Enrique Ortega Burgos

Photoshop – El retoque de imágenes en el mundo de la moda – Capitulo I

 

El programa Photoshop (Adobe Photoshop desarrollado por Adobe Systems Incorporated) como bien sabemos es una de las herramientas más conocidas (junto con GIMP o PhotoPaint) que se utiliza –entre otros- para crear o editar (“retoque digital”) imágenes digitales tal y como pueden ser las fotografías o los logotipos, gráficos y similares.
El programa fue creado en el año 1987 y lanzado en 1990 de la mano los hermanos, Thomas y John Knoll.
Si quieres conocer la historia de Photoshop

LA EDICIÓN DE LA IMAGEN Y LA ALTERACIÓN INTERESADA DE LA REALIDAD.

Photoshop y el resto de programas similares que hemos comentado, son herramientas tremendamente útiles y con un gran potencial creativo cuyo usos da muchas posibilidades, sin embargo su uso no está exento de polémica ya que precisamente la posibilidad de editar la luz, el color y el fondo de una imagen la que permite una edición (manipulación) con fines comerciales, políticos o publicitarios que distorsionan la realidad de lo que muestran para que movamos la percepción que quienes la observan tienen de la imagen y en el mundo de la moda y la belleza, es claro que permiten mostrar que la fotografía de una persona  muestre una belleza irreal e ideal.

El uso de Photoshop está muy extendido en publicidad para hacer más atractivo un producto al consumidor y, la industria de la moda no es una excepción

Esta realidad editada que se vende como canon de belleza en la sociedad, condiciona el comportamiento de muchas personas que buscan una imagen, especialmente en redes sociales, que difícilmente podrán conseguir ya que esa belleza ideal, es fruto de la “manipulación digital” y suele acarrear, especialmente en jóvenes, problemas y trastornos alimentarios tales como la bulimia o la anorexia.En el mundo de la moda siempre se ha tenido, desgraciadamente, presente una de estas enfermedades.

Nadie tiene un cuerpo perfecto, eso no existe y debemos aceptarnos como somos, aunque podamos mejorar algunos aspectos por salud o estética, pero no deformar la realidad de manera tal que presentemos algo totalmente adulterado.

Los estereotipos de belleza inalcanzables, pueden traer consecuencias muy graves para la sociedad, ya dijimos los desórdenes alimenticios, pero no debemos olvidarnos del engaño que producen en los consumidores estas imágenes retocadas.

Este concepto de idealizar las imágenes de productos o personas en las campañas publicitarias, puede producir muchos problemas ya que cuando se adquiere el producto, los resultados pueden no ser los esperados y frustrar al consumidor, el cual puede –con razón- sentirse engañado.

El uso de Photoshop no solo afecta al consumidor y a los productos sino también a las personas que ceden su imagen dentro de las cuales encontramos, a las modelas, muchas de las cuales prohíben que se usen técnicas de fotoretoque sobre sus cuerpos. A pesar de ello, muchas empresas y estudios de diseño los hacen, lo cual provoca en no pocas ocasiones que las modelos denuncien estos actos y comience la polémica.

Imagen que ven en televisión una sabrosa hamburguesa que luce apetitosa, tanto que nos dan ganas en ese momento de salir y a comernos una pero, luego cuando la pides no tiene el mismo aspecto. McDonalds en 2018, publicó fotografías de su comida sin retocar en su página web junto a otras retocadas por las quejas y denuncias que este tipo de campañas llevaba años arrastrando.

LA ANOREXIA Y LA BULIMIA. TRASTORNOS ALIMENTARIOS PELIGROSOS.

 Hay que hacer hincapié en combatir los trastornos alimentarios que pueden padecerse por intentar tener un índice de masa corporal más bajo de lo saludable, trastornos que han alarmado a la industria de la moda hace más de una década por la selección de figuras y modelos –normalmente femeninas- excesivamente delgadas para desfiles o en campañas publicitarias, algo que se popularizó especialmente en la década de los 2000 con celebrities como Paris Hilton y Nicole Richie. Esta sociedad moderna, impone el tener un cuerpo delgado como el modelo perfecto a seguir y los patrones no son siempre saludables.

La anorexia, es un trastorno de la conducta alimenticia que lleva a la pérdida provocada de peso por el mismo enfermo, debido a su miedo a aumentar de peso y a una visión distorsionada y delirante acerca de su cuerpo y sus medidas, llevándole a reducir la ingesta alimenticia y a hacer ayunos. El enfermo puede comenzar con la eliminación de determinados alimentos como son los carbohidratos, por la falta de información acerca de estos, creyendo que engordan. Así sucesivamente con todos los alimentos, tales como las grasas, proteínas, algunas veces incluso líquidos, pudiendo llegar a la deshidratación. También juntos con estos hábitos insanos se le añade el uso en muchas ocasiones de laxantes, purgas, vómitos ocasionados, excesiva de actividad física, etc lo que pueden llevarle, en los peores casos a la muerte.

La Bulimia es un trastorno alimentario en el que el enfermo come excesiva y compulsivamente para que acto después se induzca el vomito o ingiera laxantes. Estos pacientes sienten temor a un aumento de peso pero son incapaces de dejar de comer, ya que sufren de ansiedad, con lo cual al hacerlo sienten culpabilidad y para compensarlo toman medidas peligrosas.

Hoy desgraciadamente la estandarización de la belleza que lleva a cabo parte de la industria de la moda ha convertido la delgadez en un canon y un signo de ocio y conformidad. La delgadez puede también ser interpretada como un signo de la trascendencia de las necesidades materiales y de juventud la cual percibida erróneamente por adolescentes puede generar o estimular el inicio de un trastorno.

Según la doctora Berta Pinilla, médico psiquiatra especializada en trastornos de la conducta alimentaria «la anorexia nerviosa es un trastorno alimentario grave -puede llegar a ser mortal en un 10% de los casos- basado en que la persona tiene alterada su imagen corporal y una relación poco sana con la comida. Estos hábitos y comportamientos están basados en factores de origen psicológico, genético, bioquímico, ambiental y cultural. Todo esto quiere decir, que estamos ante una patología en la que se combinan elementos socioculturales, de gran importancia causal, con otros biológicos, que son los que provocan la patología médica».

DESGRACIAS EN EL MUNDO DE LA PASARELA.

La modelo uruguaya Luisel Ramos se desmayó mientras desfilaba y a las pocas horas declararon su muerte por una insuficiencia respiratoria por culpa de la anorexia nerviosa que padecía, seis meses después su hermana Eliana con 18 años falleció por un paro cardíaco relacionado con la anorexia.

La modelo Bethaney Wallace comenzó en el mundo del modelaje con solo 12 años de edad, terminando su vida a los 19 por un paro cardiaco mientras dormía causado por la excesiva delgadez a la que le arrastró la anorexia.

Todos recordamos el caso de Isabelle Caro dio la vuelta al mundo ya que con tan solo un peso de 25 kg poso desnuda para la campaña publicitaria “No anorexia” y que moriría por complicaciones pulmonares en 2010 (la causa concreta fue neumonía) después de pasar dos semanas en el hospital con una enfermedad respiratoria aguda. Su familia no reportó la noticia a los medios hasta pasado más de un mes, el 29 de diciembre de 2010. El drama familiar continuó cuando Marie Caro, tras no soportar la culpa por la muerte de su hija, se suicidó en 2011.

El asunto de las modelos extremadamente delgadas es incómodo, molesto para la industria. El Presidente de ACME Modesto Lomba, en una entrevista para el periódico El País dijo que “Las personas delgadas no son algo artificial, están en la naturaleza. En nuestra cultura occidental el problema está en la obesidad” y continuó diciendo “No es cierto que la extrema delgadez y la búsqueda permanente de juventud sean los modelos de belleza” o las declaraciones de la directora de Vogue España que afirma que “La industria se resiste a admitir su responsabilidad en la promoción de un modelo determinado. “Las revistas de moda pueden influir en los hábitos y la percepción que tienen sus lectoras, pero hablar de responsabilidad me parece sobrevalorar su papel”.

Os recomendamos este artículo de EL PAÍS: La moda prefiere esqueletos

Capitulo II

Capitulo III

 

Salir de la versión móvil