Como ya se ha mencionado en entradas anteriores, la innovación es clave para el éxito de cualquier empresa cosmética, por cuanto gracias a ella se crean productos que mejoran nuestra apariencia y que nos hacen sentir más cómodos, pero también se pueden mejorar las formulaciones de estos productos para hacerlas más sostenibles y sanas para nuestro cuerpo.
Para llegar a estas innovaciones las empresas cosméticas invierten en recursos materiales y humanos. Por lo tanto, es clave para estas empresas proteger sus innovaciones por medio de la figura jurídica de la patente. La patente es un titulo, otorgado por la Oficina de Patentes de cada país, en el cual el titular tendrá la exclusividad en el uso y comercialización del invento, pudiendo ejercer acciones contra terceros que hagan uso de la invención sin su autorización.
Sin embargo, es preciso indicar que la protección de la patente tiene una duración máxima de 20 años, por lo que terminado ese lapso, la invención pasa al dominio público, por lo que podrá ser usada por cualquier persona sin necesidad de obtener la autorización del titular.
En una industria cosmética que cada vez se vuelve más competitiva, por lo que las empresas están buscando la innovación que les permita destacar en esta industria. Por lo tanto, las empresas de este sector se han embarcado en una especie de carrera por el registro de patentes, y sin duda el gigante francés de la cosmética L’Oreal es uno de los lideres en este aspecto.
Y es que se estima que la empresa francesa tiene 43.390 patentes a nivel mundial, de las cuales 15.882 se mantienen activas. Francia es el país donde L’Oreal ha presentado la mayor cantidad de patentes, después le sigue Estados Unidos y el resto de la Unión Europea.
Pero es interesante conocer cual fue la primera patente de la empresa, ya que puede decirse que es la que comenzó toda una trayectoria de éxito e innovación para L’Oreal.
LA PATENTE “PROCESO DE TEÑIDO DEL CABELLO”
Esta patente es importante destacarla porque fue la primera relacionada con el teñido del cabello, un producto que en la actualidad se ha vuelto parte importante de la industria cosmética, y si bien en un principio fue creado para que sea usado por las mujeres, actualmente el teñirse el cabello es algo normal y común en las personas de ambos sexos.
Ahora bien, esta patente fue creada por Eugene Schueller, un químico francés de orígenes humildes, y que para el momento que creó esta innovación vivía y dormía en el sitio que le servía como laboratorio.
Es preciso indicar que si bien desde la antigüedad los seres humanos han cambiado el color del cabello, pero gracias al invento de Schueller, el teñido se hizo más rápido y eficaz, ya que se puede llegar al color deseable.
La patente, que fue presentada en Francia, indica que se trata de una formula de compuestos orgánicos, como los heterocíclicos, con oxigeno. Gracias a ella, las personas tanto rubias como de cabello oscuro podían modificar el color rápidamente.
En el año 1907, Schueller presentó la solicitud de registro de la patente de su invención, que fue registrada el 24 de marzo de 1908, bajo el número 383920. Schueller manufacturaba este producto en su casa y los vendía a los salones de belleza parisinos. Es interesante indicar que en esos primeros años, los estilistas del cabello usaban el producto tanto para resaltar el color natural del cabello y para cambiarlo en totalidad.
Schueller escogió como marca para distinguir su producto el término Oréale. Al año siguiente, se asoció con André Spery con quien fundó la empresa Société Française de Teinture Inoffensives pour Cheveux, cuya denominación fue cambiada a L’Oreal.
El compuesto para teñir el cabello no fue la única patente registrada por Schueller, sino que fue la primera de varias que han influido tanto en el éxito de L’Oreal como en el desarrollo de la industria cosmética.
LAS PATENTES DEL CHAMPÚ
El champú es otro producto, que al igual que el desodorante, es parte integral de nuestra rutina diaria, siendo más que un producto cosmético, ya que es imprescindible en nuestra higiene. En este sentido, a pesar de que desde tiempos inmemoriales el ser humano se ha preocupado por la apariencia de su cabello, usando productos naturales para su cuidado y apariencia, no fue hasta finales del siglo XIX cuando apareció el primer champú, que consistía en un polvo que contenía jabón y hierbas.
Pero el champú que conocemos fue inventado por el químico Hans Schwarzkopf, quien era propietario de una farmacia y en 1903 patentó la primera formula de un champú en polvo que era a prueba de agua. Este champú se hizo famoso en el mercado bajo la denominación The Shampoo with the Black Head, en referencia al famoso logo de la empresa.
Sin embargo, una de las grandes innovaciones en materia de champús fue en el año 1927 cuando Schwarkopf inventó el champú liquido, sin duda alguna el estado definitivo en el que lo usamos. Schwarkopf obtuvo la patente sobre el champú liquido en el mencionado año.
Pero las innovaciones en relación al champú no quedaron hasta ahí, y es que el propio Eugene Schueller dejó su huella en la historia y desarrollo de este producto.
Y es que Schueller, a finales de la década de los 20, desarrolló una formula para hacer del champú liquido un producto más sano para el ser humano. La patente de esta innovación fue registrada en el año 1930. Pero esta no fue la única patente creada por Schueller en relación al champú, ya que en la década de los 40, protegió una innovación denominada shampoo enhancements, que se traduciría como mejoras del champú.
En esta patente consiste en una formula compuesta por ingredientes orgánicos derivados del acido sulfúrico. Estas innovaciones en materia de champú que hizo Schueller, en gran parte se debieron a la adquisición que la empresa ya denominada L’Oreal, de Monsavon, una pequeña empresa que fabricaba jabones y champú.
LAS PATENTES DEL PROTECTOR SOLAR
Con el paso de los años el protector solar se ha convertido en un producto clave en el cuidado de la piel, ya que no solo mantiene la lozanía de la piel, sino que es un arma para protegernos del cáncer de la piel. En este sentido, la idea de proteger la piel contra los rayos del sol es antigua, y se sabe que los griegos usaban una mezcla de arena y aceite para protegerse de los rayos ultravioletas.
Pero sin duda el siglo XX es el que ha moldeado las innovaciones del sector cosmético, por lo que el protector solar no se queda atrás en esta área debido a que en la década de los 30 es cuando se produce los primeros avances en relación a este producto.
Eugene Schueller, por medio de su empresa L’Oreal, es una de las primeras empresas en desarrollar una formula de protector solar, saliendo Ambre Solaire, uno de los primeros protectores solares en salir al mercado. Sin embargo, no se encuentran evidencias de la patente de este producto.
En la misma época en la que Schueller desarrolló su formula para la protección contra los rayos del sol, un científico australiano, Milton Hamilton, desarrolló una formula de protección solar, que junto a la creada por Schueller, es una de las primeras en estar en el mercado, comercializada bajo la marca H.A. Hamilton. Dicha formula fue patentada en la década de los 30.
Pero las innovaciones en esa década no pararon, ya que a finales de la misma, un joven estudiante de química y aficionado al montañismo llamado Franz Greiter inventó una crema que el factor de protector solar (SPF, sus siglas en inglés), una sustancia que ha sido patentada, mejorada por otras empresas del sector.
La influencia de Eugene Schueller se extiende a más productos cosméticos, por cuanto aparece como titular de varias patentes debido a que a lo largo de su trayectoria, además de hacer de L’Oreal una de las empresas cosméticas más importantes del mundo, Schueller trabajó en las mejoras que durante esos años continuó trabajando como científico, ya que existen varias patentes en relación a las mejoras de la tintura, donde consta Schueller como uno de los inventores, y también trabajó en mejoras para hacer del jabón un producto más sano para la piel.
Como se ha visto, el siglo XX sin duda representó la época de los grandes cambios tecnológicos, y la cosmética fue una de las más beneficiadas. Los productos de maquillaje, el protector solar, el champú, la tintura de cabello y otros son productos son resultados del genio de mentes científicas que vieron más allá de las necesidades del cuerpo. De hecho, muchas de estas patentes que son antiguas son citadas en las descripciones de muchas de las patentes actuales.
Esta época es otra donde los cambios tecnológicos están modificando la industria cosmética y las empresas están en buscando adaptar los cosméticos a las nuevas tecnologías, pero manteniendo la base de los productos que estos científicos del siglo XX inventaron y que han influenciado enormemente nuestra rutina.
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