Enrique Ortega Burgos

Audemars Piguet: su historia

Audemars Piguet, una firma relojera con 145 años de historia

Fábrica original en el Valle de Joux

 

Final del formularioEn 1875, Jules Louis Audemars instala su taller de relojería en la casa familiar de Le Brassus, en el valle de Joux, donde realiza una serie de operaciones y movimientos de precisión relojeros muy complicados. Al asociarse con Edward Auguste Piguet unos años después, éste aportó 18 calibres complicados como inversión inicial, entendiéndose en el argot de la industria a cada complicación como un agregado en las funciones del reloj, por ejemplo, el calendario.

La firma no tarda en conocer un éxito fulgurante, y su fama franquea las fronteras nacionales. Mientras Jules Louis Audemars no cesa de innovar con movimientos inéditos, Edward Auguste Piguet será uno de los primeros en crear filiales de venta en Europa y en América.

 

En 1882 la firma presenta un reloj de bolsillo de Gran Complicación. Diez años después crea el primer reloj de pulsera con repetición de minutos – unas de las complicaciones más difíciles de realizar -, lo que se convertirá en la especialidad de la firma.

Miniaturización

En 1921 presentan un nuevo modelo de doble desafío ya que a la complejidad del mecanismo de repetición se añade la de la miniaturización extrema de los componentes.

A lo largo de los años la firma continúa su insaciable búsqueda de la excelencia mecánica y propone en los años 1950 su primer calendario perpetuo para reloj de pulsera, otra complicación principal dominada por muy pocas marcas, incluso en la actualidad.

El reloj más plano del mundo

 

1967 ve florecer un nuevo récord con la creación del calibre automático con rotor central más plano del mundo (2,45 mm).

El primer reloj de lujo en acero

Pero en 1972, Audemars Piguet trastornará para siempre los códigos de la relojería moderna con el Royal Oak, el primer reloj deportivo de lujo jamás realizado en acero.

En poco tiempo se convertirá en un icono eterno que enarbola un aspecto deportivo y potente, destacado por un muy emblemático bisel octagonal fijado por ocho tornillos hexagonales, una esfera con guilloché “Tapicería”, así como un brazalete totalmente integrado en la caja.

El Royal Oak lleva el nombre de un navío de la Armada Real Británica, cuyas troneras eran octagonales. A su vez, el barco había sido bautizado con este apelativo en homenaje al roble bajo el cual se refugió el futuro rey Carlos II en 1651 tras haber sido vencido por las tropas de Cromwel. El árbol se convirtió en un símbolo de protección y poder.

Jasmine Audemars, presidente de la firma

 

Jasmine Audemars, presidente de la firma, ha comentado: Para Audemars Piguet, “mantener la tradición no sólo es respetar el pasado. También es sinónimo de impulso hacia el futuro, de innovación y reinvención. Nuestra maison lo demostró en 1972 con la creación del Royal Oak, el reloj que tranformó los códigos de la Alta Relojería para convertirse en un icono contemporáneo”.

La manufactura Audemars Piguet, que aún hoy sigue en manos de las familias fundadoras, se ha impuesto con su saber hacer y su dominio de las complicaciones, manteniendo su fidelidad al espíritu ancestral del Valle del Joux.

Los orígenes en el Vallée de Joux

La Vallée de Joux, lugar de nacimiento de Audemars Piguet y cuna de la relojería suiza de alta gama, es una región impresionante de carácter rústico situada en las montañas del Jura, al norte de Ginebra.

 

Los recursos naturales de la Vallée de Joux, especialmente los bosques, el agua, el hielo y las rocas, a partir de los cuales se podía extraer mineral de hierro, proporcionaron los medios necesarios para que la industria relojera evolucionara y prosperara.

 

 

Hasta el día de hoy, la naturaleza cruda de esta majestuosa región con vistas vibrantes del claro cielo nocturno ha servido de inspiración para los relojeros.

Los mecanismos relojeros son, de hecho, representaciones del paso del tiempo dictadas por la astronomía, y desde siempre la naturaleza ha inspirado la creación de dispositivos para la medición del tiempo.

Un lugar dónde los agricultores dominaban con maestría el duro entorno

Históricamente, ya hacia finales del siglo XVII, se pudo presenciar cómo los granjeros empezaban a dedicarse a la creación de artesanía relojera.

Durante los largos inviernos, los pisos más altos de sus granjas, inundados de luz, se transformaban en talleres relojeros donde se producían componentes como ruedas, puentes, muelles, piedras semipreciosas, piñones y todo tipo de piezas especiales para la producción y el ensamblado.

Audemars Piguet encarna los cimientos mismos de la relojería, ya que las habilidades técnicas se combinan con la excelencia, el amor por el detalle se lleva hasta las últimas consecuencias y se insufla el sentido artístico en cada reloj para lograr que sea una obra de arte excepcional y única.

Estos cimientos reposan en una maestría excepcional que data de antaño y que se ha transmitido con esmero en los bancos de trabajo de Audemars Piguet desde 1875 y a lo largo de varias generaciones de relojeros.

Los fundadores

Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet

 

Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet escribieron las primeras páginas de la rica historia de esta empresa pionera.

Orgullosos miembros de la restringida red de artesanos del Vallée de Joux, establecieron su firma en 1875.

Los puntos fuertes de la mecánica

Mecanismos sorprendentes, cronógrafos y complicaciones astronómicas constituyen los dominios de Audemars Piguet.

Los registros de la empresa demuestran que más del 80 % de los aproximadamente 1.500 relojes producidos por Audemars Piguet entre 1882 y 1892 incluía al menos una complicación, y en muchos casos numerosas complicaciones.

El espíritu de familia

Audemars Piguet es más que una empresa, ya que hoy día sigue siendo una manufactura familiar independiente que se encarga de transmitir sus conocimientos a las futuras generaciones y que mantiene su sede y su producción en Le Brassus, la cuna de la alta relojería.

Olivier Audemars, vicepresidente del Consejo de Administración

 

2ª, 3ª y 4ª GENERACIÓN

 

 

La primera sede de Audemars Piguet se construyó alrededor de un pozo a fin de extraer el agua de una fuente cercana. Los talleres crecieron lentamente, acomodando a menos de 50 personas hasta la década de 1950, y no fue hasta los 70 cuando la plantilla creció por encima de las 100 personas.

Antes de 1951, cuando se introdujo el concepto de “modelo”, cada reloj era único. Hoy en día, Audemars Piguet sigue firmemente apegada a la producción de series muy pequeñas, elaboradas con el mayor cuidado y demostrando el máximo respeto por las tradiciones relojeras.

Quedan todavía muchos capítulos por escribir. Las piezas que hoy se producen en los talleres de Audemars Piguet, el mismo lugar donde los padres fundadores comenzaron su historia en 1875, podrán algún día exhibirse en su museo junto a las obras maestras elaboradas por los arquitectos de la marca y sus antepasados.

Audemars Piguet y las patentes

Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet lograron que la firma a través de las décadas posteriores se convirtiera en una de las firmas más prestigiosas del selecto mundo de la Alta Relojería con todo tipo de innovaciones y grandes complicaciones, pero que además ha generado un gran número de patentes.

Actualmente cuenta con cerca de 1.500 empleados y sus instalaciones se reparten entre la renovada manufactura histórica de Le Brassus y las ubicadas en Le Locle and Meyrin.

En 1972, con el lanzamiento del  diseñado por Gerald Genta, revoluciona el mundo de la relojería y dicta una tendencia que se mantiene hasta hoy en día.

 

Con este reloj de acero con brazalete integrado y el mismo nivel de acabados que sus relojes de oro, Audemars cambia las reglas y demuestra que la Alta Relojería no tiene porque estar reñida con el acero ni con la deportividad.

 

 

Las bases estéticas del Royal Oak original, con su característico bisel octogonal donde destacan ocho tornillos hexagonales, se mantienen hasta hoy en día y ha evolucionado con el “Offshore”, una variante más robusta del Royal Oak que eleva aun más su carácter deportivo.

El actual catálogo de Audemars Piguet está compuesto por tres grandes grupos

El primero lo forma el Royal Oak, el Royal Oak Offshore y el Royal Oak Concept una variante que acoge los avances técnicos más vanguardistas de Audemars Piguet.

El segundo grupo, de carácter estético más clásico lo constituyen la colección Jules Audemars y la Millenary que se distingue por su original caja ovalada con esfera descentrada.

Finalmente, tenemos la colección de relojes-joya, donde Audemars aplica su conocimiento de la Alta Joyería para combinarla con la relojería.

Royal Oak, la historia de un icono

El Royal Oak es un reloj que nació para evitar que la industria relojera suiza sucumbiera ante el éxito del cuarzo japonés.

Los amantes de la alta relojería saben que hay modelos que jamás pasarán de moda. Por su maquinaria, diseño o historia, algunos relojes como el Royal Oak de la manufactura suiza, Audemars Piguet, han marcado una época convirtiéndose en auténticos iconos alabados a lo largo de los años por celebridades de todos los ámbitos.

Nacimiento del Royal Oak 

Fue el primer Royal Oak Offshore diseñado por Emmanuel Gueit

 

A comienzos de los años 70, la industria relojera suiza estaba sufriendo una gran crisis tras la invención de los relojes de cuarzo por parte de los profesionales japoneses del sector.

Con un movimiento más preciso y barato de producir, estas piezas hicieron que la industria se tambaleara.

Audemars Piguet, lejos de sucumbir a esta caótica situación, se dio cuenta en 1971 de que sin un cambio disruptivo para su marca y para la industria en general, el colapso financiero sería inevitable.

Tras escuchar a sus clientes, Audemars Piguet se dio cuenta de que había interés por un reloj de lujo de acero, algo impensable por las grandes marcas hasta la fecha.

El espíritu innovador de sus relojeros y el ADN de la manufactura de Le Brassus hizo que decidieran arriesgarse presentando algo totalmente nuevo: un reloj deportivo pero elegante como nunca antes se había visto.

Gerald Genta era uno de los diseñadores más disruptivos del momento

 

Gerald Genta era uno de los diseñadores más disruptivos del momento

En la víspera de la Feria de Basilea de 1971 (un año antes del lanzamiento) el director general de Audemars Piguet en ese momento, Georges Golay, llamó a Gerald Genta, uno de los diseñadores más disruptivos del momento, y le propuso el reto de diseñar un reloj sin precedentes.

Una pieza deportiva de acero ideal para lucir en cualquier ocasión con los acabados más bellos jamás vistos y todo en menos de 24 horas. A la mañana siguiente, Genta (sin duda el diseñador de relojes más importante de los últimos 100 años) presentó la obra maestra de su carrera: el Royal Oak.

En 1972, en la Feria Swiss Watch Show conocida actualmente como Baselworld se lanzó al mercado este nuevo modelo al desorbitado precio de 3.300 francos suizos, más de diez veces el coste de la época.

 

El mensaje fue claro: la alta relojería proponía relojes de gran prestigio sin depender necesariamente de los metales preciosos. De aquí en adelante fueron el diseño, la precisión en la ejecución y la calidad del movimiento lo más importante de los relojes.

 

 

Tras su lanzamiento, el Royal Oak fue objeto de grandes críticas tanto por su original diseño como por el material escogido para la fabricación y su precio. Unos factores que hicieron que muchos detractores vaticinaran la desaparición de la manufactura suiza, algo que por supuesto, no sucedió.

De hecho, los coleccionistas y creadores de tendencias adoptaron este reloj que, con un diseño claramente reconocible y diferente, se ganó al público más exigente.

Así se convirtió en lo que todavía es: el icono del fabricante de Le Brassus. De hecho, tras más de 45 años de su creación, el Royal Oak es una de las piezas más importantes de la marca y uno de los hitos de la historia de la alta relojería.

Un diseño capaz de sobrevivir a las modas

Contemplándolo resulta imposible imaginar que Gerald Genta lo diseñara literalmente de la noche a la mañana.

Se inspiró para ello en los cascos antiguos de los traje de buceo, creando un bisel octogonal asegurado con ocho tornillos hexagonales de oro blanco, un diseño geométrico tapisserie y un brazalete integrado con enlaces intermedios dispuestos en orden decreciente.

El reloj de acero no se parecía en nada a los de colores cálidos y formas redondas de la época e incluso su tamaño, de 39 milímetros de diámetro y 7 milímetros de grosor, rompía con todos los cánones y tradiciones establecidas.

Resultó un diseño tan deportivo y atemporal que durante muchos años permitió a los relojeros de Audemars Piguet centrarse en el lanzamiento de nuevos movimientos manufacturados como el Calendario Perpetuo de Royal Oak de 1981 o el Royal Oak Fase Lunar Date de 1984.

Fue el primer Royal Oak Offshore diseñado por Emmanuel Gueit

La saga del Royal Oak

Aunque el Royal Oak es una pieza irrepetible, su fuerza y popularidad hicieron que su familia creciera con nuevos relojes que han ido respondiendo a las modas y necesidades venideras.

Es el caso del Royal Oak Offshore, que la firma lanzó al mercado en 1993 coincidiendo con el vigésimo aniversario del primer Royal Oak y cuyo diseño corrió a cargo del jovencísimo Emmanuel Gueit, que tenía sólo 22 años cuando aceptó el reto.

Presentó entonces un reloj de 42 mm (muy grande para la época) que fue apodado ‘La Bestia’ y que revelaba elementos como la junta negra visible masiva del bisel. Aunque en su momento fue rechazado por los puristas, incluido Gerald Genta, después se convirtió en un gran éxito gracias a su función de cronógrafo y su resistencia al agua de 100 metros.

Royal Oak Offshore de mujer, una de las novedades de este 2018

Diez años después nacía el Royal Oak Concept con una caja extremadamente dura y un diseño rompedor que hoy cuenta con casi una decena de modelos entre los que destacan dos nuevas piezas para mujer elaboradas en gran parte en oro blanco de 18 quilates, con diamantes engastados.

Relojes en cualquier caso únicas que cada vez más amantes de la relojería, famosos y deportistas escogen para crear sus ediciones limitadas. Es el caso del Royal Oak Offshore reeditado 25 años después con diseños sorprendentes, unisex, siempre personales y únicos.


Referencias

PATEK PHILIPPE: SU HISTORIA

https://enriqueortegaburgos.com/patek-philippe-su-historia/

PATEK PHILIPPE: EL GRUPO

https://enriqueortegaburgos.com/patek-philippe-el-grupo/

LOS RELOJES SUIZOS

https://enriqueortegaburgos.com/los-relojes-suizos/

 

 

 

 

Salir de la versión móvil