España es uno de los países más estilosos y elegantes de toda Europa, sin tener nada que envidiarle a Francia. Y no solamente en materia de vestir, ya que es uno de los países más importantes de la industria cosmética a nivel mundial.
Según Cosmoprof (la feria más relevante de la industria cosmética a nivel mundial y que permite hacer networking entre los miembros de este sector), España se encuentra entre los diez primeros exportadores de productos cosméticos a nivel mundial, y el segundo mayor exportador de perfumes a nivel mundial.
Y como muestra de la relevancia de España en el sector cosmético se encuentra la empresa barcelonesa Puig, que ya está consolidada como uno de los grandes de esta industria, ya que durante 2022, la empresa generó 3,6 mil millones de euros en ventas, un incremento de 40% en relación a sus ventas generadas en 2021.
Bajo el paraguas de Puig se encuentran marcas como Paco Rabbane, Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci, Charlotte Tilbury y la más reciente en ser adquirida por la empresa Byredo. Puig estima alcanzar la cifra de 4,5 mil millones de euros en ventas en 2025.
Con la importancia que tiene la industria cosmética en la economía española, su debida protección legal se ha vuelto clave para su éxito. En entradas anteriores se ha tratado la regulación de las exportaciones de los cosméticos y sus permisos sanitarios, a partir de la presente entrada se va a tratar la propiedad industrial aplicada a la industria cosmética española.
Por ello, en esta entrada se hará un esbozo del estado del sector cosmético en España. Así que comencemos:
¿QUÉ ES LA INDUSTRIA COSMÉTICA?
La industria cosmética, también conocida industria de la belleza, es la que se encarga de la producción, distribución y comercialización de productos para el cuidado de la piel (tanto del rostro como del cuerpo) del cabello y en general todo lo que abarca el cuidado de la apariencia personales, abarcando cremas, productos anti age y productos para el cabello; perfumes, aceites y esencias corporales. También se incluyen los productos para maquillajes y para la coloración del cabello.
Desde sus inicios las industria cosmética ha dependido de la innovación para su éxito, ya que tal como la conocemos, surgió en el siglo XX gracias a las mentes creativas de Eugène Schueller o Elizabeth Arden.
Actualmente, la industria cosmética tiene un valor global de más de 200 mil millones de dólares, posicionándose como una de las más solidas y que ha superado varias crisis. Esto debido a que el ser humano siempre tendrá una preocupación innata por su apariencia.
LA INDUSTRIA COSMÉTICA EN ESPAÑA
Como se ha mencionado en líneas anteriores, España es uno de los grandes de la industria cosmética tanto como actor y como mercado. Y, como ya se mencionó, España ya se ha consolidado como el segundo mayor exportador de perfumes, por detrás de Francia, y junto al país vecino e Italia, como los mayores exportadores de productos cosméticos de Europa, y se encuentra entre los primeros 10 exportadores de cosméticos a nivel mundial. En 2019, España se ubicó en el quinto puesto de los mayores exportadores de cosméticos del mundo.
Pero es probable que la industria cosmética española esté mejorando sus números en relación a su presencia internacional, por cuanto del país se exportaron cosméticos por la cantidad de 6.500 millones de euros, manteniéndose dentro del top ten de los mayores exportadores de cosméticos y perfumes a nivel mundial.
Además, España ha vivido un crecimiento notable en cuanto al consumo de productos cosméticos, ya que durante 2022, el consumo de cosméticos y perfumes alcanzó la cifra de 185 euros por persona, superando la cifra de 170 euros de 2019 (época prepandemia). Y justamente por este aumento del consumo de los cosméticos, también ha aumentado la importancia de cosméticos de otros países.
En relación a la exportación de cosméticos españoles, los mismos son destinados a más de 175 países, siendo Europa el mercado su mercado más relevante, ya que el 51% van a la Unión Europea. El 49% restante de los cosméticos españoles exportados se destinan a Latinoamérica, América del Norte, Asia Pacifico, Africa y Oceanía.
EL IMPACTO DE LA INDUSTRIA COSMETICA EN LA ECONOMIA ESPAÑOLA
Con todo lo que se ha señalado, no cabe duda de que la industria cosmética cada año va ocupando un lugar destacado en la economía española, ya que como lo recoge el informe “Radiografía del Sector de la Cosmetica y la Perfumeria en España”, las exportaciones de productos cosméticos y los perfumes han superado a la de productos que son símbolos españoles como el vino y el aceite de oliva.
En este sentido, el sector de los cosméticos se ha consolidado desde los años 2000, justamente después de la crisis económica que el mercado europeo vivió en esos años. Pero a partir del año 2018, el sector cosmético comenzó a experimentar un gran crecimiento, que solo se vio interrumpido durante la pandemia. Sin embargo, los resultados del sector cosmético español durante 2022 demuestran que el mercado está viviendo uno de sus mejores momentos.
Por lo tanto, la industria cosmética es una generadora de empleos con 4000 empleos de forma directa y 250 mil de forma indirecta. Además, el 84% de las empresas que forman parte de la cosmética y perfumería española son PYMES.
LA PROPIEDAD INDUSTRIAL
La propiedad industrial es la rama de la propiedad intelectual que protege las marcas, diseños, inventos e innovaciones. En este sentido, se le otorga al titular de la marca, diseños industriales, invento o innovación la exclusividad del uso y comercialización de los mismos. Además, las empresas cosméticas podrán licenciar sus marca o innovaciones a otras (generalmente empresas más grandes), por lo que son fuentes de ingreso adicionales que se pueden obtener gracias a estas figuras. Por lo tanto, al ser registradas se convierten en activos intangibles de las empresas cosméticas.
La propiedad industrial es una figura que es territorial, es decir, que una marca o patente registrada solo será valida en el país donde han sido registradas. En consecuencia, las empresas deben registrar sus marcas, patentes o diseños en el mercado donde van a ser comercializadas.
Sin embargo, en la Unión Europea puede registrarse marcas que tienen efecto, en todos los Estados miembros de la Unión, ante la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea.
Pero si una empresa todavía no tiene entre sus planes la exportación de sus productos, las empresas deben registrar sus marcas (y también patentes) ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Por lo tanto, los efectos de los registros emitidos por la OEPM son a nivel español.
Además de las mencionadas figuras, también se encuentra la figura de los secretos industriales, que son conocidos como secretos empresariales, que se han convertido otra de las claves de protección y éxito de este sector.
VENTAJAS DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL PARA LA INDUSTRIA COSMÉTICA ESPAÑOLA
Para todas las empresa, el proteger sus activos intangibles tiene grandes ventajas, pero para las empresas cosméticas se vuelve un asunto clave para su éxito, por cuanto al tener las marcas e innovaciones registradas, el público identificará dichos activos intangibles con la empresa, lo cual es importante en una industria como la cosmética, donde las confusiones y las imitaciones están a la orden del día.
El tener una marca o innovación protegida, permitirá que sean activos intangibles que pueden ser licenciados a otras empresas, generalmente los grandes conglomerados de la industria. Por ejemplo, Puig es propietaria de la marca Apivita, que fue fundada por dos farmacéuticos griegos en la década de los 70, teniendo por objeto la creación de cosméticos basados en los mejor de la naturaleza griega.
La marca ha tenido una trayectoria importante en Grecia, siendo una de las primeras marcas cosméticas europeas sostenibles y naturales. Pero al ser adquirida por la barcelonesa Puig, el alcance de Apivita se está convirtiendo en una marca de cosméticos con verdadero alcance internacional. Por otra parte, la innovación es el motor que está moviendo a la industria cosmética, dando origen a lo que se denomina como Beauty Tech.
El Beauty Tech que es, básicamente, el punto donde la cosmética y la tecnología se encuentran, ya que se trata del uso de tecnología de ultima como la inteligencia artificial, la realidad virtual y la realidad aumentada en relación a la fabricación, mercadeo y venta de los productos cosméticos.
Y justamente muchas de estas innovaciones son creadas por expertos o empresas que después las venden o las licencian a las grandes conglomerados de la cosmética como L’Oreal o Estée Lauder, que tienen las plataformas para llevar todas estas innovaciones al mercado y hacerlas realidad.
Asī que las empresas cosméticas tienen potenciales minas de oro en sus activos distintivos, por lo tanto, sus registros les otorgan esa legalidad que necesitan para poder ser objetos jurídicos y ser actores serios dentro de la industria de cosmética.
Como vemos, la propiedad industrial abarca varias figuras, cada una con finalidades diferentes, pero todas con el rasgo en común de proteger a la mente creativa o innovadora que pone en el mercado una nueva marca o innovación dentro del cada vez más relevante y competitivo mercado cosmético español.
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