Enrique Ortega Burgos

PATENTES ESPAÑOLAS FAMOSAS. PARTE 5

PATENTES ESPAÑOLAS

CONOCE ALGUNAS DE LAS PATENTES ESPAÑOLAS MÁS FAMOSAS. PARTE 5.

 

En esta entrada continuamos repasando las patentes españolas más famosas y relevantes, aquellas cuya influencia se siente aun esta época, tal es el caso de la patente de Juan de la Cierva que es considerada como un antecedente directo de lo que es el helicóptero.

También en entrada anterior mencionamos la primera patente registrada por una mujer en España, la cual fue otorgada en el año 1865 a Fermina Orduña, quien creó un sistema para la distribución de la leche de forma rápida e higiénica. Si bien este invento puede parecer que no tiene ningún tipo de influencia en la actualidad, uno de los preceptos de la inventora para lograr una leche de buena calidad es darle un buen trato a los animales, lo cual se encuadra dentro de la sostenibilidad y ética ambiental.

Ahora bien, la pandemia hizo que aumentara las solicitudes de registro de marcas en España, siendo los sectores sanitarios y de energías renovables los que más solicitudes de patentes han generado. Pero, según la EPO (Oficina Europea de Patentes), las solicitudes de patente españolas ante ese organismo apenas totalizaron el 1%   de las solicitudes presentadas 2021, siendo Estados Unidos, Alemania, Japón, China y Francia.

Así que continuemos conociendo las patentes más famosas y relevantes de España:

 

LA PATENTE DEL TRAJE ESPACIAL

 

Sin duda al mencionar traje espacial se piensa en los astronautas de la Nasa o soviéticos que llegaron al espacio. Pero lo que muchos no saben es que el traje espacial fue ideado por un español: Emilio Herrera Linares, quien nació en Granada en 1879 en el seno de una familia burguesa. Herrera fue militar, científico y político. En 1896 ingresó a la Academia Militar  y desde entonces tuvo una destacada carrera militar que lo llevó a realizar operaciones militares en Marruecos, también participó en competiciones deportivas, una de ellas fue la de cruzar el Estrecho de Gibraltar, por lo que recibió el titulo de caballero gentilhombre por parte del rey Alfonso XIII.

Pero también estaba dedicado al estudio científico, ya que determinó la ecuación del péndulo compuesto junto a Esteban Terradas Illa, y también realizó un estudio sobre las sombras volantes causadas por las capas altas de la atmósfera durante un eclipse solar.

Una de sus primeras innovaciones fue la creación de un laboratorio aerodinámico, el cual fue alabado por los científicos. Pero el invento que sin duda lo ubica entre las grandes mentes de España es el traje espacial, o, como lo denominó: Traje y Escafandra Estratosférica.

Ahora bien, a partir de 1915, Emilio Herrera Linares comenzó a enfocarse en la creación del traje aeroespacial. Finalmente, a mediado de la década de los 30, Herrera ya tenía lista su creación, la cual tenía las siguientes características: cuenta con un casco de chapa de acero forrado de fieltro y recubierto de aluminio pulimentado. Para la visión, el casco tenía triple cristal irrompible, con filtro ultravioleta  e infrarrojo. Las articulaciones del traje tenían forma de acordeón y reforzadas con cables de acero.

Como soporte vital, el traje contaba con una botella de oxigeno el cual estaba conectado por un cable al casco, además, contaba con una botella de oxigeno más pequeña que se ubicaba en la cintura.  El traje estaba  realizado en materiales tales como lana, caucho, lona reforzada con cables de acero y una capa reflactante de plata  que evita el recalentamiento. El traje pesaba un total de 127 kg  y funcionaba de forma autónoma durante un poco más de 2 horas y era resistente hasta la temperatura -79 grados.

La construcción del traje comenzó en 1933 y la finalidad de este traje era permitir los movimientos en el espacio, pero garantizando su seguridad gracias al oxigeno y sus materiales que protegen al cuerpo de las temperaturas extremas del espacio. El traje estaba dirigido a los tripulantes de globos de gran altitud (otra innovación de Herrera).

En 1935 fue registrada la patente del traje y escafandra estratosférica. El traje sería usado en el año 1936, ya que el globo de altitud haría su vuelo inaugural ese año. Pero el estallido de la Guerra Civil truncó los planes de Emiliano Herrera, ya que se alistó al bando republicano.

Finalmente, Herrera se exilió en Francia, donde continuó con sus investigaciones y recibía el pago de sus patentes. Emilio Herrera Linares falleció en Ginebra, Suiza, el 13 de septiembre de 1967.

El traje de Herrera tuco influencia en la creación de los trajes de los astronautas de la Nasa. De hecho, uno de los asistentes de Emilio Herrera mencionó que los estadounidenses le propusieron participar en el programa espacial, pero Herrera se negó debido a que no le permitieron el ondeo de la bandera española en la Luna.  Pero hay que destacar que Neil Armstrong entregó una roca lunar a uno de los colaboradores de Emilio Herrera. Así que la influencia española se siente hasta en el espacio.

 

LA PATENTE DE SOR PERBOIRE

 

 

Sor Perboire fue una religiosa de las Hermanas de la Caridad de Barcelona, cuyo nombre de nacimiento era María del Carmen Ortiz de Arce. Sor Perboire era maestra en un colegio para niños ciegos, y sin duda este fue el principal motivo detrás de su patente, la cual se denomina “Un Aparato Para Escribir Los Ciegos”.

Esta patente consiste en una regleta de tres reglones con veinticinco  cajetines, sobre cada uno de ellos  se encuentra un pequeño rectángulo. La rejilla se articula mediante tres bisagras. En la esquina de la plancha se encuentra cuatro diminutos pivotes que se insertan en cuatro agujeros de la rejilla para mejor sujeción del papel.

Igualmente en el lado derecho dispone de un apéndice para levantar con comodidad la rejilla. Con esta regleta se podía escribir en los sistemas Braile y Llores. Con este aparato se facilitaba el trazo de caracteres con relieve y que se pueden sentir con el tacto.

La patente de Sor Perboire fue registrada el 5 de julio de 1909. En la actualidad puede verse un ejemplar de este aparato en el Museo Tiflológico de la  Once de Madrid.

 

LAS PATENTES TALGO

 

 

El Talgo es el tren más relevante de España, ya que significó una revolución en lo que a trenes se refiere, ya que son más ligeros  y esto hizo que fueran más seguros también, y la mente detrás de la creación de estos trenes fue Alejandro Goicoechea.

Alejandro Goicoechea nació en  1895 y estudió ingeniería en la Escuela de Ingenieros del Ejercito de Guadalajara. Desde muy temprano mostró su interés por los ferrocarriles y durante su carrera en el ejercito sus misiones estaban relacionadas con los ferrocarriles. Al finalizar su carrera militar, en el año 1937, centró sus esfuerzos en la creación de trenes ligeros que disminuyeran la carga puntual por rueda.

La ligereza de los trenes se lograba gracias a un sistema de ruedas inspirado en los triciclos, ya que las ruedas estaban instaladas de forma independiente las unas de las otras. Esto permitía que las ruedas se adaptaran ellas mismas al sentido de la  marcha sin que hubiera influencia del peso del vagón. Con ello se garantizaba la seguridad de los ferrocarriles, ya que existía menos riesgos de accidentes al ser vehículo menos pesado.

Alejandro Goicoechea registró su primera patente en el año 1927, la cual consistía en un sistema para la construcción de vagones mediante soldadura por arco eléctrico, lo que permitía prescindir de tornillos y remanches para la sujeción de las piezas, por lo tanto el vagón era más ligero. Por lo que esta patente era un antecedente de lo que sería el Talgo.

En 1941 se hizo la primera prueba del tren ligero con ruedas independientes, tomando la ruta Leganés-Villaverde, Villaverde-Madrid y Madrid-Segovia. La prueba fue todo un éxito, ya que se demostró que el peso no era un factor para los descarrilamientos y que las ruedas funcionaban de forma autónoma.

En 1942, Alejandro Goicoechea se hizo socio del empresario José Luis Oriol, por lo que fue creada la empresa Patentes Talgo, la cual financió los proyectos ferroviarios de Goicoechea. Ahora bien, entre 1941 y 1942 registró nuevas patentes relacionadas con  el tren (las registradas bajo el número 151396 y 159301), inclusive hasta las registró en Francia también. Pero con la creación de la empresa Patentes Telgar, las patentes pasaron a ser de su propiedad, ya que la empresa centra toda la propiedad industrial en relación a estos trenes.

Finalmente, el Talgo I fue estrenado, siendo este modelo protegido por medio de las patentes españolas 163239, 166006, 166809 y 174019.  El Talgo I sin duda marcó un antes y después en la industria ferroviaria. Alejandro Goicoechea dejó la empresa Patentes Talgo debido a desacuerdos con la directiva, no puede negarse que fue la mente detrás de estos trenes, los cuales han marcado a la industria ferroviaria mundial y  podemos encontrarlos en varios países, ya que Talgo se ha convertido en una de las grandes empresas españolas a nivel mundial.

 

Como hemos visto en esta serie de entradas, en España se han encontrado alguna de las mentes más geniales de la historia, cuyos trabajos en los campos científicos e industriales han contribuido a los avances de nuestra época. El hecho de patentarlas, además de reconocer y premiar el esfuerzo del inventor, ha permitido que los documentos de estas patentes sean conservados para la historia.

 

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