Enrique Ortega Burgos

CRISTÓBAL BALENCIAGA: SU BIOGRAFÍA PARTE 3

En esta entrada trataremos la tercera, y ultima, parte de la biografía del legendario maestro Cristóbal Balenciaga, quien para esta época ya es uno de los nombres más consagrados de la moda parisina. Sus técnicas para la confección de sus trajes y la reserva de su carácter lo convirtieron en toda una leyenda de la moda.

La etapa que comprende los años 1948-1968 (el año de su retiro) fueron los más innovadores de su carrera, en los que creó la silueta trapecio y el vestido baby doll, que aún son siluetas seguidas por los diseñadores de moda de la actualidad.

Cuando Cristóbal Balenciaga se retiró de la moda, para muchos significó el fin del haute couture.

 

 

Comencemos a conocer esta última parte:

 

EL PERÍODO INNOVADOR DE CRISTÓBAL BALENCIAGA

 

 

 

Para muchos, a partir del año 1948 el maestro Cristóbal Balenciaga vive su período más innovador como creativo, debido al legendario New Look creado por Christian Dior, estilo que proponía una vuelta a la femineidad después del período de la guerra. En este estilo el énfasis en la cintura era una de sus claves. Mientras que Balenciaga fue uno de los diseñadores que liberó el cuerpo de la mujer, por lo que el New Look de Dior era una oposición al estilo del Maestro.

Debido a toda la publicidad y la clientela que estaba obteniendo Dior con su estilo, el maestro español debió destacarse en su propio estilo, por lo que presentó novedades en el vestuario tales como la línea tonneau, su respuesta directa a la silueta de Dior;  el sack dress, un vestido que “despegaba” la cuerpo de la mujer de la tela, dando un look bastante sofisticado y distinguiéndose de las ajustadas siluetas reloj de arena del New Look.

El sack dress de Cristóbal Balenciaga

Otra creación  del maestro Balenciaga fue la chaqueta balloon, en la cual las mangas largas tienen un gran tamaño, siendo  otro diseño del maestro en el que queda claro que lo ajustado  de la prenda no implica que sea elegante o favorecedor para la mujer.  También una constante en el estilo de Cristóbal Balenciaga durante la década de los años 50, es el uso de los encajes en sus vestidos. Una tendencia que aún sigue perdurando en este momento.

Además de su periodo más rompedor como creador, durante los finales de la década de los 40, específicamente en el año 1947, fue lanzado el primer perfume de la casa, denominado Le Dix, en alusión a la ubicación de su casa parisina. El perfume fue todo un éxito para Balenciaga, y es considerado discreto  y elegante como el creador, por cuanto destacan sus notas de violeta y elementos cítricos.  En la actualidad es considerado un clásico de la perfumería.

 

El clásico perfume Le Dix de la casa

Despues de Le Dix, le siguen Le Fruit  des heures, finalmente, Quadrille. Todos fueron un gran éxito para el creador  y, por lo demás, una excelente forma de diversificación sin perder la sofisticación que lo ha caracterizado.

En la década de los años 50,  el mito de Balenciaga  está totalmente consolidado. En su taller parisino solo atiende a unas pocas clientas de confianza. Cuenta Boris Izaguirre en su crónica “El Misterio de Balenciaga” para Vanity Fair, lo siguiente: “La férrea señorita Renne, directora del mismo, advertía a las clientas que debían acudir solas  a las pruebas, ‘porque al señor no le gustan los curiosos’. No se podía hablar mientras él estuviera presente”.

En el año 1957, Balenciaga presentó otra de sus siluetas míticas, el baby doll dress, un vestido  con forma de trapezoide, que de acuerdo a su línea de creación de esos años,  al llegar a la altura de la cintura se “despegaba” del cuerpo femenino.

A pesar de que Balenciaga contaba con el apoyo de figuras importantes de la prensa de la moda de la época como Diana Vreeland y Carmel Snow,  muchas de estas creaciones del maestro fueron muy criticadas por la prensa, por lo que Cristóbal Balenciaga vetó la presencia de varios periodistas de sus desfiles durante el período comprendido entre 1956 hasta 1961.

La década de los 50 es considerada la más prolífica de Cristóbal Balenciaga, ya que tan solo entre 1954 y 1955  creó 607 diseños y vendió 2.325 modelos a sus clientas. Y ya en ésta época tuvo como aprendices a talentos como  André Courreges y Hubert de Givenchy. También en esta década, hizo su colaboración en el cine, elaborando el vestuario del film El Testamento de Orfeo de Jean Cocteau.

Sin embargo, en esta época, Balenciaga presentó diferencias con la Chambre Syndicale de la Haute Couture, por cuanto no estaba dispuesto a unirse a dicha organización para que sus diseños sean considerados como haute couture, sino que continuó trabajando de forma independiente  y libre de cualquier lineamiento. En consecuencia,  a partir de finales de los 50 presentaba sus colecciones fuera del calendario oficial, retrasando la exclusividad a la prensa y dándosela a  sus clientas.

A pesar de este paso, Cristobal Balenciaga siempre mantuvo la lealtad de sus acaudaladas clientas, que abarcaban, además a Grace Kelly, Audrey Hepburn y la Duquesa de Windsor. Por lo que su casa de modas seguía generando grandes ingresos a pesar de ser independiente de la Chambre Syndicale de la Haute Couture.

En el año 1958, Cristóbal Balenciaga obtuvo el honor cultural de Francia,  el gobierno de Francia le otorgó el título de  Chevalier  de la Legion d’honneur, por su contribución a la industria de la moda francesa, inclusive, el gobierno francés quiso otorgarle la nacionalidad, pero el maestro no la aceptó porque España siempre estaba en él. De hecho, se dice, que además de su taller de costura parisino, Balenciaga sentía como su hogar  en su casa ubicada en Igueldo, Guipúzcoa.

Sin duda, la década de los años 50 fue la consagración de Cristóbal Balenciaga como el Maestro de la Alta Costura.

 

LA DÉCADA DE LOS AÑOS 60: LA ÚLTIMA DE BALENCIAGA.

 

Egg Coat

 

Llegamos a la década de los años 60, Cristóbal Balenciaga ya es una leyenda viviente de la moda. El maestro sigue experimentando con la silueta femenina, reversionando  las nuevas líneas que introdujo para el cuerpo de la mujer. Una de las creaciones más relevantes de esta época es el egg coat, un abrigo de silueta holgada con una forma que levemente recuerda a la de un huevo, se convirtió en todo un éxito para el creador.

Además, ésta época es considerada como la más abstracta de Balenciaga, debido a su juego con las proporciones y el uso que hace de las telas. Pero también presentó una línea sport, y la inclusión de botas altas confeccionadas por Mancini junto a vestidos de couture.

Debido a su impecable juego de volúmenes con las telas, Balenciaga se ganó otro apodo, el de Arquitecto de la Moda. Según palabras del propio maestro: “Un buen modisto debe ser un arquitecto para la forma, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la medida”.

En este sentido, en el año 1960, Cristóbal Balenciaga creó una de sus grandes obras maestras: el vestido de novia que Fabiola de Mora y Aragón, nieta de la Marquesa de Casa Torres (su mentora), lució el día 15 de diciembre del mencionado año para su enlace con el rey Balduino de Bélgica.

 

Fabiola de Mora y Aragón el día dr su boda con el rey Balduino de Bélgica luciendo el ahora legendario vestido de novia creado por Cristóbal Balenciaga.

El traje es una obra confeccionada en satén blanco con detalles de visón, con una cola que parte desde la capa del traje. Este traje impuso la tendencia de los trajes de novia con capas. Podría decirse que este es el momento cumbre en la larga carrera del creador, donde acaparó las portadas de la prensa mundial.

Pero, a partir de mediado de los años 60, el contexto mundial comienza a cambiar. La minifalda comienza a hacer furor en las mujeres, en una época donde las mujeres están comenzando a liberarse.  Además, poco a poco el ready to wear va haciéndose la norma dentro de la industria de la moda.

Para Cristóbal Balenciaga, un creador que ha trabajado y probado las telas, sus usos y formas, desde su más tierna infancia, no concibe que los vestidos sean trabajados de forma masiva. El maestro se caracterizó por trabajar el mismo las formas para favorecer el cuerpo de la mujer. Por ello, decía “el vestido es la casa del cuerpo, y cada cuerpo era diferente”.

También la situación política y social del mundo, sobre todo a raíz del Mayo del 68 en Francia, hizo que el haute fuera considerado como algo frívolo, y accesible a solo  unos cuantos privilegiados, por lo que estaba comenzando a perder relevancia.

Aunado a todo esto, la edad de Cristóbal Balenciaga, 73 años, comenzaba a hacer estragos.  Todo esto hizo que, en el año 1968, el maestro de la alta costura decidiera retirarse de la industria de la moda y cerrar sus casas de moda en Francia y España de forma repentina, sin ni siquiera notificar a sus empleados.

 

 

 

 

EL RETIRO DE CRISTÓBAL BALENCIAGA.

 

En 1968, Cristóbal Balenciaga presentó su última colección. Después de ello, se materializó el cierre de todas sus casas de moda, siendo la última en cerrar su casa de modas de San Sebastián, que tenía más de 50 años de fundada. Su retiro causó conmoción en  la moda alrededor del mundo. Se dice que su clienta Mona Von Bismark se recluyó en su habitación durante tres semanas por el impacto que le causó esta noticia.

El último proyecto que encabezó Balenciaga, fue el diseño del vestuario de las azafatas de Air France.  Este particular encargo es considerado el único trabajo de ready to wear del maestro. Sin embargo, a pesar de ello, y de ser la única vez que en sus talleres se hizo un encargo de tal magnitud, Balenciaga, según Igor Uria:  “las atendió personalmente para los ajustes necesarios y finalmente el modisto debía dar el visto bueno”.

Cristobal Balenciaga tenía un piso en París, una casa en Orléans, un piso en Madrid y otro en Barcelona. Sin embargo, eligió como el lugar para pasar su retiro su casa en Igueldo, Guipúzcoa, donde lleva una vida bastante discreta saliendo en ocasiones a restaurantes con sus amistades y viajando dentro de su querida España. A pesar de su retiro, participó como asesor en los  proyectos Subijana y Cia de  Villabona, y Textil Tarazona.

En este periodo de retiro, Cristóbal Balenciaga dio las dos únicas entrevistas que concedió en toda su vida, una al Paris Match y otra a la revista Times.

Su última aparición en público fue en el año 1971, cuando asistió al entierro de su amiga Gabrielle “Coco”Chanel.

Su última creación fue el traje de boda que lució Carmen Martinez-Bordiu, nieta de Francisco Franco, en su enlace con el Duque de Cádiz en 1972.

Cristóbal Balenciaga Eizaguirre falleció el día  23 de marzo de 1972, a los 77 años de edad, debido a una crisis cardiaca, en Valencia, España. Se encuentra enterrado en su pueblo natal, Guetaria.

Con su fallecimiento, sus obras han transcendido el mundo de la moda para convertirse en patrimonio artístico. Por ello, en el año 2011 fue inaugurado el Museo Cristóbal Balenciaga, ubicado Guetaria, donde podemos entrar en contacto con sus creaciones y procesar la influencia que ha tenido en la moda.

 

 

 

 

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