Enrique Ortega Burgos

MOLO DESING VS CHANEL 2021.

Molo design vs Chanel

CONOCE EL CASO DE MOLO DESIGN VS CHANEL.

 

La marca Chanel tiene su origen en una pequeña tienda de sombreros fundada en París por una aspirante a cantante de cabaret llamada Gabrielle Chanel (aunque más conocida como Coco).

“En su época, las mujeres no eran en absoluto como ella; Coco marcó el comienzo de la androginia, y de sus experiencias creó un nuevo look y un nuevo estilo de vida”, sentencia Anne Fontaine, la directora del primer biopic cinematográfico sobre la gran dama de la moda francesa.

Y es que Coco Chanel, y su forma de entender la moda a través de su marca homónima, marcó un punto de inflexión para la sociedad y, sobre todo, una auténtica liberación para la mujer.

La afición de mademoiselle Chanel por lo masculino y por encontrar la funcionalidad, la emancipación y la comodidad en el estilo, marcaron la trayectoria de la diseñadora y de su firma. De los sombreros canotiers, pasando por los vestidos de punto, los jerséis o las chaquetas de tweed, la diseñadora buscaba con frecuencia inspiración en el armario de sus  amantes varones. A ella le debemos la pasión por el negro (color que hasta ese momento se asociaba con el luto), el tweed, la popularización de las perlas y una larga lista de prendas que, a día de hoy, no pasan desapercibidas.

Así fue como su atelier recibió el título de casa de alta costura y se creó el logotipo de  la doble C tan característico de la marca hasta la actualidad. A pesar del cierre de sus tiendas durante la Segunda Guerra Mundial y de la dura batalla legal con los propietarios de su perfume Chanel Nº5, Coco siguió trabajando hasta su muerte, viendo como su éxito aumentaba al  vestir a  grandes celebridades del siglo XX.

 

 

Desde sus inicios la marca solo ha ganado popularidad, incluso después del fallecimiento de su fundadora. Prueba de ello es que, a día de hoy, sigue siendo uno de los nombres más importantes de la industria de la moda y sus productos siguen siendo de los más codiciados por todo tipo de consumidores, tanto aquellos con suficiente poder adquisitivo como quienes llevan un estilo de vida más humilde.

Así pues, la influencia de la marca ha causado, como en en el caso de otras firmas, una gran oleada de falsificaciones de sus artículos como opción para aquellos que quieren presumir de los bolsos más icónicos pero no pueden o no están dispuestos a pagar el alto precio de los originales. De hecho, cabe destacar que según el Global Counter feiting Report de 2018, Chanel es una de las marcas de lujo más imitadas de manera ilegal, hecho que se traduce en innumerables pérdidas de ingresos anuales.

Estas circunstancias, unidas a otros factores, propiciaron la modificación de la Ley de protección de Propiedad Intelectual en Francia en el año 2014. En donde el principal objetivo de dicha modificación consistió en una agravación de las consecuencias de las copias, con la intención de poner fin o de, por lo menos, contrarrestar el lucro por infracción de los derechos de los autores.

En Francia, la moda es arte y, por ello, se protege como parte de la cultura desde el siglo XV. Desde entonces, se ha velado por amparar los diseños de indumentaria o accesorios, tal y como aparece en la ley francesa sobre derechos de autor, donde varias clases diferentes de artículos de moda aparecen incluidos como obras que pueden recibir la protección del estado:

Traducción de fragmento del Artículo L112-2: 14° Las creaciones de las industrias de temporada de la confección y de la fabricación de joyas y aderezos personales. Se considerarán industrias de temporada de la confección y de la fabricación de aderezos personales, las industrias que por exigencias de la moda, renuevan con frecuencia la forma de sus productos y, especialmente, la fabricación de prendas de vestir, la peletería, la lencería, el bordado, la moda, el calzado, la guantería, la marroquinería, la fabricación de tejidos de gran novedad o especiales para la alta costura, la producción de joyas y calzado a medida, así como las fabricaciones de tejidos para la decoración de interiores.

 

MOLO DESIGN

Sin embargo, a pesar del recorrido histórico contra las falsificaciones de la marca y del régimen de protección de su país de origen, Chanel ha sido acusada de copia ilegal por la compañía Molo Design. Una empresa canadiense, fundada por Stephanie Forsythe y Todd MacAllen, dedicada a la creación y fabricación de piezas que combinan los diferentes ámbitos de diseño, arte y arquitectura. Piezas que van a estar destinadas a una función de mobiliario pero que permiten jugar con el concepto de espacio gracias a la utilización de materiales flexibles y estructuras cambiantes y moldeables. De hecho, el resultado de estas creaciones tan artísticas han propiciado su reconocimiento por parte de museos con el de arte moderno de Nueva York y el recibimiento de varios premios como el de “INDEX Award” danés, el “AR + D” para “Colorado House” y el de “Aomori Northern Housing Competition”. Además, su reconocimiento  como artistas ha hecho posible que la compañía haya realizado colaboraciones con nombres tan importantes como la Nasa, Nike, Estée Lauder y otras marcas de alta costura como Dior o Louis Vuitton.

 

MOLO DESIGN VS CHANEL.

Ambas entidades mantuvieron una estrecha relación durante varios años, siendo Chanel uno de los clientes más importantes de la compañía desde que se interesó por la adquisición de varios de sus diseños de mobiliario. Sin embargo, a pesar de esa relación que les  unía  tuvieron problema como consecuencia de su colaboración.

El enfrentamiento entre ambas partes comenzó cuando, después de recibir los productos de Molo Design, se empezaron a ver piezas de decoración y de exposición en los escaparates e interiores de algunas de las tiendas de Chanel. Estas piezas, con aspecto de acordeón y estructura flexible y moldeable, eran muy similares a las de los diseños patentados por Molo Design.

Este asunto de posible copia, fue delegado al Tribunal Federal de Nueva York, donde los creadores del diseño pusieron de manifiesto que, tras varios años manteniendo el contacto con uno de los directores ejecutivos de Chanel, se planteó una colaboración para exhibir la ropa de la marca de lujo en varios de los establecimientos de la marca en Estados Unidos. En base a esa posible colaboración, se encargaron muchos de los diseños de Molo Design y se les pidió información sobre la estructura y composición de su distintivo inmobiliario, realizando esto último la compañía Substrate Fabrication (que también participaría en el proyecto y está especializada en la fabricación de piezas para decoraciones de interiores y escaparatismo).

El problema vino cuando, tras detenerse el proceso durante unos meses, en diciembre de 2020, esta última empresa les informó que ya no continuarían trabajando en las piezas acordadas. Y, poco tiempo después, una agencia francesa llamada InLuce les comunicó su intención de llevar sus creaciones a las tiendas europeas de Chanel junto con una lista aproximada sobre la cantidad de materiales a emplear. Así fue como, nuevamente, Molo Design, cedió información específica a esta nueva entidad, sobre el diseño de su mobiliario. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, recibió la noticia de que la casa de moda francesa ya había elegido a otro distribuidor y que, por ende, se cancelaba la colaboración. No obstante, parece ser que ésta siguió adelante sin Molo Design, quien se enteró el pasado mes de febrero de que copias idénticas de sus diseños se encontraban ornamentando diversos puntos de venta de la lujosa marca francesa.

Evidentemente, estamos ante un caso muy reciente, por lo que, a día de hoy, todavía no hay una resolución final para el mismo. No obstante, es obvio que los creadores de la patente piden una indemnización por la imitación de sus obras, así como por la contratación de abogados y restantes costes relacionados con el proyecto que, finalmente, no salió adelante.

 

 

En primer lugar, tenemos que partir de la base de que ya se ha comprobado que Molo Design, ha registrado el mobiliario, objeto de este proceso, como patente tanto en América como en Europa. Hecho que es relevante ya que en este caso, estamos ante una marca con sedes a nivel mundial y en donde la presunta copia se ha utilizado en tiendas de ambos continentes. De hecho, la patente aparece a nombre del estudio, junto con otras muchas invenciones, tanto en la página web oficial de la OMPI como en la de EUIPO, haciendo alusión en todas ellas tanto a los fundadores de la marca como a sus inventores.

En ambas hay dibujos representativos de la estructura y aspecto del llamado “sistema de mobiliario flexible” por lo que, la aplicación del diseño sin permiso o para fines no aprobados por su titular queda prohibido.

Cabe destacar que, según afirma Molo, «todas las entidades involucradas en el caso eran conocedoras de que sus productos estaban patentados y que, por lo tanto, quedaban protegidos por el Estado». Lo que implica que, aunque les hubiera proporcionado a todos ellas información acerca de la fabricación del citado mobiliario, en ningún caso tendrían permiso para producto piezas aparentemente similares, siguiendo los mismos métodos, tras haberse anulado la colaboración. Así se especifica en la Ley estadounidense sobre Patentes y su protección en el siguiente apartado:

(a) Except as otherwise provided in this title, whoever without authority makes, uses, offers to sell, or sells any patented invention, within the United States or imports into the United States any patented invention during the term of the patent therefore, infringes the patent.

 Si bien es cierto que, a pesar de ello, será necesario comprobar que la estructura de las reproducciones de mobiliario utilizadas por Chanel son idénticas o muy parecidas, ya que si la supuesta copia y las piezas originales registradas no guardan una semejanza total (o al menos parcial), no podrán ser consideradas como una reproducción ilegal, sino quizás una nueva creación de aspecto similar. Será necesario, por tanto, realizar una valoración de cuántos aspectos en común comparten para determinar si es considerada una copia o no, por lo que, Chanel debería permitir, en todo caso, la realización de un análisis de las piezas de sus tiendas (cuya existencia no se podría negar debido a que ya han sido vistas y fotografiadas). De hecho, como podemos comprobar por las imágenes a continuación, a pesar de que no  se  puede apreciar bien la estructura, lo cierto es que si se puede observar que, al menos, su exterior cuenta con un efecto estético muy parecido al reflejado en los bocetos previamente expuestos del invento.

Por otra parte, sería esencial averiguar si existe algún contrato que pruebe la intención de realizar el proyecto conjunto entre las compañías mencionadas, para así afirmar que éste existía y tener en cuenta cuáles eran las condiciones del mismo. De no haberse redactado ninguno, deberán recabarse pruebas sobre el proceso y el intercambio de información entre Molo Design, Chanel y sus colaboradores como registros de llamadas, recibos de compra de materiales, los presupuestos de las empresas de fabricación, etc.

De esta manera, y tras recabar pruebas que secunden la versión de los hechos contada por los dueños de la patente y que justifiquen la acusación de copia (como fotos de las tiendas con la decoración de imitación), habrá que escuchar lo que el abogado de la casa de alta costura tenga que decir en defensa de las acusaciones, lo sucedido desde el punto de vista del representante que estuvo en contacto los pasados años con los inventores del diseño para mobiliario y qué pruebas tienen para constatar sus respectivas afirmaciones.

 

 

En caso de que se demuestre que Molo Design tiene razón sobre la manera en la que sucedieron estos intentos de colaboración, habría que recurrir a la legislación estadounidense sobre patentes para determinar cuál es la penalización que Chanel debe acatar, la cual determina lo siguiente:

35 U.S. Code § 284 – Damages

“Una vez encontrado el demandante, el tribunal otorgará al demandante una indemnización adecuada para compensar la infracción, pero en ningún caso menos que una regalía razonable por el uso que el infractor haga de la invención, junto con los intereses y los costos fijados por el tribunal.

 

Cuando los daños no sean encontrados por un jurado, el tribunal los evaluará. En cualquier caso, el tribunal puede aumentar los daños hasta tres veces la cantidad encontrada o tasada.

El tribunal puede recibir el testimonio de un experto como ayuda para la determinación de los daños o de qué regalías serían razonables dadas las circunstancias”

 

35 U.S.C. 287 Limitation on damages and other remedies; marking and notice.

(a) “Los titulares de la patente y las personas que realicen, ofrezcan a la venta o vendan en los Estados Unidos cualquier artículo patentado para ellos o bajo ellos, o que importen cualquier artículo patentado a los Estados Unidos, pueden notificar al público que el mismo está patentado, ya sea fijándolo en él. la palabra «patente» o la abreviatura «pat.», junto con el número de la patente, o fijando en ella la palabra «patente» o la abreviatura «pat.» junto con una dirección de un anuncio en Internet, accesible al público sin cargo por acceder a la dirección, que asocia el artículo patentado con el número de la patente, o cuando, por el carácter del artículo, esto no se puede hacer, por fijando al mismo, o al paquete en el que está contenido uno o más de ellos, una etiqueta que contenga un aviso similar. En caso de que no se marque, el titular de la patente no recuperará los daños en ninguna acción por infracción, excepto cuando se demuestre que el infractor fue notificado de la infracción y continuó infringiendo posteriormente, en cuyo caso los daños solo podrán recuperarse en caso de infracción. que ocurra después de dicho aviso. La presentación de una acción por infracción constituirá dicho aviso.”

 

Así pues, y de acuerdo con la ley, la casa de alta costura debería pagar una cantidad determinada por el juez del caso si finalmente se demuestra que han usado y se han visto implicados en la producción de los artículos mencionados (por una empresa a la que habían contratado) siguiendo una apariencia y procedimiento patentados. Además, si no hacen saber al público de alguna manera que las piezas fabricadas son patentes, es probable que se sentencie su retirada de los locales en los que se encuentran.

LAS CONSECUENCIAS DE LAS FALSIFICACIONES.

 

Como se ha visto en el gráfico expuesto previamente sobre las marcas más falsificadas en 2019, son muchas las firmas de alta costura que luchan cada día contra las imitaciones ilegales de sus productos.

Las falsificaciones se encuentran en constante aumento, siguiendo una demanda  cada  vez mayor, debido a la ingente cantidad de seguidores del lujo que deciden comprar un producto más barato que el original y así no gastarse increíbles cantidades de dinero que no tienen.

No obstante, el problema radica en que, en muchas ocasiones, estos artículos no siempre están destinados a venderse dando a conocer abiertamente que se trata de productos falsos, sino que en múltiples casos se ofrecen por un precio igual o más alto que los realizados por la marca. De este modo, muchos clientes que compran en establecimientos que dicen ser distribuidores de las firmas más populares ganan inmensas cantidades de dinero, produciendo prendas y accesorios con materiales de baja calidad que no son lo que las primeras prometen. Sin olvidar del gran daño que esto causa a las firmas de lujo, no solo en términos de ingresos sino también desde el punto de vista reputacional.

También es habitual el caso de las tiendas de segunda mano cuyos productos no cuentan con certificados de autenticidad, pero que aseguran que son reales para poderlos vender o los adquieren sin saber que son copias (en ocasiones pagando dinero a sus antiguos propietarios) para después ser adquiridos por alguien que también desconoce su auténtica procedencia. Esto puede deberse también en parte a que las falsificaciones son cada vez de mayor calidad, lo cual demostró una periodista llamada Evelyn Meyer con un experimento que realizó para uno de sus reportajes. En el reportaje, se puede ver como ella, en un primer momento, adquiere de manera consciente un bolso falso y lo lleva al taller de Nueva York de la firma del original con la intención de que se lo arreglaran, donde le dijeron enseguida que se trataba de una imitación. Sin embargo, al repetir la misma prueba, cinco años después, con una copia más reciente del mismo complemento, los trabajadores del local no notaron nada diferente tras examinarlo para su posterior reparación.

De esta manera, muchos consumidores caen en el engaño sin saberlo, malgastando una fortuna en un producto que se rompe o desgasta rápidamente y que, además, no es el que deseaban, a la vez que los creadores de su diseño pierden el margen que podrían haber generado si estos compradores hubiesen adquirido las versiones originales.

No obstante, son varios los autores y los diseñadores de grandes empresas los que establecen que las falsificaciones colaboran a darles una mayor visibilidad a sus productos al incrementar el número de personas que ven sus artículos (con una apariencia cada vez más idéntica a sus referentes) en su día a día, cuando antes estaban reservadas a una élite social muy reducida. Así, al ser ahora más habitual ver productos similares a los de lujo por las calles, es posible que éstos comiencen a despertar un mayor interés en compradores potenciales.

Esta posible ventaja de las copias no sería suficiente para compensar la gran cantidad de problemas que resultan de ellas, ya que no sólo ocasionan pérdidas económicas, sino que también nos encontramos con situaciones en las que se crean disputas entre importantes firmas y grandes plataformas de venta online como Amazon (que recibió una denuncia por la venta de un producto Chanel de imitación) o en las que las marcas influyentes se aprovechan de las creaciones de compañías no tan conocidas (como puede haber sucedido con Molo Design).

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