¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS QUE SE REQUIEREN EN ESPAÑA PARA SER ABOGADO O EJERCER LA ABOGACÍA?
En esta publicación analizaremos los requisitos para ser abogado en España. Además de estudiar en detalle cada uno de estos requisitos, daremos una breve explicación para entender qué diferencias existen entre abogado ejerciente y no ejerciente.
Por otro lado, no debemos olvidarnos del abogado perteneciente al Turno de Oficio, el cual, además de los requisitos generales, debe de cumplir otros a mayores.
¡Conoce quién puede ser denominado abogado y qué requisitos debes de cumplir para ello!
El Examen de Acceso a la Abogacía Parte 1
El Examen de Acceso a la Abogacía Parte 2
El Examen de Acceso a la Abogacía Parte 3
LA ABOGACÍA COMO PROFESIÓN.
La abogacía es una profesión libre e independiente por la que defendemos los derechos e intereses públicos y privados de nuestros representados. La denominación de abogado corresponde en exclusiva a quien cumpliendo los requisitos que a continuación señalaremos, esté colegiado, ya sea como ejerciente o como no ejerciente.
En el ejercicio profesional de la abogacía, los abogados deben de cumplir fielmente con la deontología, así como la normativa en general. Para ello, prestan juramento o promesa de acatamiento a la Constitución Española y al resto del ordenamiento jurídico.
La propia jurisprudencia ha establecido, entre otros, la Sala 2ª del Tribunal Supremo, en su sentencia de 10 de Noviembre de 1990, lo que se entiende por la profesión de Abogado, tal y como se reseña a continuación:
“Abogado, es aquella persona que, en posesión del título de Licenciado en Derecho, previa pasantía, o sin ella, previo curso en Escuela de Práctica Jurídica, o sin él, se incorpora a un Colegio de Abogados y, en despacho propio o compartido, efectúa, los actos propios de esa profesión, tales como consultas, consejos y asesoramiento, arbitrajes de equidad o de Derecho, conciliaciones, acuerdos y transacciones, elaboración de dictámenes, redacción de contratos y otros actos jurídicos en documentos privados, práctica de particiones de bienes, ejercicio de acciones de toda índole ante las diferentes ramas jurisdiccionales, y, en general, defensa de intereses ajenos, judicial o extrajudicialmente…”.
A continuación, veremos cuáles son los requisitos para que un jurista pueda denominarse abogado.
REQUISITOS PARA SER ABOGADO EN ESPAÑA
Para poder ser considerado como abogado y poder ejercer como tal, es necesario que se cumplan con los siguientes requisitos, de obligado cumplimiento:
- Licenciatura o grado en Derecho, ya sea por la pública o la privada. También se pueden homologar aquellas titulaciones extranjeras.
- Máster o curso oficial de acceso a la Abogacía, con la obligatoriedad de cumplir el mínimo de horas de prácticas externas. El máster está compuesto por 90 créditos ECTS en donde tratarás un contenido teórico y uno práctico que finalizará con el examen estatal.
- Haber superado el examen de acceso a la Abogacía, el cual es convocado por el Ministerio de Justicia habitualmente dos veces por año.
- Estar colegiado en alguno de los Colegios de toda España. Con la incorporación en uno de ellos podrás ejercer en todo el territorio nacional.
PROS Y CONTRAS DE SER ABOGADO
Como ventajas podemos señalar las siguientes:
- Es una profesión muy satisfactoria, por cuanto ayudas a otras personas, aunque a veces también vemos cómo los derechos de nuestros clientes no son satisfechos de la mejor manera posible.
- Es una profesión habitualmente respetada por la gente externa, si bien es cierto que se denigra por los propios miembros con condiciones abusivas y sueldos mínimos. Tanto es así que en muchas ocasiones las prácticas son gratuitas teniendo que realizar jornadas superiores al horario legal.
- Suele tener un alto porcentaje de inserción laboral. Cuanto mayor especialización tengas, mayores posibilidades tendrás de acceder a un puesto de mejor condición.
- Debes de tener habilidades para comunicarte con tus clientes y negociar. Un buen abogado no debe de olvidar que además de tener compañeros de profesión, también trata con sus clientes, personas que necesitan de un profesional que le transmita la confianza suficiente como para pelear su asunto.
Sin embargo, también existen desventajas como las que se reseñan:
- Es una profesión de mucha dedicación, lo que suele derivar en sufrir un estrés bastante alto. En muchas ocasiones los problemas de los clientes pasan a formar parte de tu vida personal, por lo que realmente debemos separar eficientemente el trabajo de nuestro entorno familiar.
- Para poder ser abogado debes de haber cursado la carrera, el máster oficial y haber superado el examen estatal. No debemos de olvidar estos requisitos básicos.
- Es recomendable contar con una especialidad, pues es lo que va a marcar la diferencia en un mercado tan competitivo como el de la abogacía. En la actualidad, existe una amplia variedad de especializaciones que se integran dentro de las áreas básicas del derecho: social, penal, civil o contencioso-administrativo.
CUALIDADES QUE DEBES DE TENER SI QUIERES DEDICARTE A LA ABOGACÍA
No todo el mundo puede dedicarse a la abogacía, como tampoco todo el mundo puede ser médico, futbolista o agricultor. Para poder dedicarte a la abogacía, es importante contar capacidad para negociar, siendo persuasivos, perseverantes y convincentes con nuestras alegaciones.
Además, el abogado debe de saber lidiar eficazmente contra la incertidumbre y el estrés, defendiendo cualquier tipo de cliente, incluso si es un posible asesino o violador.
Por otro lado, conviene destacar la importancia del mantener el tradicional servicio ágil y cercano con el desafío tecnológico. Asimismo, es importante el desarrollo de un perfil especializado, razón por la cual son cada vez más los másteres en doble titulación que existen.
Se trata de diferenciarse en un mercado tan competitivo como es el de la abogacía. Además de estas especializaciones, existen blogs de opinión jurídica que permiten desarrollar tu marca personal.
Es una oportunidad única para potenciar quién eres y darte a conocer en un sector tan competitivo.
¿DÓNDE TRABAJAR COMO ABOGADO? (SALIDAS PROFESIONALES)
Como abogado, no sólo hay una única salida profesional y es que puedes, entre otras, decantarte por lo siguiente:
- Abrir tu propio despacho privado. Como abogados, nada hay mejor que crear, desarrollar y ver crecer tu propia marca desde tus orígenes, convirtiéndote en tu propio jefe.
- Formar parte de un despacho ajeno. Frente a aquellos abogados que deciden iniciar su camino en solitario, se encuentra aquel abogado que prefiere trabajar para otros sin la necesidad de tener que captar clientela.
- Colaborar con distintos abogados. Es decir, puedes ser tu propio jefe llevando tus asuntos, pero también que un tercero te complemente, pasándote procedimientos. En el área bancaria las colaboraciones suelen ser algo muy habitual.
- Incluso ser abogado de las administraciones, pasando por una oposición, como es el caso de los Abogados del Estado o del Cuerpo Jurídico de la Armada.
- En el caso del Cuerpo de Abogados del Estado, debemos destacar que son una de las oposiciones más extensas y difíciles que existen, de tal forma que sólo un porcentaje ínfimo decide opositar para ello.
- Por otro lado, se encuentra el Cuerpo Jurídico Militar, a través del cual se ofrece asesoramiento jurídico y otras funciones relacionadas con lo legal en el ámbito de aplicación de las Fuerzas Armadas Españolas.
DIFERENCIAS ENTRE EL ABOGADO EJERCIENTE Y EL NO EJERCIENTE
Dentro del concepto de abogado podemos distinguir dos categorías: el abogado ejerciente y el no ejerciente. Aunque parezca una materia fácil de diferenciar, lo cierto es que trae en duda a los juristas hasta que deciden colegiarse.
El abogado como tal, es aquella persona que ejerce la dirección y la defensa de ambas partes en todo tipo de procesos, pudiendo asesorarle previamente para evitar llegar a sede judicial.
El propio Estatuto General de la Abogacía defiende la profesión, reiterando los requisitos y la obligatoriedad de superar el examen estatal. Abogado ejerciente es aquel que puede comparecer ante los Tribunales de Justicia para desarrollar las tareas ligadas al tradicional concepto de “abogado de sala”.
Para poder adquirir tal condición, es necesario que se esté adscrito a un Colegio profesional como ejerciente, siendo la cuota de colegiado distinta a aquel que no ejerza.
Los abogados no ejercientes aparecen en el Estatuto General de la Abogacía en su artículo 8 definidos, lo que se conecta con los requisitos necesarios para ello, con especial hincapié en lo siguiente:
- Se mayor de edad.
- Haber obtenido las correspondientes titulaciones (grado / licenciatura y máster o curso oficial de acceso a la Abogacía).
- Cumplir con las cuotas de ingreso establecidas por el Colegio.
- No tener ninguna causa de incapacidad abierta.
Como abogados no ejercientes pueden denominarse además de quienes cumplan tales requisitos, aquellos profesionales colegiados que, tras haber dedicado a la profesión más de veinte años, deciden cesa la práctica de la abogacía por alguna causa.
Si no tienes claro si tu dedicación va a ser relacionada con el abogado ejerciente, ser abogado no ejerciente también comporta beneficios pues puedes obtener acceso a los servicios del Colegio y hacer un networking que sin se abogado no lo podrías estar haciendo.
REQUISITOS PARA SER ABOGADO DE OFICIO: BREVE RESEÑA.
Para ser abogado en el Turno de oficio es necesario acreditar tres años de ejercicio y:
- Tener residencia habitual y despacho abierto en el ámbito del Colegio donde se solicita la inscripción en el Turno de Oficio. Ojo, existen demarcaciones especiales, de tal forma que debemos de tenerlas en cuenta.
- Es obligatorio como ya indicábamos el acreditar los más de tres años en el ejercicio efectivo de la profesión.
- Además, hay que contar con el diploma del curso de Escuela de Práctica Jurídica o de uno equivalente homologado por el Colegio de Abogados en el que desees inscribirte o haber superado los cursos y pruebas de acceso al Turno de Oficio, así como la asistencia letrada que cada Colegio de Abogados establece.
- No obstante, este requisito podrá quedar dispensado por la Junta de Gobierno del Colegio oportuno si quien lo solicita cuenta con los méritos y circunstancias oportunos que acrediten su calificación para prestar sus servicios en el Turno de Oficio.
EN CONCLUSIÓN.
Analizado todo lo anterior, hemos visto quién se puede entender como abogado, cuáles son sus requisitos, las diferencias entre abogado ejerciente y no ejerciente, y también, quién puede ser abogado del Turno de Oficio.
Dicho todo lo anterior, el mundo de la abogacía está comprendido además de por abogados, por otros profesionales que, sin tener este título, están vinculados al sector legal y jurídico.
Por otro lado, el nicho de mercado es cada vez más grande en tanto en cuanto además de la temática tradicional, la llegada de la tecnología y la innovación ha hecho que aparezcan abogados especializados en todas estas áreas.
Por ejemplo, en la actualidad hay innumerables cursos y másteres relacionados con la Inteligencia Artificial, videojuegos o eSports, nuevas áreas en desarrollo en donde los abogados podemos especializarnos.
En conclusión, ser abogado es una profesión totalmente vocacional en donde las áreas de especialización son muy amplias, pudiendo desarrollarte tanto en lo más tradicional como en lo más novedoso.
Fuentes: ElDerecho, EOB Editorial, Estatuto General de la Abogacía Española, Código Deontológico, Cinco Días y Expansión.
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