Enrique Ortega Burgos

¿Cambiará el crowdfunding las reglas del juego para las pequeñas empresas de moda?

por Diego Olaya y Valentina Soldera

¿Qué es crowdfunding?

El crowdfunding, o la financiación colaborativa, se refiere a un modelo de financiación alternativo al tradicional en el cual se utiliza una plataforma online para recaudar fondos de una colectividad de personas.
El término crowdfunding, ligado al desarrollo de Internet y las nuevas tecnologías, se acuña en 2008 por los teóricos Jeff Howe y Mark Robinson en su libro The Rise of Crowdfunding. Este vocablo, que fusiona las voces anglosajonas “crowd” (“multitud”, en español) y “funding” (“financiación”), alcanza protagonismo con la creación de las primeras plataformas online que permitían a sus usuarios financiar diferentes proyectos de manera conjunta. Uno de los primeros proyectos publicados u “ofertados” en este tipo de plataformas, gratuitamente, fueron los proyectos Open Source de los desarrolladores de software. Dada la acogida y demanda, se comenzó a solicitar “donaciones”, configurándose así el canal de financiación. Durante el año 2017, se recaudaron más de €100 millones en España a traves de crowdfunding.1

1 (El Crowdfunding recaudo en España 101 millones de euros en 2017 , Noticias Universo Crowdfunding)

Beneficios y Tipos

La realización de proyectos de financiación en plataformas digitales no sólo facilita un canal de ínfimo coste, sino que permite unas flexibles y favorables condiciones:

  • Dan visibilidad y permiten una calificación rápida de los proyectos
  • Agilizan y democratizan el proceso de financiación. Los tiempos y plazos se acortan, dada la instantaneidad que promulga el entorno digital, pero además, agentes que antes veían frustrado su acceso a la financiación en la vías tradicionales encuentran en las plataformas de crowdfunding una alternativa sin requisitos de garantías, financieros o estrictas exigencias que imposibilitan la realización de cualquier concesión de fondos
  • Dado lo anterior, las finalidades para las cuales se solicitan los fondos se amplían y diversifican, al no estar sujetas a justificación (más allá del control de ciertos requisitos básicos que hacen las plataformas crowdfunding, pero que no responden a un examen de los recursos financieros y flujos de caja de la empresa o proyecto). Así, se producen desde campañas de marketing, ampliación de equipos, digitalización de la empresa, etc.
  • Las PyMEs y start-ups, pese a su tamaño reducido, pueden acceder a un gran volumen de financiación. Este tipo de oportunidad, a un gran escenario de inversores de muy distinta índole, antes se reducía a círculos cerrados, por ejemplo, del sector del Private Equity; por lo que ahora, a las pequeñas empresas, se les abre un abanico de posibilidades a las que previamente no tenían acceso.

Hay diferentes tipos de crowdfunding:

  • El crowdfunding de recompensa se realiza a cambio de la obtención de una pequeña ‘reward’, en general, una porción o producto de los que se planea desarrollar.
  • El crowdfunding de préstamo o crowdlending es un tipo de financiación donde los inversores particulares prestan su dinero a inversores particulares o empresas y obtienen una contraprestación monetaria por ello.
  • El crowdfunding de inversión, equity o inversión múltiple consiste en un tipo de inversión donde los inversores obtienen una participación accionarial directa de la empresa a la que prestan su dinero.
  • En el crowdfunding de donación la aportación se realiza de manera altruista sin esperar a contraprestación a cambio por ello.

En el sector de la moda, el tipo de crowdfunding más utilizado es el de recompensa. En vez de intentar predecir la demanda y quedarse con un excedente de inventario, una pequeña empresa puede lanzar una campaña de financiación para su producto en una plataforma digital y generar preventas, generalmente para ser entregadas varios meses después. Esto permite que la empresa valide el producto con mínimos recursos y que tenga la seguridad de haber hecho ventas antes de empezar la producción.

Las personas que financian el proyecto, es decir los que decidieron comprar el producto sin recibirlo, son conocidos como backers. Al final de la campaña de financiación se les cobra a los backers lo que han comprado y empieza la fase de producción. Sin embargo, ciertas plataformas, incluyendo Kickstarter – una de las más conocidas a nivel mundial – tienen condiciones restrictivas. Si antes de la fecha límite el proyecto no alcanza su objetivo de financiación, a los backers no se les cobra sino que se les devuelve el dinero.

En caso de que el proyecto logre su objetivo de financiación, los backers reciben por correo electrónico una encuesta sobre sus preferencias de talla, dirección de envío y el color o modelo del producto pre-comprado. Generalmente la empresa reserva los siguientes 2 a 6 meses exclusivamente para producir la cantidad de unidades pre-compradas del producto en la campaña. Cuando se completa la producción, se envían los pedidos a los backers, agradeciéndoles de nuevo por su participación, y se concluye el intercambio.

La llegada de las marcas sostenibles

Cada vez más marcas recurren a Kickstarter no sólo para recaudar fondos, sino también para obtener comentarios de los clientes sobre sus diseños. Obtener la participación temprana de los clientes y el dinero en efectivo puede hacer o destruir una empresa joven, especialmente en el sector de la moda, en el que hay una gran cantidad de costos por adelantado que el empresario debe cargar antes de vender su primer producto.

Una de las campañas de crowdfunding más exitosas en el sector de la moda es Wado, una empresa española de zapatos fundada en marzo de 2018. La campaña tuve lugar en marzo de 2018 y en solo 24 horas, la marca alcanzó recaudar el 92% de su objetivo y en solo unos meses se concluyó con más de €2 millones de financiación.

Wado es una de las muchas marcas emergentes que le está dando debida importancia al impacto que tienen sus productos, tanto social como ambiental. Por lo tanto, estas marcas están atrayendo un perfil de consumidor consciente que generalmente tiene más recursos y disposición de comprar productos orgánicos, artesanales, y hechas con mínimo impacto negativo hacia el ambiente y la sociedad.

Otra campaña exitosa en Kickstarter es de la marca The Evolution Hoodie que vende sudaderas con capucha hechas de granos de café reciclados y botellas de plástico. Lo más interesante y peculiar de esta marca es que para crear esta sudadera con capucha, los empleados suelen recoger los posos de café usados en las tiendas locales en su camino al trabajo. Luego, secan el café, eliminan los aceites, muelen los granos en partículas más pequeñas y luego los mezclan con las botellas de plástico derretido para crear un tipo de hilo. The Evolution Hoodie en sólo unos meses recaudó €559 mil de financiación de 6,418 backers. La marca logró su objetivo en las primero 5 horas desde el lanzamiento en Kickstarter.

Un tercer ejemplo de éxito en el sector de la moda sostenible – y el más reciente -es Rens, que ofrece los primeros zapatos hechos de los residuos del café y con plástico reciclado. La campaña logró más de €500 mil en Kickstarter en julio de 2019 y actualmente está haciendo otra campaña crowdfunding en Indiegogo – otra plataforma crowdfunding donde las marcas suelen publicar su campaña después de haber tenido éxito en Kickstarter. Una de las principales diferencias entre las dos plataformas es los requisitos que establece Kickstarter para poder publicar campañas en su web.

Como podemos ver, la moda ética y sostenible forma parte de un mercado creciente que cada día se vuelve más pervasivo, especialmente en los países más desarrollados. Históricamente, este mercado ha dependido de prácticas laborales explotadoras, insostenibles y poco éticas para producir ropa, pero si las tendencias recientes son un indicio del futuro, esto pronto cambiará.

La escala y la velocidad con la que se han estado produciendo y consumiendo las prendas de vestir nos ha dado el término «moda rápida». La larga tradición de las colecciones Primavera/Verano y Otoño/Invierno ha sido reemplazada por una rotación casi semanal de nuevas tendencias, atrayendo a los compradores hacia una insaciable adicción a los nuevos estilos.

Por lo tanto, la sobreproducción de prendas es el mayor problema de la industria de la moda. Los comerciantes y compradores del sector efectivamente intentan predecir la demanda del mercado, lo que hace que la oferta y la demanda estén lejos de ser precisas. El sector de la moda produce alrededor de 100.000 millones de prendas cada año a nivel mundial. Hoy día, la población mundial compra 400% veces más ropa que hace 20 años.2

2Thompson, Sylvia. “Not so Fast, Fashion: Is It Time for the Industry’s ‘Blue Planet’ Moment?” The Irish Times, The Irish Times, 20 July 2019

El desperdicio de recursos, la contaminación, la degradación del suelo, la deforestación, la toxicidad en la fabricación y las cadenas de suministro alimentadas con carbono hacen de la moda una de las industrias más perjudiciales para el medio ambiente. La producción masiva de algodón, el tejido más producido a nivel mundial, está causando un daño colosal a la biodiversidad del suelo.

La industria aporta $2,5 billones a la fabricación mundial y emplea a más de 75 millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres. Sin embargo, el sector también ha creado desafíos sociales, ambientales y económicos a lo largo de su cadena de valor mundial. Es el segundo mayor consumidor de agua, responsable del 20% de las aguas residuales y se necesitan más de 7000 litros de agua para teñir un par de vaqueros3. El sector produce el 10% de las emisiones mundiales de gases invernadero, más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo. Cada año, medio millón de toneladas de microfibras plásticas entran al océano y la cadena alimenticia, más de $500.000 millones en ropa subutilizada se incinera o desecha en vertederos, y el 4% de la extracción mundialde agua dulce se utiliza en la producción textil (Fundación Ellen MacArthur). En consecuencia, esto limita las opciones de compra para nuestro mercado objetivo que busca alternativas sostenibles. Sobre todo, los efectos del cambio climático suponen una amenaza cada vez mayor para la salud y la seguridad de los trabajadores y las comunidades involucradas en la cadena de valor de la moda, que se extiende principalmente por los países desarrollo.

3 KPMG. Threading the Needle Weaving the Sustainable Developmen Threading the Needle Weaving the Sustainable Development Goals into the Textilee, Retail, and Apparel Industryt Goals into the Textile, Retail, and Apparel Industry

En los últimos años, la industria ha entrado en un período de gran agitación, con grandes y pequeñas marcas de moda abandonando los métodos tradicionales de producción en favor de alternativas respetuosas con el medio ambiente y libres de crueldad. Este cambio en la demanda está dando paso a un mercado más consciente. Es un desarrollo bienvenido y largamente esperado, y no muestra signos de desaceleración.

Varias marcas influyentes están empezando a cambiar su producción para ser más sostenibles. Por ejemplo, según un representante de la compañía, Nike Inc. está avanzando hacia el uso de energía renovable para todas sus operaciones en Norteamérica y Europa bajo nuevos acuerdos de compra de energía. La compañía también ha implementado técnicas más sostenibles como el tejido «Flyknit», que reduce los residuos del corte y la costura de las telas, y la fibra de cuero reciclada en los zapatos.

La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en un argumento clave de venta para los clientes. En un estudio de Luxe Digital, fue observado que más de un tercio del grupo dijo que ya había cambiado de marca cuando se les ofreció una alternativa que representaba prácticas ambientales o sociales más positivas, y más de la mitad dijo que planeaba hacerlo en el futuro.

Utamu – Chaquetas artesanales ecológicas con un propósito social

Utamu, un nuevo concepto con base en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, está cambiando las reglas del juego hacia la moda consciente con su nuevo concepto.

La marca lanzó su colección Mali el 27 de agosto en Kickstarter.com y durará hasta el 26 de septiembre de 2019. A través de esta plataforma, Utamu consiguió su objetivo en sólo una semana. Los primeros backers obtendrán hasta un 35% de descuento antes de que las chaquetas y las túnicas estén disponibles en el mercado al precio de venta al público.

Fundada por Valentina Soldera y Diego Olaya en 2018, Utamu es una marca de moda sostenible con un alto contenido ético que celebra la artesanía tradicional y apoya la educación de niños mediante la venta de prendas de alta gama hechas en Ciudad del Cabo. Con la venta de una chaqueta, Utamu patrocina un semestre de clases de inglés y matemáticas para un(a) niño(a) en Masiphumelele, una pequeña comunidad marginal de Ciudad del Cabo. Las telas que usa Utamu de algodón orgánico son teñidas naturalmente y tejidas a mano usando técnicas centenarias por artesanos de Malí, quienes reciben formación y empleo digno para ayudar a mantener a sus familias y escapar de la pobreza. Utamu cree firmemente que la transparencia total es la única manera de reinventar la industria de la moda. Por eso
comparten enteramente sus costes de producción y la historia detrás de su ropa con el lema: “Porque mereces saber lo que llevas puesto”.

Naturalmente, en un mundo de automatización, el lujo parece volver a la efímera autenticidad de la artesanía que sólo es posible gracias a las manos humanas. Desde los artesanos con quienes trabajamos hasta los niños que apoyamos, la gente está en el centro de Utamu

, dicen los fundadores de Utamu.

La marca está demostrando que los negocios (el emprendimiento) puede(n) ser un poderoso sistema creativo de cooperación social que puede conducir a un tremendo progreso social, ambiental y económico. Mediante la fusión del impacto empresarial y social, Utamu pretende potenciar a las comunidades con las que trabaja y crear un diálogo en torno al compromiso que las marcas de hoy deben asumir para un futuro más sostenible.

Aspecto diferenciador: sus VALORES

Todo lo que hace Utamu se basa en sus tres valores fundamentales

Calidad

Utamu utiliza telas de algodón orgánico teñidas a base de plantas y tejidas a mano por expertos artesanos en Malí, utilizando técnicas centenarias. El país es hogar de muchas sociedades cuyas tradiciones de tejido y teñido son la base de la unidad familiar y comunitaria.

La tradición de hacer esta tela – conocida como mud cloth – se remonta al siglo XII, cuando los artesanos comenzaron a teñir algodón en un baño lleno de hojas y ramas de diferentes plantas, cada una de ellas dando a la mezcla un color único. La planta indigofera para el azul, la flor de hibisco para el rojo, y la corteza de árbol de m’peku para el naranja. En el idioma bambara de Malí el nombre local de mud cloth es bògòlanfini – bògò (tierra) lan (con) fini (tela).

Transparencia

El sector de la moda sufre de un creciente déficit de confianza. Las recientes violaciones de datos de alto perfil en varias empresas de moda, han dejado a los consumidores preguntándose si deberían compartir información con las marcas. Como resultado, están exigiendo saber mucho más sobre una serie de temas, desde dónde y cómo se fabrican los artículos hasta la procedencia del diseño y la calidad del artículo.
Dadas las demandas de los consumidores de una mayor transparencia a lo largo de la cadena de valor, Utamu comparte la historia detrás de cada prenda desde la consecución de la materia prima hasta los costes de producción porque todos merecemos saber lo que llevamos puesto.

En su página de Kickstarter y en su web, Utamu explica todo el recorrido de un producto hasta su entrega al cliente.

En la siguiente imagen la marca revela al público y a sus clientes los costes incurridos para hacer una chaqueta o una túnica, incluyendo cada detalle. y en qué se utiliza el dinero exactamente.

Comunidad

La visión de Utamu es contribuir a la educación universal. La marca colabora con Masicorp, una organización orientada a la obtención de resultados que está abordando el bajo nivel de alfabetización en Masiphumelele, una comunidad de Sudáfrica donde más de 40.000 personas viven en situación de desventaja y pobreza debido al legado del apartheid.

Por cada chaqueta o túnica vendida, Utamu patrocina 3 meses de clases de inglés y matemáticas para un(a) niño(a) en Ukhanyo Primary School en Masiphumelele.

Experiencia en Kickstarter

Utamu decidió de empezar a vender en Kickstarter por muchas razones entre las cuales para ahorrarse costes tanto de producción como de inventario y para recibir comentario y feedback de su backers. Como comentado anteriormente, cuando una marca vende en Kickstarter, ofrece el producto con un descuento importante para incentivar a los consumidores.

La marca ofrece a los primeros backers, conocidos como Early Bird, la oportunidad de comprar las chaquetas por $175 y las túnicas por $159. Este descuento del 33% les ahorra $85 por cada chaqueta y $81 por cada túnica.

Por otro lado, los backers de Kickstarter Special – es decir el precio normal al que se vende en la plataforma – pueden comprar las chaquetas por $185 y las túnicas por $169. Este descuento del 29% les ahorra $75 en cada chaqueta y $71 en cada túnica.

El precio futuro de venta al público será de $260 para cualquier chaqueta y de $240 para cualquier túnica. Para incentivar más a comprar un producto, todos los backers reciben una bolsa de algodón 100% orgánico de cortesía con cada producto que compren.

El lanzamiento de la colección Mali por Utamu marca el comienzo de un nuevo concepto en la moda sostenible artesanal. Un concepto que desenfatiza la importancia de maximizar ganancias y más bien prioriza la minimización del impacto que tiene la cadena de suministro de una empresa. Además de plantear una nueva forma de pensar y hacer negocios, la idea detrás de Utamu cuestiona los criterios existentes para medir el éxito. Históricamente, el éxito del sector de la moda ha dependido de prácticas laborales explotadoras, insostenibles y poco éticas para producir ropa,

Valentina Soldera

Valentina creció en Italia, donde su padre era dueño de una marca de ropa, enseñándole desde muy temprana edad la importancia de usar materiales sostenibles para protegernos a nosotros mismos y al medio ambiente. Se graduó con doble licenciatura en derecho continental y derecho consuetudinario del IE en Madrid y University of Law en Londres. Valentina tiene una doble maestría en acceso a la abogacía, emprendimiento y tecnología del IE, lo que le ha dado una perspectiva internacional de las regulaciones y la ha acercado a su aspiración de ayudar a los demás. Actualmente está trabajado en el departamento jurídico de Amazon y trabajó en varios despachos de abogados de Madrid.

Diego Olaya

Diego es un emprendedor social. Después de terminar sus estudios en el United World College en Costa Rica, donde fundó su primer negocio a los 15 años, empezó a estudiar en Hult International Business School en San Francisco. Tras destacarse en el Dean’s List, decidió tomar un camino diferente. Diego tiene un nanodegree en marketing digital de Nomad Academy. Ha llevado a cabo investigaciones sobre blockchain en una empresa de gestión de activos en Estados Unidos, ha moderado paneles de discusión en eventos de información sobre blockchain en la Universidad de Nairobi y en la Universidad de Strathmore, y fue cofundador de un programa de voluntarios para la permacultura en Uganda.

Valentina y Diego

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