Enrique Ortega Burgos

Mujeres icónicas del diseño de indumentaria en Argentina

Vestirse es un hecho cultural. Mientras algunos reniegan de ello y simplemente se visten otros, en la misma sociedad, misma cultura y mismo tiempo toman la indumentaria como manifestación permanente de un temperamento, una expresión, un sentir determinado y a partir de su estilo cada día eligen transmitir.

Argentina es un país con fuerza creativa y el diseño es un campo apasionante que se encuentra representado por grandes protagonistas. Si bien los talentos creativos a se encuentran en todo el país, en el mundo la ciudad de referencia sin dudas es Buenos Aires, como arquetipo de moda latinoamericana con marcado acento europeo y diseño distintivo y único.

En esta ocasión me interesa poder aproximar una mirada femenina a la historia y actualidad del diseño de moda en Argentina. Las mujeres argentinas se han dado a conocer en el terreno del diseño de moda sin lugar a duda. Desde las tres que se mencionan como “pioneras” -sobre las que escribiré más abajo- y que han marcado la historia de la moda en mi país.

Estos talentos representan sectores exclusivos y diferenciados del diseño de moda, con una impronta singular y una estética que las distingue. Dieron el puntapié a la originalidad del diseño, al cuidado de los elementos culturales y al amalgama del arte y la moda en Argentina. Ellas dieron un paso inicial y necesario para que la historia del diseño argentino cobrara relevancia y se destaque en el mundo. Desde perspectivas y miradas diversas, visionarias y únicas, sellaron con su impronta la historia del diseño.

Breve historia de la moda en Argentina

Museo Nacional de la Historia del Traje, Buenos Aires – Argentina

En el Siglo XIX todo lo referido a moda en Argentina era liderado desde Europa. En el país había algunos modistos que copiaban modelos. También se daba el caso de -aquellas familias que podían hacerlo- traían sus prendas confeccionadas en Europa.

Sin embargo, existió un objeto que, aunque fue tomado de España, tuvo su reacondicionamiento y uso particular en el país. Es el caso del peinetón. Aproximadamente en 1830, ya con el país independizado, Don Manuel Mateo Masculino instala locales de venta y fabricación de peinetas en Buenos Aires y Montevideo y comienza a hacer peinetones de gran tamaño (algunos llegaron a medir 1,20m en su desarrollo). Las mujeres porteñas comenzaron a utilizarlos y cuanto más grandes eran los peinetones mejor era el “look”. Podemos destacar este elemento como uno de aquellos que distinguía a la mujer de Buenos Aires. Ya más dificil es encontrar objetos o indumentarias que manifiesten moda en otros lugares del pais. También los abanicos tuvieron su parte, aunque los peinetones tomados de España fueron los que entonces marcaron una forma de vestir de la mujer porteña.

Adelantando un poco el tiempo, luego de 1852, comenzaron en los periódicos a desarrollarse y sumarse artículos, comentarios y columnas sobre moda y consumo. Es así como el rol de las mujeres que escribían en estos temas se volvió clave. Analizaban la relación entre la política y la vestimenta. Se destacaron grandes mujeres como Juana Manso. Estas columnas en los periódicos fueron quid para discutir aspectos sociales, culturales y políticos.

Con el crecimiento del comercio comienza el auge del intercambio transatlántico por lo que se inició asimismo la apertura de negocios con indumentaria y objetos traídos de Europa tanto para la mujer como para el hombre. El hombre en ese tiempo comienza a adquirir moda y a interesarse mucho más.

La llegada de modistas y sastres de España y Francia significó la jerarquización de la costura, la transmisión de oficio a artesanos locales y la resignificación de la costura aunque llegaba sólo a los estratos sociales más altos.

También en esta misma época ya se podían conseguir en estas tierras revistas como la española ´La Moda Elegante´, que incluía moldes detallados e indicaciones precisas para confeccionar distintos tipos de prendas, bordados y manualidades.

Algunos recibían con buenos ojos este crecimiento y auge proveniente de Europa mientras que alguna parte de la sociedad lo veía con preocupación ante una eventualidad pérdida de la identidad criolla.

Avanzando un poco más, los años que van de 1880 a 1929 se denominan período neocolonial. En dicho período se da una primera democratización del consumo, con las grandes tiendas y la posibilidad de tocar y probar lo que se quería comprar e incluso la compra a crédito. Esta fue en Argentina la primera democratización económica relacionada con la moda en Argentina.

La inmigración produjo la llegada de grandes cantidades de población de Europa. El inmigrante como consumidor tuvo sus altibajos siendo muchas veces descriptors como un “monstruo” y otras veces bien recibido con el movimiento ascendente de la economía, que se producía en gran parte como consecuencia de su consumo.

La primera década del siglo XX traía el festejo del primer contrario de independencia en el pais. Un país europeizado sin dudas a estas alturas en costumbres, cultura, y por supuesto moda.

Luego de la Primera Guerra Mundial en el país se importaba de Francia y España y se realizaban viajes a Europa para traer modelos e inspiraciones Ya llegaba al país en cantidad de volumen el producto terminado.

Se importaba y también se copiaban modelos traídos de viajes. La casa Henriette fue precursora en artículos de lujo en Buenos Aires. Importaba prendas de Chanel, Lanvin, Chantal, Schiaparelli y demás. Luego comenzaron a surgir casas como Gath y Chávez,  y fue un hito la llegada de Harrod´s a la céntrica calle Florida de Buenos Aires.

A esta altura, la mujer argentina se distinguió por el interés sobre la moda,  cuidado en los detalles y seguir los dictados internacionales. La lejanía de los países productores generaba interés y necesidad además de marcar determinado status social. Es aún en la actualidad que la mujer argentina se distingue en la región por su estilo.

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Volviendo a la historia, hasta aquí podemos ver la importación y el permanente reflejo de Europa en la vestimenta de la sociedad ya sea por la adquisición de productos provenientes de allí o la confección de modelos copiados de allí de las manos de modistas y sastres que como dije, dominaban la escena de la moda. Muy poco casi nada era diseñado originalmente en el país. De existir diseños propios los autores hasta entonces no eran reconocidos por su talento creativo.

Este reconocimiento y nace entrando en las décadas del 40, 50 y 60.

Estos años son de exponencial crecimiento económico, y la creatividad comienza a explotar y abrir sus ojos al mundo. Surgen así referentes indiscutidas del diseño y el arte en Argentina. Las artes en general tienen un auge único y se reconocen mundialmente personalidades argentinas de todos los campos del arte.

Y en este punto quiero destacar a tres mujeres que desde el diseño de moda hicieron historia en mi país. Se las conoce y reconoce como las “pioneras” del diseño de autor en Argentina.

 

Las referentes de la historia del diseño de indumentaria

Como dije, en la historia del diseño de indumentaria encontramos tres mujeres que han sido referentes y estandartes del diseño de autor en Argentina, para el país y el mundo. Ella son Fridl Loos, Medora Manero y Mary Tapia.

Cada una tiene su estilo definido y diferente al de la otra, si bien eran cercanas en el tiempo y época supieron diferenciarse y poner en el ojo del mundo el estilo argentino.

 

 

Fridl Loos: gauchesca y vanguardista

El New Look de Dior imperaba en el mundo y también en el Cono Sur. Sin embargo, en paralelo surgían desde las expresiones artísticas y culturales las manifestaciones del diseño en la moda. Es desde allí que reconocemos el talento creativo inigualable de Fridl Loos. Si bien la adoptamos como propia, Loos era austríaca y llegó al país huyendo de la Segunda Guerra. Inspirada en los paisajes del Noroeste argentino y sus colores, como en el gaucho emblema del país, creó todo un look personal mezclando colores, texturas (gamuzas, barracanes, lanas de telares con técnicas como marmolado, estampado sobre seda y demás). Realizó vestuarios para varias películas además de veeres reconocidas y elegantísimas de Buenos Aires. Su marcado perfil artístico la llevó a realizar acuarelas y fotogramas. Fridl falleció en el año 2000 a los 93 años. Se la reconoce como pionera del diseño de autor en Argentina.

https://images.app.goo.gl/NSKYeoKuqHVStvRd6

https://images.app.goo.gl/9Duzd4CaCmNTSXX9A

 

 

Medora Manero

Medora Mañero era nacida en Argentina, engrasada de la entonces Escuela Nacional Bellas Artes. Ya en los ‘60, surgió Medora Manero mezcló la estética gauchesca con materiales “de lujo” y elementos artísticos. Agregó cascabeles, plumas, elementos de culturas indígenas. Todo convivia armoniosamente  en sus prendas -por ejemplo barracan y pailletes- lo que le dieron el toque particular que la distinguía sin dudas. Utilizaba materiales de toda Latinoamérica como aguayo y los mezclaba con sedas y gasas por ejemplo. Entendía como nadie la amalgama de Moda y arte. Medora resignificaba la cultura, las raíces culturales sobre todo y el arte. Usaba cuando no se veía aun en Buenos Aires, los tejidos de coagular y combinaba a la perfección las raíces y el diseño. Reconocida internacionalmente por imponer el “gaucho look” en esa intención siempre genuina de destacar lo autóctono. Diseño vestuarios para obras de teatro pero también realizo colecciones para casas como Harrods y Etam ademas de atender a su particular y siofitiscada clientela.

Medora era vanguardista, librepensadora y de avanzada. En sus diseños no había talles. Ella democratizaba desde entonces las siluetas distintas y vestía a todas, sin perder el estilo propio.

 

 

Mary Tapia

Casi llegando a los 70 Mary Tapia presentó su primera colección denominada “Pachamama pret a porter”. Otra diseñadora que utilizaba con arte nagistral el barracan (textil de la comunidad coya, del noroeste argentino) y además se preocupaba de que sus prendas sumasen cultura al cuerpo.

Su interés por “llevar cultura encima del cuerpo”, tal como lo definió la propia Tapia, le valió el apodo de “antropóloga de la moda”.

El vestido minifalda que es parte del acervo del Museo Del Traje es un claro ejemplo de la identidad de Tapia. Es un diseño de 1967 de paño de lana tejido en telar artesanal y adornado por pompones de lana y fajitas de la localidad de Yavi, Jujuy.

Siempre mostró en sus colecciones especial interés por revalorizar lo autóctono. Falleció en 2011 y se le reconoce su compromiso de abordar la moda como principal forma de manifestar la cultura nacional.

 

Luego de ellas, se continúan destacando en la historia y en la actualidad mujeres del diseño argentino. Las pioneras son referentes de un comienzo, de abrir caminos en el diseño de indumentaria en Argentina. Las tres dueñas de un talento creativo particular y que en cada caso es motivado desde un aspecto diverso.

 

Desfile Pachamama pret a porter

 

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