Enrique Ortega Burgos

La industria textil en México 1

MEXICO PORTADA TEXTIL

CONOCE LA INDUSTRIA TEXTIL EN MÉXICO. PARTE 1.

 

En esta entrada analizaremos la industria textil en México, haciendo un repaso de los más importantes acontecimientos de su evolución histórica, viendo la importancia que tienen que se unan las diferentes plataforma para potenciar la industria textil junto al sector de la moda, cuáles son las barreras y cómo resolverlas para que la industria crezca, así como por qué la industria textil mexicana ha sido en los últimos años una industria en proceso de renovación o como los responsables de este sector le pidieron al gobierno combatir ilegalidad y reclamar costes de energía competitivos.

 

Pasando revista a la historia de la industria textil mexicana

La industria textil en México se ha caracterizado por concentrar empresas dedicadas a la producción de fibras sintéticas, prendas de vestir, calzado, artículos para baño y telas. Pero hay que tener en cuenta un dato importante para hacer cualquier análisis sobre el sector: el número de importaciones supera al de exportaciones.

 

La manufactura textil, es uno de los sectores productivos donde más ha impactado la apertura económica y comercial de México. El esfuerzo en recursos materiales y humanos convirtió a México en el principal proveedor de productos textiles de Estados Unidos, posición que mantuvo hasta el año 2001.

 

Esta situación hizo que la industria textil y de la confección, llegase a ser la segunda fuente generadora de divisas en el sector manufacturero hasta 2002 y la cuarta a nivel nacional según los datos que surgen del Banco de México. En 2002, con la mayor penetración de China en el mercado textil norteamericano, se pone fin a este liderato exportador mexicano a favor del país asiático; desde esa fecha, China y México mantienen una fuerte competencia en este mercado.

 

La industria textil y de la confección, siempre han sido unos de los sectores más importantes dentro de la manufactura mexicana en términos de empleo, unidades económicas y valor añadido bruto que genera.

 

Sin embargo, han sido muchos años en que la economía mexicana de este sector vio afectada sus cifras reflejando un largo estancamiento en su crecimiento y reduciéndose su participación en el comercio internacional debido a la pérdida de competitividad ante otros países competidores, principalmente China, con quien ha rivalizado fuertemente en el sector y especialmente en el principal destino de los productos mexicanos que es Estados Unidos.

Por ello, en este contexto que se daba en la primera década del siglo XXI, cobraba especial importancia la promoción del sector como vía para lograr su reactivación, lo que repercutirá no sólo en el sector en sí mismo, sino en toda la balanza comercial del país, entre otros beneficios.

Asimismo, parecen pertinentes los nuevos paradigmas que apuntan hacia la importancia de conocer y analizar la interacción participativa de los actores sociales en los diferentes niveles de actividad, tanto a nivel micro como macroeconómicamente hablando. Lo que México buscaba en este sector durante años era la elevación del nivel de competitividad, eficiencia y equidad del sistema económico-social.

La industria textil mexicana, cuya trayectoria productiva superaba más de un siglo de historia justo en el momento que se traspasaba el umbral del cambio de siglo, mantuvo durante años el título de segunda rama productiva en importancia, en relación a las exportaciones de manufacturas, especialmente durante la mayor parte de la década de los noventa, hasta finales de 2002.

Por entonces estaba integrada por 43.774 unidades económicas, cifra que no incluía las industrias del cuero y del calzado para esta rama productiva. Y la importancia de estas unidades productivas era que generaban el 7,3% del valor agregado correspondiente al sector en el inicio del siglo XXI.

 

Plataformas que unan y potencien la industria textil junto a la moda

 

La moda mexicana es un negocio en constante auge que busca competir en el mundo y México está decidido convertirse en uno donde el diseño y la moda toman un lugar central, que les permita ser líderes en el segmento, lo que impulsa también a la industria textil en general.

 

La industria de la moda en México ya estaba dando en los últimos años señales de vida muy notables, ya que el objetivo que se había impuesto el sector era competir con los grandes exponentes internacionales como Nueva York, considerada capital mundial de la moda y mercado que al año genera en Estados Unidos 250.000 millones de dólares.

 

Por tanto, la creatividad, ideas, potencial y colores se fusionan con talentos mexicanos que buscan surgir, a través de colecciones de ropa, zapatos o joyería, entre otras, llenas de propuestas para un país que carece de una industria de la moda local.

Una nación habitada por más de 112 millones de consumidores, en donde las familias gastan trimestralmente 5,6% de sus ingresos en ropa y calzado. De ahí que el país empieza a desarrollar su potencial para promover una industria de la moda que genere considerables dividendos económicos, condición que en estos momentos que solo tienen naciones en la región como Brasil y Colombia.

A diferencia de los pilares de la moda en el mundo, México apuesta por dotar a las prendas identidad, generar ideas y conceptos, en donde el valor añadido tome singular importancia y no solo sea vestuario básico. Un dato a tener en cuenta, es que París, Nueva York, Milán y Londres cuentan con una larga trayectoria en la industria de la moda, y en estos lugares, forma parte de su identidad e historia, mientras que en México carece de esa herencia cultural.

El proceso se torna complejo, pues son pocas las firmas mexicanas que logran establecerse con calidad, historia, visión y un significado; que no solo genere tendencias, sino que cree bases sólidas para conformar un negocio exitoso.

 

¿Cuáles son las barreras y cómo resolverlas para que la industria crezca?

Se sabe que el consumidor mexicano no es un cliente frecuente de marcas nacionales, desafía todavía más a la naciente industria de la moda, que busca ganarse un lugar en las pasarelas internacionales con un mercado que al año genera ingresos mucho menores a los de los grandes exponentes del mundo, apenas 22.000 millones de dólares, según la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV) de México.

 

De ahí que Marcos Cherem, presidente de la CNIV, asegura que México necesita atraer fuertes compradores internacionales, para así lograr mayor proyección internacional, exportar moda y crecer en el mapa. Y para lograrlo, Cherem considera que la clave está en la unificación de las plataformas. Señala que esta acción es fundamental para el crecimiento de la industria y como presidente de la CNIV, se ha empeñado en formalizar dicha unión.

 

La búsqueda de una acción conjunta entre la industria textil y el sector de la moda la define Cherem de la siguiente forma: “la industria de la moda en México ha avanzado en muchos aspectos, pero es muy necesario que se apoye entre industria y diseño; a los industriales les hace falta el diseño y a los diseñadores nos falta dónde producir con calidad, es una cadena, que si se atiende adecuadamente impulsará al sector a niveles sin precedentes.”

 

Sin embargo, unificar las plataformas de moda en México y lograr que industriales y diseñadores se apoyen no son los únicos obstáculos a los que se enfrenta este segmento y que impide que despunte, también hay que tomar en cuenta el poco apoyo que recibe la industria por parte del gobierno, la piratería, los pocos puntos de venta para las marcas mexicanas y los altos costes de estas, que resultan poco competitivos para la mayoría de los consumidores mexicanos.

Es más rentable comprar “moda barata” provenientes de China o de la cadena española Zara, antes que invertir en un diseño mexicano caro. De ahí que sea tan importante incluir en las prendas un valor agregado. ¿Y esto qué significa?.

 

México como marca para la industria textil y el sector de la moda en general, tiene que impregnar a cada una de sus productos, sean vestidos, bolsos y zapatos, una clarísima identidad. Porque, en definitiva, cada uno de ellos tiene su propia historia, un significado y también tienen un por qué. Esto se debe a que todas las creaciones mexicanas estas plagadas de símbolos que no es una cuestión caprichosa, sino que representan tanto las artesanías (su historia), la moda en sí mismo y, en definitiva, la cultura mexicana.

 

Todo este proceso de mayor presencia exterior de México se manifiesta en que este país se ubica en la posición 29 de la lista de las principales capitales de la moda. Actualmente esta industria se está globalizando y las cifras lo demuestran, ya que México es el cuarto mayor proveedor de textiles y prendas de vestir de Estados Unidos, el noveno proveedor más grande del mundo de artículos de cuero y zapatos, el sexto exportador de muebles más grande del mundo y el tercer mayor fabricante de joyería de plata en el mundo.

Nueva York resultó en la posición número uno, seguido por Hong Kong, Londres, París y Los Ángeles, actores que sorprendentemente tomaron los primeros puestos. Cerrando los diez primeros lugares se hallan Milán, Sídney, Miami, Barcelona y Madrid. La lista demuestra cómo la industria global de la moda se encuentra en un proceso de cambio, con descensos de algunas ciudades que anteriormente fueron líderes y con actores que surgieron como nuevas influencias. En Latinoamérica, los de mayor proyección internacional son Sao Paulo y Medellín.

Por su parte, recientemente la consultora Nielsen determinó que México es el país latinoamericano con mayor índice de aceptación de marcas de lujo. Este factor ha sido explotado exitosamente por algunos diseñadores mexicanos, tal es el caso de Cristina Pineda, Ricardo Covalín, Gustavo Helguera, Daniel Espinosa y TanyaMoss, que ofertando calidad, glamour y exclusividad en cada una de sus prendas y accesorios, lo que les ha permitido posicionarse a nivel nacional y se encuentran en la conquista de mercados extranjeros.

No obstante, son muy pocos los diseñadores nacionales que logran un lugar destacado de su marca en el extranjero. Una de las debilidades que condicionan a la industria de la moda en México, es que fuera del país no existe gran conocimiento de diseñadores y marcas mexicanas, circunstancia que solo podrá cambiar en cuanto empresarios y diseñadores se enfoquen en descubrir las necesidades de los clientes, creen estilos definidos, los comuniquen por medio de firmas y comiencen a tener presencia en el mercado nacional, para luego dar el salto a los internacionales.

 

Una industria en proceso de renovación

Por ello, la industria de la moda debe ser prioritaria para México en los próximos años, ya que los cuatro sectores productivos que la integran se encuentran en un profundo proceso de renovación que los lleva hacia la integración de más diseño y calidad en su producción como única alternativa para competir dentro y fuera de las fronteras del país.

la Industria textil pide al gobierno combatir ilegalidad y costes de energía competitivos.

Este sector aportó el 3.2% del PIB de México durante el primer trimestre de 2020, logrando cubrir cerca de 600,000 empleos formales. La industria textil le pidió al gobierno su cooperación para combatir la ilegalidad, así como impulsar costes de energía competitiva y prácticas comerciales adecuadas.

Este sector se ha encargado de producir mascarillas y equipo de protección para médicos y población, ante la llegada del Covid-19. El impacto de la pandemia provocó que se tuvieran que parar el 90% de las fábricas al ser consideradas como actividades no esenciales, lo que implicaba que de la noche a la mañana pasaran a tener cero ventas, además de también cero en el nivel producción, y por supuesto cero en el flujo financiero de cobranza.

O sea, que, el sector industrial textil entró en una crisis sin precedentes, que puso a la industria textil en coma, arriesgando a 1.300.000 empleos que ésta generaba, 70% de estos son de mujeres y jefas de familia.

Estos datos fueron dados por Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex) de México. La industria textil en México durante el primer trimestre de 2020 aportó el 3.2% del PIB, logrando cubrir cerca de 600,000 empleos formales y el 60% de sus insumos eran nacionales, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía de México.

También una cuestión a tener muy en cuenta en estos años venideros, es que sigue siendo para México un gran reto romper con la informalidad de esta industria, porque se necesita que se consolide y crezca a nivel del estado, en Ciudad de México, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala.   De igual forma, el presidente de la Canaintex comentó que la adaptación de la industria textil en la producción de mascarillas, batas, sabanas y otras partes de equipo de producción representó una bocanada de oxígeno para que cientos de miles de trabajadores regresaran a su lugar de trabajo.

 

La ruptura de las cadenas de suministro con Asia y los casos de importaciones inservibles han sido factores claves que la pandemia y su impacto ha enseñado a esta industria, por lo que se ha comprendido la importancia del abastecimiento local, para lo cual México se dio cuenta de la oportunidad histórica de fortalecer el hemisferio occidental y de que México se convirtiera desde ese momento en un jugador fundamental en la industria textil en general.

 

En 2020 la industria textil registró unas cifras de exportaciones de 5,807 millones de dólares, posicionando a México como el quinto país en la exportación de textiles a Estados Unidos, y también con gran presencia para El Salvador, Guatemala y Nicaragua.

Si bien la manufactura cayó un 10%, la industria textil registró una contracción del 30% y las prendas de vestir hasta un 35%, ya que se enfrentaron momentos muy críticos. Pero desde el Senado de la República se instó para que se considerara al sector textil como una actividad esencial, que gracias a esta intervención, México se ha posicionado como el quinto lugar en la exportación de textiles hacia Estados Unidos.

 

QUIERES SABER MÁS SOBRE FASHION LAW O DERECHO DE LA MODA?. TE RECOMENDAMOS:

LOS CASOS MÁS RELEVANTES DE FASHION LAW EN 2020

¿QUÉ ES EL FASHION LAW O DERECHO DE LA MODA?

FASHION LAW EN URUGUAY.

FASHION LAW EN CHILE

FASHION LAW O DERCHO DE LA MODA.

LOS MEJORES LIBROS SOBRE FASHION LAW

SALIDAS PROFESIONALES PARA EL ABOGADO: FASHION LAW

 

TE RECOMENDAMOS LAS SIGUIENTES PUBLICACIONES SOBRE FASHION LAW QUE PODRÁS ADQUIRIR EN AMAZON.

 

Fashion Law (Derecho de la moda): 963 (Gran Tratado)
Tratado De Derecho De La Moda (Fashion Law): Volumen 1: Propiedad Industrial e Intelectual, Contratación mercantil, Derechos de las nuevas tecnologías, penal y aduanas: 1351 (Gran Tratado)
European Fashion Law: A Practical Guide from Start-up to Global Success (Elgar Practical Guides)
Fashion Law: A Guide for Designers, Fashion Executives, and Attorneys
Fashion Law: Direito da Moda (Monografía)
Derecho de la moda en Iberoamérica (Fashion Law) (Gran Tratado nº 1302)
-
58,00 EUR
72,34 EUR
74,69 EUR
93,68 EUR
157,34 EUR
123,49 EUR
Fashion Law (Derecho de la moda): 963 (Gran Tratado)
58,00 EUR
Tratado De Derecho De La Moda (Fashion Law): Volumen 1: Propiedad Industrial e Intelectual, Contratación mercantil, Derechos de las nuevas tecnologías, penal y aduanas: 1351 (Gran Tratado)
72,34 EUR
European Fashion Law: A Practical Guide from Start-up to Global Success (Elgar Practical Guides)
74,69 EUR
Fashion Law: A Guide for Designers, Fashion Executives, and Attorneys
93,68 EUR
Fashion Law: Direito da Moda (Monografía)
157,34 EUR
Derecho de la moda en Iberoamérica (Fashion Law) (Gran Tratado nº 1302)
-
123,49 EUR

Salir de la versión móvil