CONOCE A LOS INFLUENCERS VIRTUALES. PARTE 1.
EN PRINCIPIO, DEBEMOS DEFINR EL TÉRMINO «INFLUENCER DIGITAL» PARA ENTENDER UN POCO MÁS SOBRE CÓMO FUNCIONA. UN INFLUENCER DIGITAL ES AQUELLA PERSONA, EN ALGUNAS OCASIONES NO REAL, QUE CUENTA CON UNA IMPORTANTE PRESENCIA EN REDES SOCIALES GRACIAS A SU DESEMPEÑO O CONOCIMIENTO EN UN DETERMINADO SECTOR.
Los influencers digitales son personas que tienen una gran presencia en las redes sociales y que son capaces de influir en la opinión y el comportamiento de sus seguidores en línea. Estas personas suelen tener un gran número de seguidores en sus perfiles de redes sociales y son consideradas como líderes de opinión en su área de especialización.
Los influencers digitales pueden ser personas comunes y corrientes que han construido su reputación en línea gracias a su contenido original, su estilo de vida o su habilidad para comunicarse con su audiencia. También hay influencers que se dedican profesionalmente a esto y que han creado su marca personal con el objetivo de promocionar productos y servicios de empresas.
Los influencers digitales pueden tener diferentes áreas de especialización, desde moda y belleza hasta tecnología y deportes. Lo importante es que tengan una audiencia comprometida y que sean capaces de influir en su comportamiento, especialmente cuando se trata de comprar productos o tomar decisiones importantes.
INFLUENCERS VIRTUALES VS INFLUENCERS DIGITALES.
Los influencers virtuales son personajes digitales generados por computadora que han sido creados específicamente para influir en la opinión y el comportamiento de las personas en línea. Al igual que los influencers humanos, los influencers virtuales tienen una presencia en las redes sociales y utilizan su plataforma para promocionar productos y servicios de empresas.
Al igual que Lil Miquela, mencionada anteriormente, algunos influencers virtuales han sido creados específicamente para parecerse a personas reales, mientras que otros son personajes completamente ficticios que han sido diseñados desde cero.
Los influencers virtuales pueden ser utilizados por las empresas como parte de su estrategia de marketing en línea para llegar a una audiencia más amplia y para promocionar productos y servicios de manera más efectiva. Algunos de los beneficios de los influencers virtuales son que no están sujetos a las limitaciones de tiempo y espacio, no envejecen y pueden ser programados para publicar contenido de manera consistente y eficiente.
Sin embargo, también hay preocupaciones sobre la ética y la transparencia de los influencers virtuales, especialmente cuando se trata de la promoción de productos y servicios de manera engañosa. Además, algunos argumentan que la creación de influencers virtuales perpetúa la imagen irreal y poco saludable del cuerpo y la apariencia perfecta en las redes sociales, lo que puede tener un impacto negativo en la autoestima y la salud mental de las personas.
Los ‘influencers’ digitales buscan dominar Instagram: ¿Superarán a los humanos?
Los avatares creados por empresas llevan tiempo intentando hacerse un hueco en el negocio de las redes sociales. Hasta la fecha, la estadounidense Lil Maquela es de las pocas máquinas que han alcanzado un auténtico éxito, y eso es algo indiscutible.
Para ahondar un poco más en el tema, es necesario decir que esta influencer tiene 1,6 millones de seguidores en esa red social y además de colgar fotos de su vida, se pronuncia sobre temas como los derechos LGBTQ+ y, por supuesto, promociona marcas de ropa y perfumes.
Básicamente, su rol es igual al que practican muchas otras influencers, bonita, misteriosa y encantadora. La diferencia de Lil Miquela es que NO es real. Miquela debutó en Instagram en abril de 2016 y durante meses fue motivo de especulaciones y comentarios sobre si era real o no.
De hecho, para ir más allá, surgieron teorías sobre su procedencia que decían que se trataba de un «truco publicitario de los Sims», o de un «espantoso experimento social»; no obstante, al final se reveló el secreto sobre quién era Lil Miquela: un anuncio publicitario creado digitalmente. Pero lo realmente impresionante fue que, al parecer, eso no pareció importar a sus miles de seguidores.
¿Cómo es Lil Miquela?
Lil Miquela es una influencer digital creada en 2016 por la compañía Brud, con sede en Los Ángeles. A diferencia de la mayoría de los influencers digitales, Lil Miquela no es una persona real, sino un personaje virtual generado por ordenador.
Lil Miquela tiene una cuenta en Instagram con más de 3 millones de seguidores y utiliza su plataforma para promocionar una variedad de marcas y productos. Aunque no es una persona real, su presencia en línea y su estilo de vida ficticio han capturado la atención de muchas personas, y se ha convertido en una figura importante en la cultura de las redes sociales.
Lo que hace a Lil Miquela interesante es que ha sido creada como una especie de personaje de ficción, pero ha sido desarrollada y promocionada de manera tan convincente que muchas personas la consideran como una influencer real. La empresa que creó a Lil Miquela ha utilizado técnicas avanzadas de animación y diseño gráfico para crear una imagen realista y detallada de la influencer virtual.
Cómo veníamos diciendo, Lil Miquela tiene pecas, labios carnosos y cabello oscuro. Su feed de Instagram la muestra vestida con atuendos de Prada y accesorios de Chanel, Supreme y Vans. Es más, según declaró uno de sus publicistas «ella solo ha ganado dinero diseñando y trabajando en colecciones de marcas».
Hace unos meses, la revista Vogue la nombró «la chica ficticia del momento», pero para sus 1,6 millones de seguidores, lo que hace que Miquela sea más que un maniquí virtual es su trasfondo… y si aún no lo entiendes, quédate que te lo contamos.
Durante el año 2017, esta influencer digital lanzó un sencillo, Not Mine, que se hizo viral en Spotify. Miquela utiliza su plataforma para apoyar causas sociales como Black Lives Matter («las vidas de las personas negras importan») y apoya una organización llamada Black Girls Code, que promueve la formación tecnológica para chicas.
Todo esto tiende a borrar los límites entre la realidad y le mundo virtual que Lil Miquela parece habitar.
Las influencers «reales» de Instagram tendrán cada vez más competencia
La pregunta del millón es: ¿Quién creó a Miquela?, ¿de dónde proviene?
Hasta ahora quienes manejan su cuenta de Instagram no se han mostrado muy reveladores, ni siquiera han confirmado que sea real, falsa o una composición de una persona real mejorada con imágenes generadas por computadora.
Lo que se ha especulado es que la instagrammer fue creada por el equipo de una misteriosa startup con sede en Los Ángeles llamada Brud, que se describe a sí misma como «un grupo de solucionadores de problemas en robótica, inteligencia artificial y sus aplicaciones para empresas de comunicaciones».
Para el año 2018, el reportero de la BBC Damian Fowler pidió «una entrevista» con Miquela y ella aceptó respondiendo en un email: «¡eso suena súper genial!», levantando cada vez más curiosidad sobre qué tenía para decir este invento del hombre.
Como contó entonces Fowler, la entrevista fue realizada vía email con el publicista y el agente de Miquela, y uno de ellos trabajaba en Brud. Fowler planteó preguntas estratégicas para que Miquela admitiera su estatus «virtual», y aquí te compartimos un poco de este interesante «encuentro».
-«¿Cómo has ido creando tu identidad?»
Miquela respondió: «Probablemente, tal como tú lo has hecho. Estoy aprendiendo y estoy moldeando mi ambiente y lo que me rodea. Soy apasionada de la música y el arte y aprendo todo lo posible sobre Los Ángeles todos los días».
-«¿Qué piensas de las celebridades virtuales?»
«Creo que la mayoría de las celebridades en la cultura popular son virtuales. Es desalentador mirar cómo la desinformación y los memes deforman nuestra democracia, pero creo que eso habla del poder de lo virtual».
Tal como comentó Fowler, «Miquela, o quien fuera que estuviera hablando, no iba a revelar nada, pero esta cuidadosa evasión no parece importar a sus seguidores», una vez más.
Y es que incluso, Miquela es solo un ejemplo de la creciente industria de celebridades virtuales que cada vez más parecen representar el futuro de los anuncios publicitarios, de la moda y del comercio.
Shudu, otra estrella virtual de Instagram.
Se podría decir que hace unos pocos años, cuando la publicación TechCrunch informó que los creadores de Lil Miquela habían logrado una inversión de US$125 millones del fondo de inversiones para startups Spark Capital, muchos quedaron tan asombrados como encantados.
Y es que la industria de la moda y el comercio parecen haberse dado cuenta de que una modelo digital puede traer una nueva dimensión a la forma como una compañía promociona sus productos.
«Para las marcas de moda, un maniquí de alta tecnología ofrece posibilidades interesantes», señaló Damian Fowler. «Ella, él, o ellos, pueden ser colocados en cualquier situación con cualquier atuendo», agregó en su momento.
Para otros, sin embargo, estas celebridades virtuales carecen de un factor clave: la capacidad para crear una conexión emocional con el usuario.
«Creo que (con estas) hay oportunidades para que ciertas marcas promocionen sus productos, pero creo que es más superficial que lo que verías con una persona real», le dijo a la BBC Giordano Contestabile, de Bloglovin’, una empresa que conecta marcas con influencers. Asimismo, agregó: «El aspecto humano de la promoción con influencers es la clave en esto. No creo que puedas reproducirlo (…) Hacer que alguien te siga en Instagram es fácil,, pero hacer que alguien se identifique y cree una conexión emocional, ese es un desafío diferente».
Entonces… ¿Los influencers digitales del metaverso desplazarán a los humanos?
No nos cabe la menor duda de que el panorama del marketing crece a pasos agigantados y hoy en día las marcas utilizan influencers digitales que, sin ser humanos, logran impulsar a las marcas, y al final pareciera que les resulta más rentable.
Ese tipo de seres son personajes, a pesar de provenir de un software, son dotadas de personalidad. Esa característica es fundamental, ya que saldrá a relucir conforme anuncie los productos con los que sus desarrolladores han generado una alizanza.
El fundador de la página VirtualHumans.org, dedicada a desarrollar influencers digitales, llamado Christopher Travers, llegó incluso a mencionar durante una entrevista que una de las bondades más grandes de trabajar con esos avatares es que conectan con la narrativa de la marca y no cometen errores al promocionar los artículos.
“En cuanto a los influencers virtuales, es mucho más fácil conectarse a una narrativa existente que arriesgarse a que un influencer humano no se comunique con su marca o idea. Así que para muchas marcas es una opción mucho más segura”, agregó.
Desventajas del influencer en las redes sociales.
- La presencia del influencer, en ocasiones, puede ser corta en el tiempo, lo que resta credibilidad a la marca. Unos ejemplos son los deportistas que sancionan por dopaje.
- A veces, pueden explotar demasiado la marca. A modo de ejemplo, la bebida energética HYPE contrató a Kim Kardashian como influencer, pero esto no ayudó a la marca a incrementar sus ventas.
- Ocasionalmente, los influencers no se comprometen con la marca y pueden hacer un uso incorrecto de ella. Un influencer que trabaja para Nike no puede salir a correr con unas Adidas.
- De vez en cuando, se da el caso de que la atención se la lleva el influencer y la marca queda relegada a un segundo plano.
Por supuesto, en este caso estamos hablando de influencers reales, no virtuales como los antes expuestos.
Y es que, en sí, para ser honestos, el poder de los «influencers» en la sociedad actual son aquellas personas que poseen, básicamente, una credibilidad de acción importante ante un público online que sigue su día a día, sus acciones y publicaciones a través de las redes sociales. De hecho, también podría decirse que, por su estilo, presencia y alcance en las comunidades digitales, se convierten en historia o apoyo de una marca.
Adicionalmente, es una realidad que el impacto de estas personas suele ser muy importante, ya que comparten muchas similitudes con sus seguidores y son, en la medida de lo posible, accesibles, puesto que están en contacto directo son sus followers (seguidores).
Es por esta razón, que cada vez es más habitual contar con la identificación de estos líderes de opinión naturales en las estrategias de marketing y comunicación de empresas en el mundo entero, y también explica porqué más jóvenes quieren grabarse y rentabilizar sus vivencias.
Con los influencers ha nacido una nueva manera de dar a conocer tu marca, más personal y directa. Algo similar a lo que hace la figura del marketer, puesto que son capaces de gestionar el tráfico hacia nuestra página web y tiene amplio conocimiento en su campo, aunque no suelen ser figuras conocidas como los influencers.
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