LOS ANILLOS DE COMPROMISO: DESCUBIENDO LA HISTORIA DE ESTE SÍMBOLO DEL AMOR
Conoce la historia de los anillos de compromiso, cómo diferenciarlos de los de boda y otras curiosidades.
Todas las joyas tienen un significado para la persona que la adquiere o la regala. Puede tener un significado relacionado con el amor, la amistad, el agradecimiento, un recuerdo o momento importante en la vida, una vivencia compartida… Pero un anillo de compromiso, concretamente, es una pieza de lo más especial para las parejas, puesto que son la máxima expresión del amor y la fidelidad. Además, como veremos más adelante en el artículo, un anillo al que le incorporamos piedras preciosas como el diamante y/o piedras de color, puede engrandecer mucho más su significado.
Un anillo de compromiso se entrega al otro miembro de la pareja cuando éste/a ha aceptado la petición de matrimonio. Es decir, después de haber respondido “sí” a la famosa pregunta “¿quieres casarte conmigo” o derivados más o menos originales de la misma. Una vez aceptado, este anillo, ya visible en el dedo anular de la mano izquierda o derecha dependiendo de las distintas costumbres, simboliza que la persona que lo lleva puesto está comprometida y que (aunque esto último es opcional en los tiempos actuales) pronto se casará.
ALIANZA DE BODA Y ANILLO DE COMPROMISO O DE PEDIDA. ¿CÓMO DIFERENCIARLOS?
Antes de nada, debemos diferenciar el anillo de compromiso (también conocido como anillo de pedida) de la alianza de boda. El primero se entrega antes de la boda, como mencionaba más arriba. El segundo, sin embargo, es el que se entrega en la ceremonia del matrimonio y que ambos miembros de la pareja llevarán puesto. Las alianzas de boda suelen ser iguales en diseño, material, color… para llevarlas a juego. Sin embargo, el anillo de compromiso puede ser desde un diseño discreto para poder llevar puesto todos los días, o algo fuera de lo común por tamaño o vistosidad, que la persona decida llevarlo sólo en momentos especiales.
LA TRADICIÓN DEL ANILLO DE COMPROMISO O DE PEDIDA. ¿PORQUÉ UN ANILLO?
Pero ¿por qué un anillo?, ¿cómo surgió esta tradición?, y ¿cómo ha sido posible que perdure a lo largo de los siglos? El círculo es un símbolo de la eternidad. Y, entonces, ¿por qué no un colgante o unos pendientes con un círculo? Porque, curiosamente, se pensaba que por el dedo anular de la mano izquierda pasaba una vena que se conocía como la “vena amoris”. Esto hacía que eternidad y corazón se fundieran en una misma pieza. Una conexión genial.
Un dato curioso que podemos extraer del significado de eternidad que posee el círculo, es que a día de hoy, conocemos bajo el nombre de “Eternity ring” a un anillo que lleva diamantes en todo el brazo del mismo, y como “Half Eternity” a los anillos que tienen todo diamantes en la mitad o parte superior. En español, los conocemos como alianza completa y media alianza, respectivamente.
En los tiempos de la Antigua Roma, el anillo tenía un significado muy fuerte de pertenencia de la mujer al hombre. Según el Instituto Gemológico de América (GIA), las mujeres romanas usaban anillos de marfil, pedernal, hueso, cobre y hierro para significar un contrato comercial o para afirmar el amor y la obediencia mutuos. En aquella época, el hombre entregaba dos anillos de compromiso a la mujer. Uno fabricado en hierro para que pudiera llevarlo en su día a día mientras hacía las tareas del hogar, y otro en oro, empleado para lucir en lugares públicos.
Hoy, no concebimos un anillo de compromiso sin piedras preciosas como el diamante u otras piedras de color, pero hasta la llegada del siglo XV, era lo normal. Un anillo de metal sin más ornamentación.
Fue en la Edad Media, sobre el año 1477, cuando el Archiduque Maximiliano de Austria encargó el primer anillo de compromiso de diamantes registrado para su prometida, María de Borgoña. Esto provocó una tendencia a los anillos de diamantes entre la aristocracia y la nobleza europeas. Además, ya en el siglo XV y XVI se comenzaron a grabar los anillos, haciendo que el mensaje grabado quedará oculto cuando el anillo se estuviera llevando puesto.
En la época Victoriana (siglo XIX), se popularizaron los diseños de anillos de compromiso adornados también con otras piedras preciosas, otros metales preciosos y esmaltes. Fue la época de los conocidos como «anillos de posey«, cuya característica principal era la ornamentación de tipo filigrana.
A partir de ese momento, se produjo un evento muy importante para la historia universal de la joyería. Debido a que en 1866 se encontraron diamantes en Sudáfrica y la producción de diamantes de las minas superó el millón de quilates por año, pasó a formar parte de la cultura victoriana el anillo de compromiso en estilo alianza con diamantes a su alrededor (alianza completa o Eternity ring en inglés). La alianza completa de diamantes se convirtió en la manera más común de mostrar el compromiso.
Más tarde, hubo otro momento de gran relevancia para el sector. La marca estadounidense (hoy adquirida por el grupo LVMH) Tiffany & Co. popularizaba entorno al año 1886 el solitario con un engaste original de seis garras que hoy sigue siendo utilizado y solicitado por muchísimos clientes. Este engaste, hacía que el diamante de talla brillante quedara engastado por encima del brazo del anillo, haciendo que la luz incidiera en la piedra preciosa lo máximo posible para poder así brillar de manera espectacular.
CONOCE LA HISTORIA DE TIFFANY
La tradición de entregar un anillo de compromiso se fue manteniendo a lo largo de los siglos, aunque hubo un momento muy delicado en la historia comercial de estas joyas. Tras el estallido de la segunda guerra mundial y la Gran depresión en USA, el mercado de joyas se resintió en gran medida. Los anillos de compromiso y los diamantes se tornaron menos relevantes para la población. Sin embargo, hacia el año 1948, la empresa De Beers, de la mano de su entonces copywriter Frances Gerety, lanzaron la campaña “un diamante es para siempre”, revolucionando el mercado.
UNO DE LOS OBJETOS MÁS ADQUIRIDOS EN JOYERÍAS: LAS LÍNEAS DE ANILLOS DE PEDIDA O DE COMPROMISO.
Gracias a esta campaña, los anillos de compromiso se convirtieron en las principales líneas de joyería en muchos grandes almacenes de todo el mundo. El eslogan hace referencia a que un diamante es para siempre porque es la piedra preciosa más dura del mercado. Un diamante sólo puede ser arañado por otro diamante. Por ningún otro metal o piedra (ocupa el lugar más alto en la escala de Moh, es decir, 10 sobre 10). Por eso, un diamante, es para siempre, de la misma manera que pretendemos que sea nuestra relación y compromiso.
Podría decirse que el sector de la joyería le debe mucho a De Beers. Animó el mercado de nuevo e hizo que la tradición de los anillos de compromiso se hiciera aún más fuerte. Además, al comercializar, especialmente, el anillo tipo solitario (un diamante en la parte superior del anillo) o el tresillo (tres diamantes en la parte superior del anillo), estaba dando a conocer a la población que un diamante es absolutamente único, como la persona a la que se lo regalamos, porque no existen dos diamantes naturales iguales. Con el tresillo, simbolizaban el pasado, presente y futuro de la pareja. Y así, con cientos de diseños diferentes que giraban siempre entorno a la figura del diamante.
De Beers también puso de moda la famosa regla no escrita de que el precio que debes pagar por un anillo de compromiso tenía que igualar el salario equivalente a tres meses. Una maniobra Marketing excelente desde el punto de vista comercial. Esta “regla”, que muchas veces me comentan los clientes, en la actualidad no tiene por qué ser así, por supuesto. Cada cliente invierte lo que desea, lo que puede, lo que está dispuesto a pagar o lo que le aconseja su joyero de confianza en relación calidad-precio-diseño.
La historia de los anillos de compromiso es apasionante. Y lo que es más apasionante aún es que esta tradición haya perdurado durante toda la Historia. Los anillos de compromiso son como nuestra relación: dura como el diamante, preciosa como el oro y apasionada como la sangre que corre por la “vena amoris” de nuestro dedo anular de la mano izquierda.
ESTE ARTÍCULO HA SIDO ESCRITO POR D. JAVIER FERNÁNDEZ GOMEZ MBA | Retail | Joyería | Gemología | Relojería | Marketing Estratégico | Desarrollo de negocio | Sostenibilidad | Lujo | Moda | Metaverso | Docente. PUEDES VISITAR SU PERFIL PARA CONTACTAR CON ÉL EN EL ENLACE DE SU NOMBRE.
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Este artículo se ha realizado por la redacción del equipo de EOB, si quieres contactar con nosotros mándanos un mail a info@enriqueortegaburgos.com