CONOCE ALGUNAS DE LAS PATENTES ESPAÑOLAS MÁS FAMOSAS. PARTE 4.
En esta entrada continuamos conociendo las patentes más famosas de España. Como ya hemos visto de la serie de entradas, de España provienen innovaciones que han marcado a millones de personas y que en la actualidad siguen vigentes, como el teleférico, la batidora minipimer, el abrelatas y el submarino eléctrico.
Como también se mencionó en entradas anteriores, a partir de la pandemia las solicitudes de patentes en Españas, presentadas por los españoles, alcanzaron un número récord en la Oficina Española de Patentes en 2021. Ahora bien, los sectores donde se registraron las mayores solicitudes de patentes en el país fueron tecnologías sanitarias, energía sostenible, medicina, biotecnología, transporte y motores.
Cataluña, Madrid y el País Vasco son las regiones españolas que solicitaron más patentes durante 2021, quedando desglosadas de la siguiente manera: en Cataluña fueron presentadas 33,5% de las solicitudes de patentes, en Madrid el 19,5% y en el País Vasco el 11,4%. Por lo tanto, entre las tres regiones totalizan el 64,4% de las solicitudes de patentes presentadas en España 2021. Probablemente algunas de ellas se trate de un invento o innovación que en 100 años todavía será influyente. Así que continuemos conociendo más patentes famosas de España.
PATENTE DEL AUTOGIRO
El autogiro es un invento de Juan de la Cierva Cordoníu, ingeniero e inventor. Este invento es considerado el antecedente de lo que hoy en día es el helicóptero. Juan de la Cierva nació en el año 1895, en el seno de una familia influyente, ya que su padre era el político Juan de la Cierva y Peñafiel. Desde su infancia, Juan de la Cierva sentía interés por la aviación y por lo inventos, ya que leía libros de inventos.
Juan de la Cierva se graduó de ingeniero de caminos especialista en construcción aeronáutica, igualmente obtuvo el titulo de piloto aviador. Por lo que prontamente comenzó a trabajar en el diseño y construcción de aviones. En este sentido, en 1920, patentó un invento que sin duda ha influido en la aviación: se trata del autogiro. Esta patente quedó registrada bajo el número 74322.
Según los documentos de la patente, el autogiro consiste en una aeronave que tiene alas giratorias, la cual incluye dos rotores contrarrotativos superpuestos, el ala superior giraba en sentido dextrógiro y el inferior en sentido levógiro. A pesar de que la máquina logró ser patentada, la misma no fue satisfactoria para Juan de la Cierva debido a que el ala inferior era más lenta que la superior.
En consecuencia, Juan de la Cierva ideó una nueva máquina aeronáutica que contaba con un solo rotor con un ala que cuenta con cuatro puntas. Esta nueva nave fue patentada en 1921, bajo el número 77569, la cual está relacionada con la patente 74322.
Juan de la Cierva continuó incorporando mejoras al nuevo diseño, hasta llegar al perfeccionamiento de las alas, la cual fue patentada en 1922 y trata del batimiento de las alas. En este sentido, en la nueva patente, cuyo número de registro fue 81406, en el cual las alas no están unidas ante sí, sino que están pegadas a un tubo eje, logrando que las alas se movieran sin interferir en el movimiento entre ellas y así la nave logra estabilidad y como consecuencia menos accidentes aéreos.
Esta máquina llamó la atención de la prensa y de las fuerzas armadas españolas, tanto así que hasta el rey Alfonso XIII estuvo en una de las muestras de la nave y hasta voló en una de ellas. De hecho, Juan de la Cierva llegó a ser recibido por el entonces presidente de Estados Unidos, Herber Hoover, en los jardines de la Casa Blanca.
Juan de la Cierva falleció en el año 1941 en un accidente de avión. Sin duda ironías de la vida, ya que el principal invento de sus invenciones era hacer aeronaves más seguras .
LA PATENTE DE FERMINA ORDUÑA
En esta entrada de patentes famosas es importante mencionar al Fermina Orduña, quien fue la primera mujer española en conseguir el registro de una patente a su nombre en el año 1865. No existen muchos datos acerca de su vida, pero lo que se sabe, gracias a la patente es que se dedicaba a la venta de leche.
Ahora bien, la patente se denominaba “Carruaje para Caballerizas para la Conducción Higiénica de las Burras, Vacas o Cabras de Leche para la Expedición Pública”, consistía en un carruaje que transportaba ganado lechero que tenía una cabina con pienso de grano seco con el cual se alimentaba al ganado y garantizando una buena alimentación. Además, el carruaje tenía un envase de agua caliente para conservar la leche a temperatura natural durante 20 minutos; también tenía una caldera para mantener la temperatura del agua y una campana para avisar a los clientes.
Con esta invención Fermina Orduña resolvía un problema que era común en aquella época que era la venta de la leche sin ningún tratamiento previo que garantizara su salubridad, pero se sabía que no debía pasar mucho tiempo entre el ordeño del animal y la venta para su consumo humano.
La finalidad de Orduña era la de comercializar o abastecer leche de calidad, haciendo su distribución de forma rápida e higiénica, ya que los animales eran ordeñados en el propio carruaje.
Y es que el carruaje funcionaba de la siguiente manera: los animales eran ordeñados en el carruaje, la leche que resultaba del ordeño era introducida en un recipiente de cristal que era cerrado de forma hermética y, por último, el envase era sumergido en agua caliente durante 20 minutos para conservarlo. Un aspecto importante de esta patente era que Orduña tenía la certeza de que darle un buen trato a los animales, lo cual incluye una buena alimentación y el transporte adecuado, garantizaba que los animales produjeran leche abundante y de excelente calidad.
Como se mencionó en líneas anteriores, la patente de Fermina Orduña fue registrada en el año 1865, específicamente el día 20 de mayo, pero es preciso indicar que en esa época la protección de las invenciones no se denominaban patentes, sino que se denominaban “privilegios de invención”.
La invención de Orduña se hizo pública cuando salió en La Gaceta de Madrid, el día 20 de julio de 1869, cuando fueron publicados los privilegios de invención e introducción que fueron otorgados desde enero de 1865 hasta septiembre de 1867. En la página 10 de la Gaceta constaba la patente de la siguiente manera: “Doña Fermina Orduña, de Madrid, invención por Real Cédula de 20 de mayo de 1865: Sistema para expender la leche de burras, vacas y cabras”. La patente o, mejor dicho, el privilegio de invención otorgado a Fermina Orduña tuvo una vigencia de cinco años, ya que era lo establecido en la época.
Si bien el invento de Fermina Orduña puede haber quedado obsoleto debido a todos los avances que se han logrado para la conservación de los alimentos, la premisa que tuvo en relación al trato a los animales, puede decirse que era avanzada a su época, por cuanto en la actualidad uno de lo pilares de la sostenibilidad es darle un trato ético a los animales.
LA PATENTE DE RAYOS X PORTÁTIL
El rayos X es in instrumento que forma parte integral de la medicina moderna. En este sentido, el rayos X portátil permite hacer el examen a las personas enfermas o en momentos de emergencia. Y justamente la mente detrás del rayos X portátil es el español Mónico Sánchez Moreno (1880-1961), considerado como el “Tesla manchego”.
La historia de Mónico Sánchez es bastante interesante debido a que es un hombre que se hizo a sí mismo. Sin saber inglés, se apuntó a un curso de ingeniería por correspondencia dictado desde Londres en ese idioma. Gracias a la excelencia que demostró durante sus estudios Sánchez fue invitado a trabajar en la ciudad de Nueva York, ciudad donde llegó en 1904 y con 60 dólares en el bolsillo.
En Estados Unidos logró hacer una gran carrera, al graduarse de ingeniería en la Universidad de Columbia en 1909 y trabajó en la empresa Van Hounten, la cual se dedicaba a la tecnología médica. Fue durante esta época que Sánchez creó un invento que ha influido en la tecnología de los rayos X, se trata del Aparato Portátil de Alta Frecuencia y Alto Potencial. Con esta innovación, Sánchez resolvía el problema que en esa época tenían lo rayos X, el cual era su tamaño y peso y volumen.
La maquina de rayos X presentada por Sánchez (en cuyo desarrollo partió de los inventos de Tesla en este sector), era mucho más ligera y portátil, ya que redujo el hierro de transformador al emplear la frecuencia de 7 MHz en lugar de la que se empleaba usualmente que era 50 MHz, por lo que el aparato era más pequeño de lo usual, pesando 10 kg y pudiendo ser transportado en una maleta, mientras que una máquina de rayos X de la época llegaba a pesar 400 kg.
Ahora bien, la patente del “Aparato Portátil de Alta Frecuencia y Alto Potencial” fue registrada en Estados Unidos en el año 1910. Posteriormente, Sánchez vendió la patente a la empresa Collins Wireless Telephone Company, por la cantidad de 500 mil dólares (una fortuna en la época).
Con el dinero que ganó por su trayectoria y la venta de la patente, Mónico Sánchez regresó a España, residenciándose en Piedrabuena, donde fundó la empresa “Laboratorio Eléctrico Sánchez”, con la finalidad de llevar la electricidad y mejorar la calidad de vida del lugar que lo vio nacer.
Aunque la patente fue registrada en Estados Unidos, sin duda debe incluirse en un listado de las patentes más famosas de España debido a que la mente detrás de su creación fue un español que, pudiéndose quedar en Estados Unidos, decidió regresar a su país para contribuir en su avance tecnológico.
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