Enrique Ortega Burgos

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL SISTEMA DE FRANQUICIA PARA EL FRANQUICIADO.

Ventajas franquicia

¿QUIERES CONOCER LAS VENTAJAS E INCOVENIENTES DE UNA FRANQUICIA?

¿Optar entre montar una Franquicia o abrir mi propio modelo de negocio?

Muchas veces Ud. se habrá planteado si invertir e integrarse en una franquicia o emprender bajo tu propio riesgo y ventura y sin seguir el modelo de negocio de un tercero, de forma independiente.  Esta decisión –nada fácil- debería tomarse siempre desde el conocimiento preciso de lo que ambas alternativas conllevan.

Desgraciadamente La mayoría de las personas que deciden invertir en una franquicia no conocen en detalle las reglas del juego del sistema en el que van a desenvolverse, probablemente durante varios años.

Además sabemos que todo el que tiene un espíritu emprendedor sueña con tener su negocio propio y hacerlo crecer, pero los datos demuestran que un altísimo porcentaje de las nuevas empresas fracasan el primer año.

Sea como fuere existen ventajas e inconvenientes que el sistema de franquicia ofrece.

Sin ánimo de ser exhaustivo, resumimos algunas de las principales ventajas e inconvenientes que la franquicia tiene respecto al emprendimiento, son las siguientes:

VENTAJAS DE LA FRANQUICIA

DISMINUYE EL RIESGO DE FRACASO EN LA ACTIVIDAD.

Nadie duda que emprender es arriesgado y lo sabemos por la cantidad de casos de fracaso y el miedo que tenemos a que nos ocurra, la franquicia –si su éxito y modelo está probado – reduce –aunque esto no es un dogma- de forma muy significativa el riesgo empresarial. Esta es la principal ventaja del sistema y la que hace de ella una fórmula de éxito mundial y en permanente progresión. Como decía la franquicia ha de ser exitosa y con un modelo probado, siendo la elección de la franquicia una de las claves para que realmente se aminore el riesgo ya que existen modelos que aparentemente son muy expansivos e incluso interesantes pero no tienen un modelo probado. No debes olvidar que si Ud monta un negocio por su cuenta, tienes que empezar de cero, eligiendo la oferta comercial adecuada entre un mercado altamente competitivo en algunos sectores, buscando el modelo de prueba- error con los productos/servicios hasta que lleguen a sus objetivos, conocer a su público objetivo y sus patrones de comportamiento, las zonas de mayor alcance para el modelo seleccionado, entre otras tantas cuestiones. Muchas personas creen –erróneamente- que con la franquicia se trabajarán menos obras y se ganará más; nada más lejos de la realidad ya es muy posible que acabemos trabajando más ya que tendrá que seguir los procedimientos del franquiciador, igualmente si la franquicia es exitosa nos hará ganar pero deberemos asumir los costes extras vamos a tener, como cánones o royalties continuos que aumentan nuestro nivel de gasto y reducen nuestro rendimiento neto.

BENEFICIO DE LAS ECONOMÍAS DE ESCALA.

Con la integración en una red de franquicia se generan algunos beneficios propios de la actuación de sus miembros de forma coordinada y dirigida desde una central que es capaz de hacer que esos beneficios sean significativos para todos, accediendo a economías de escala y abaratando los costes por el funcionamiento centralizado. No es lo mismo comprar para uno que para 150. Un ejemplo tan gráfico como este permite hacerse la idea de que, indudablemente, un franquiciado obtendrá mayores ventajas si se decanta por un desarrollo de negocio en franquicia, donde el volumen de compras permitirá siempre conseguir mejores precios y tener acceso a las novedades de marcas y proveedores de reconocido prestigio con las que trabaje. La economía de escala es una manera de ahorrar costes, cuestión que se hace más complicada cuanto más pequeño sea el volumen a gestionar.<br /> El primer beneficiado de las ventajas derivadas de comprar, aprovisionarse o producir productos para toda la red, contratar proveedores comunes para cuestiones como la gestión de campañas de marketing, etc., será el franquiciador si bien el franquiciado como cogenerador del beneficio debería tener la posibilidad de ver revertido este beneficio por la central, algo que no siempre ocurre.

FORMACIÓN INICIAL.

La formación del franquiciado por el franquiciador, basada en su propia experiencia exitosa, es una de las condiciones y características esenciales del sistema de franquicia, y una de las principales diferencias respecto al emprendimiento independiente, apoyo no sólo en una unidad piloto del franquiciador sino durante la apertura de la unidad franquiciada. No podemos olvidar que la obligación con mayúsculas, que el franquiciador tiene para con los franquiciados (juntamente con la cesión de la marca) es la cesión del know-how de la actividad franquiciada, que le permita a éste replicar el modelo de negocio previamente testado y experimentado. Según indica la Sentencia de la Audiencia Provincial de León núm. 326/2011 de 4 de noviembre de 2011 « La obligación de formación tiene una función de adiestramiento, preparación y entrenamiento del franquiciado y su personal, en la explotación del modelo de empresa».

El USO DE LA MARCA

Uno de los elementos definitorios y esenciales de una red de franquicias, es que todos los miembros de la cadena (tanto franquiciador como franquiciados) exploten su negocio bajo el paraguas de una misma marca, que les permita identificarse frente a terceros y clientes con una única insignia e imagen, confiriéndoles un renombre y visibilidad que no podrían obtener en caso de que operase de manera individual.<br /> Así, para que el franquiciador pueda franquiciar a un tercero su modelo de negocio, debe ser titular registral (o en su caso, debe disponer del derecho de uso y cesión) de las marcas y demás derechos que configuran la imagen de la franquicia, siendo éste, por tanto, uno de los requisitos previos necesarios para el inicio de la actividad franquiciadora.<br /> La existencia de unidades propias del franquiciador que han operado con éxito durante un cierto periodo de tiempo, constituye a menudo la base de un fondo de comercio del que el franquiciado ya se aprovecha desde el inicio de su actividad. Naturalmente, cuanto más extendida esté la red, más importante será el beneficio que el prestigio de marca aporta al negocio franquiciado, aspecto que favorece a los franquiciados que se incorporan aguas abajo, cuando la red está ya consolidada.

CONCENTRARSE EN LO REALMENTE RENTABLE: VENDER.

En cualquier negocio, el dueño deberá ocuparse de todas aquellas tareas que la gestión del mismo conlleva cotidianamente, muchas de las cuales son tediosas, burocráticas o de trámite y que no aportan realmente valor al negocio ni están orientadas a la venta que es lo realmente aporta rentabilidad al negocio: la venta.<br /> En un modelo de franquicia bien construido y en la que el franquiciador asume sus responsabilidades de forma eficiente, el franquiciado se ocupa casi exclusivamente de vender y por tanto está focalizado en el área que realmente aporta rentabilidad al negocio, dejando tareas como la elección y negociación con proveedores, la gestión de la comunicación y el marketing, la introducción de mejoras permanentes en el negocio que suelen ser asumidas por el franquiciador, descargando al franquiciado de la necesidad de dedicar tiempo y esfuerzos a estas cuestiones.<br /> Será el franquiciador el que habrá de dedicar de forma constante su trabajo hacia la innovación y desarrollo, creación y diseño de nuevos productos/servicios y adaptación a los cambios del mercado, lo que permitirá que el franquiciado solo se dedique a explotar su negocio sin la necesidad de invertir ese tiempo.

ACCESO A UNA COMUNICACIÓN Y ELEMENTOS DE MARKETING DE MAYOR ALCANCE.

Los beneficios de las economías de escala que antes aludíamos se materializan también en áreas como marketing y la comunicación externa en general. La creación de un Fondo para cubrir las necesidades de Marketing común, financiado por las aportaciones de todas las unidades de la red, propias del franquiciador y franquiciadas, constituye una ventaja comparativa trascendental en un mercado como el actual en que es muy difícil destacar y llegar con un mensaje claro y contundente a nuestro cliente potencial, sin duda los recursos compartidos y el abaratamiento de costes hacen que los mensajes lleguen antes y con más fuerza ya que realizar esta tarea de forma aislada hace que sea más costoso, lento y desde luego suelen perder esta batalla por la comunicación y el marketing contra quiénes aúnan fuerzas.

SER EL PROPIETARIO DE SU NEGOCIO.

A pesar de las limitaciones que operar dentro de una franquicia supone al franquiciado ya que ha de seguir el modelo de aquél, no podemos olvidar que la unidad franquiciada es fruto de su propia iniciativa personal, asumirá el riesgo y ventura respecto de ésta ya que será el único dueño de su negocio, con todas sus consecuencias.<br /> La franquicia se basa en una colaboración estrecha y continua entre franquiciador y franquiciado, gran parte del éxito de este sistema se debe a la relación mantenida entre ambos que como sabemos son empresarios independientes. Para que el modelo de negocio sea viable, rentable para ambas partes y sostenible en el tiempo, es importante que los objetivos sean comunes aún dentro del ámbito de la defensa de los intereses particulares.<br /> El contrato de franquicia se configura fundamentalmente como un contrato de colaboración y cooperación entre dos empresarios independientes

 

INCONVENIENTES PARA EL FRANQUICIADO.

 

En cuanto a las desventajas que la franquicia tiene para el franquiciado respecto a una teórica actuación independiente, se pueden destacar las siguientes:

La dependencia operativa o procedimental, limita al franquiciado en su capacidad de inventar o alterar el modelo del franquiciado, es probablemente el aspecto más delicado para quien piense en convertirse en franquiciado, especialmente cuando la relación sea mantenida por años. Muchas personas no parecen estar realmente informadas de este hecho o estar dispuestas a cumplir con dicha condición, consecuencia de recibir un modelo de negocio, rentable pero también cerrado que asumen como propio y que no pueden alterar ya  las alteraciones no van a ser permitidas por quien lo desarrolló inicialmente y verificó que realmente funciona ya que ese es precisamente su know how. El derecho de uso de la misma marca que ampara los demás negocios de la red, obliga a cada franquiciado una identidad operativa y de oferta.

Si quiere desarrollar su propio negocio o mejorar uno existente o recibir una formación inicial para volar libre o se considera un pequeño anarquista, la franquicia no es para Ud y le desaconsejamos que opte por este mecanismo.

Cuando entramos en una red identificada y bajo el paraguas  de una marca común, puede resultar un gran inconveniente, cuando nos vemos afectados por situaciones negativas de otros elementos de la red que no controlamos, y especialmente por los errores y decisiones poco acertadas del propio franquiciador aunque naturalmente a sensu contrario nos beneficiaremos cuando ocurra justo lo contrario.

El franquiciador diseña y desarrolla un proyecto de franquicia no sólo para ganar cuota de mercado, para que su marca se implante en nuevos territorios y su prestigio crezca, lo hace esencialmente para obtener una buena rentabilidad con ello. Y dicha rentabilidad la tiene que generar a través de sus franquiciados, obviamente permitiendo que ellos también ganen, pero detrayendo una parte de sus ingresos para financiar y rentabilizar sus aportaciones y servicios como impulsor del proyecto.

La franquicia constituye la forma de crecimiento más rápida que se conoce en todo el mundo de las empresas dedicadas a la venta al por menor. Esto es debido a que el crecimiento del franquiciador se «apalanca» en la inversión llevada a cabo por un tercero, el franquiciado, que arriesga su propio capital sobre el modelo de negocio y las instrucciones del franquiciador.

Naturalmente, a nadie le gusta tener que pagar determinadas aportaciones como un canon de entrada o un canon de mantenimiento o royalty, pero sin ellos en muchos proyectos el franquiciador no rentabilizaría su actividad y por tanto no existirían. Lo importante es que los servicios recibidos por el franquiciado compensen dichos pagos, es decir, que las ventajas superen el inconveniente evidente de que tener que pagar por ellas.

El contrato de franquicia es un contrato oneroso por lo que existe un precio, a soportar por el franquiciado, en contraprestación a la cesión de la licencia que hace el franquiciador.

En los contratos de franquicia dicho precio no se manifiesta en una cuantía fija y única, sino que se distingue entre pagos periódicos y puntuales y por concepto. De esta forma, los tres conceptos básicos, que dan lugar a la obligación de pago por parte del franquiciado, sin perjuicio de que el franquiciador pueda establecer cualquier otro, son:

  1. a) Canon de entrada: por cada apertura de un nuevo establecimiento, el franquiciado está obligado a pagar una cuantía fija. Como norma general se prevé en los contratos de franquicia que el pago del canon de entrada se efectúe en el momento de la firma del contrato. Se podrán prever descuentos en los cánones de entrada a los meros efectos de estrategia comercial de desarrollo de la Franquicia.
  2. b) Regalía ( Royalty):como contraprestación por la concesión de la licencia, el franquiciado se verá obligado a abonar una cuantía mensual o anual que se suele fijar en los contratos de franquicia como un porcentaje sobre un concepto objetivo tal como, por ejemplo, las ventas brutas. Por ello, es importante definir en el contrato de franquicia, correcta y claramente, el concepto sobre el que se va a aplicar dicho porcentaje.

c) Contribución al fondo de publicidad: se trata de una cantidad también periódica y calcula de forma similar al royalty. Estas contribuciones se destinan a un fondo de publicidad gestionado por el franquiciador, aunque puede haber cierto grado de gestión por parte del franquiciado, y que se emplea en todas aquellas acciones de marketing que se lleven a cabo para la promoción y la publicidad del sistema de franquicia.

 

 

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