comunicado al público se reforzó creando contenido always on aprovechando las cualidades de cada canal: momentos de Twitter o Stories de Instagram, por ejemplo. Y por último, implantaron una acción promocional para que la gente probará el café con Coffee Trucks por todo Madrid, dando a conocer su recorrido con post geolocalizados en redes sociales. Lo que generó aún más contenido y material en redes sociales, esta vez de los propios clientes… ¿Inteligente, no?
Es así como la clave fue crear una comunicación muy coherente con el posicionamiento. Paco García, Integrated Creative Director de Habitant explicaba como la clave fue crear una comunicación coherente con el posicionamiento y alinear toda la estrategia de contenidos alrededor de ese concepto.
Así, desde Habitant hicieron que la marca se convirtiera en un vecino muy querido para sus clientes, posicionándolo como el lugar donde lo extraordinario es ser normal.
Pero… ¿Qué es en sí el marketing?.
Bueno, en principio el marketing es una herramienta imprescindible para el éxito de cualquier negocio. La restauración no escapa a este principio; por ejemplo, los restaurantes tienen que atraer a los clientes y captar su interés en un contexto de alta competitividad.
Sin marketing no es posible lograr esa difusión imprescindible para el posicionamiento de la marca, es tan simple como eso. Una buena estrategia de marketing lleva al restaurante a esos espacios en los que están los potenciales clientes, a los sitios en los que ellos se mueven para buscar dónde almorzar o cenar.
Aunque se habla de “el marketing” en singular, como si fuera uno, en realidad el concepto encierra una diversidad infinita. Y así debe ser. Su versatilidad le permite ajustarse a diferentes identidades de los restaurantes y a los perfiles de clientes esperados.
Por esta razón, cada restaurante debe planificar su estrategia en función de sus características. Es cierto que hay rasgos que se repiten, pero es importante marcar la diferencia. De esta manera se logra sobresalir y atrapar las miradas de las personas. Y esa primera mirada, ese momento en que el potencial cliente se detiene y atiende al restaurante, es clave para conquistarlo.
Estrategias de marketing de los restaurantes exitosos.
Para entenderlo mejor, es sumamente necesario hacerlo con algunos ejemplos. Los restaurantes reconocidos son ejemplo de uso de estrategias de marketing personalizadas, esa personalización tiene que ver con el restaurante y con la segmentación de clientes. El conocimiento del perfil de clientes, de su forma de ver el mundo, de sus expectativas, de sus preferencias gastronómicas y de los medios que usa para elegir el restaurante son claves.
Pero la innovación y la originalidad tienen un gran peso. Es imposible destacarse en un entorno saturado de acciones de marketing si no se acude a lo nuevo, a lo sorprendente, a lo diferente.
Y sin ninguna duda, un ejemplo muy significativo es la estrategia empleada por la cadena de cafeterías Tim Hortons. Para promocionar su Dark Roast, su nuevo café negro, utilizó un autobús todo decorado en negro.
Mediante esta estrategia, invitaba a los transeúntes a subir al autobús y, mientras los llevaba de paseo por la ciudad les ofrecía este nuevo café. Sin dudas, una experiencia inolvidable para esas personas. Una estrategia de marketing innovadora y muy original.
Tim Hortons ha sabido cómo hacerlo…
No es un secreto para nadie que Tim Hortons ha sabido asociar su café con el orgullo obrero y la problemática identidad canadienses de una forma tan profunda e inteligente que, como explica el escritor e historiador canadiense Douglas Hunter en su libro Double Double: How Tim Hortons Became a Canadian Way of Life, One Cup at a Time, ha empezado a ser un requisito para los políticos en campaña aparecer en un Tim Hortons, bebiendo una taza de café, como forma de conectar con el canadiense medio, incluso cuando no se es consumidor de café.
Esto le ocurrió al exprimer ministro canadiense Stephen Harper, quien en 2009 durante un discurso hizo una pausa para tomar un sorbo de una taza de Tim Hortons, que contenía chocolate caliente, dado que el político no bebe café.
Otro ejemplo que se puede mencionar es cuando, Michael Ignatieff, antiguo líder del Partido Liberal canadiense, fue pillado infraganti con una taza del Starbucks en una mesa del bus que lo llevaba de tour electoral, cientos de comentarios en las redes sociales lo criticaron, llamándolo elitista bebedor de lattes.
Así las cosas, no es de extrañar que cuando en 2014 Burger King anunció que compraba Tim Hortons por 12 mil millones de dólares, algunos tratasen la fusión como una amenaza al orgullo patrio.
La oposición de Harper, por entonces primer ministro, organizó una rueda de prensa en frente de un Tim Hortons en Toronto, donde la laborista del NDP Peggy Nash, además de expresar dudas razonables sobre el impacto que estas negociaciones tendrían en el mercado canadiense, pidió a las dos partes que se asegurasen de que “la marca de Tim Hortons y la experiencia de Tim Hortons siga siendo parte de la sociedad canadiense”.
¿Increíble hasta dónde puede llegar el marketing, no?.
Pero en la locura timhortoniana también hay excepciones. Como con todo elemento aglutinador canadiense, la expansión a Quebec fue mucho más tardía y mucho menos exitosa. Los tópicos canadienses no funcionan en la provincia francófona, y Tim Hortons ha tenido que adaptarse poco a poco al imaginario de la región.
Así, por ejemplo, en 2010, Tim Hortons elminó de sus tazas navideñas la hoja de arce por un copo de nieve, y las Montañas Rocosas y la famosa Torre CN, y los sustituyó por paisajes quebequenses. La cadena de cafeterías tampoco es especialmente popular entre el público más joven y urbanita, más interesado en opciones gastronómicas más estimulantes.
“Yo no conozco a nadie que realmente se emocione por Tim Hortons. Nadie. Es comida mediocre, el ambiente es mediocre, todo es mediocre. Que una nación tome una cadena de café barato y de donuts congelados como vehículo de identidad nacional es un poco patético”, cuenta Verónica P., diseñadora gráfica de 36 años, declarada foodie y originaria de Montreal, en Quebec.
La pregunta es si una marca cuyo éxito está íntimamente ligado a la idiosincrasia de un país tan diferente a España como es Canadá funcionará fuera de sus fronteras. Cabe preguntase si la clase obrera española está lo suficientemente globalizada y americanizada como para cambiar la tostada y el cortado del bar Pepe por café americano y los donuts de Tim Hortons.
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TIM HORTONS: LA EMPRESA PARTE 1
TIM HORTONS: LA EMPRESA PARTE 2
TIM HORTONS VS STARBUCKS
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