MODA Y COMPLIANCE : Programas de integridad habituales en el sector de la moda.
INTEGRIDAD Y ÉTICA EMPRESARIAL.
La integridad y la ética son elementos clave del éxito empresarial sostenible. Los programas de cumplimiento entendidos como aquellas medidas que adoptan las empresas para cumplir con las normas, reglas y regulaciones, también son una parte que complementa la integridad y la ética. Asimismo, los códigos de ética o los códigos de conducta son herramientas que favorecen tener comportamiento ético y mantener el cumplimiento.
De lo contrario, un comportamiento antiético supone un riesgo comercial y puede ocasionar grandes costos a nivel organizacional. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Sanciones legales como multas, indemnizaciones, embargos.
- Cancelación de relaciones comerciales.
- Daños a la reputación de la marca.
- Aumento de conductas antiéticas de los empleados que dañan directamente a la empresa, como malversación de fondos o violaciones de la confidencialidad.
- Menor retención y lealtad de clientes.
- Reacciones negativas dentro de la comunidad en la que opera.
Por lo tanto, las prácticas comerciales éticas constituyen ventajas comerciales tangibles como un mayor acceso al mercado, mejor reputación, mayor lealtad de los clientes y un mayor atractivo para empleados con talento. Además, con el tiempo estas prácticas podrán atraer a otras empresas y conducir a alianzas comerciales para crear un mayor valor para ambas partes.
En las últimas décadas se está ejerciendo más presión sobre las empresas para que creen programas efectivos de integridad y ética empresarial. A nivel internacional, la Convención de la Naciones Unidas contra la Corrupción exige que los Estados se aseguren de que el sector privado cumpla los estándares básicos de integridad y ética. En relación con eso, muchas empresas han establecido programas de cumplimiento para garantizar que las operaciones comerciales se lleven a cabo atendiendo a las normas y los reglamentos, como GRUPO INDITEX, Adidas, Hermès o GRUPO LVMH.
Las empresas son personas jurídicas y, al igual que las personas físicas, tienen derechos y obligaciones. De modo que, desde una perspectiva ética, sus actividades deben ir más allá del cumplimiento legal y tener legitimidad ante la sociedad.
En este sentido, la reforma del Código Penal por la LO 5/2010, de 22 de junio no solo introduce la responsabilidad penal de las personas jurídicas, sino que también mediante sus posteriores reformas en esta materia, se incorpora una serie de herramientas de prevención y control para atenuar aquellos riesgos derivados de la actividad que la persona jurídica realiza, instaurándose de manera definitiva en España el compliance o programas de cumplimiento normativo.
MODELOS DE PREVENCIÓN DE DELITOS.
Los artículos 31 bis y 31 quater d) del Código Penal incorporan los programas de cumplimiento normativo. Asimismo, existen otras figuras parecidas a la del compliance. Es el caso, por citar algunos ejemplos, de los Bussines ethics, Corporate codes, Risk management, Value management, Corporate gobernance y Codes of conduct. En cualquier caso, todos persiguen el mismo objetivo, la prevención o detención de conductas delictivas en el ámbito empresarial.
Los conceptos mencionados centran su atención en aspectos relativos a la dirección empresarial. Por un lado, guían la dirección empresarial a la consecución de objetivos y valores. Por otro lado, configuran procedimientos para la protección organizativa de los valores y el cumplimiento de las exigencias legales.
Esto es una muestra de la complejidad de delimitar las diferencias entre las diferentes denominaciones atribuidas a los programas que constituyen la cultura empresarial. Eso sí, todos persiguen la misma finalidad, prevenir delitos a través de unos procedimientos eficaces.
Los programas de cumplimiento que se han mencionado anteriormente, son los sistemas internos de control que poseen algunas empresas con el objetivo de evitar que sus directivos y empleados incumplan normas o, localizar una conducta defectuosa.
De este modo, un programa de integridad debe analizar la dimensión, la capacidad económica y el impacto social para evaluar posibles riesgos y mitigarlos antes de su materialización. Cada programa de integridad deberá estar diseñado a la medida de la empresa (será diferente para una empresa de perfumes, para una empresa de cosmética, o una dedicada a la exportación de calzado) e incluir medidas internas, externas y/o colectivas. Se establece un sistema de control interno y deberán existir canales para denunciar irregularidades.
Por consiguiente, las empresas pueden exigir diferentes enfoques para gestionar sus programas de integridad y ética dependiendo de sus características de tamaño, estatus legal y complejidad. No existe un modo único que se aplique a todos los casos.
A pesar de que existen diferentes modelos de gestión de las medidas internas que garantizan la integridad y la ética empresarial, comparten características muy similares. Por ejemplo, los líderes y gerentes habrán de comprometerse personalmente con los valores que defienden, tales valores serán recogidos en un código de conducta o ética, y se habrán de ofrecer cursos de formación o recursos prácticos que sirvan para orientar a los empleados en esta materia.
Los programas de integridad y ética empresarial se entienden como procesos continuos de aprendizaje, donde las medidas adoptadas serán supervisadas y revisadas de manera periódica. Desarrollar un programa exitoso de integridad y ética en una empresa obliga a reforzar la prevención e incluir sanciones, es decir, fusionar el tema de la integridad y del cumplimiento. Por ello, será necesario transmitir claramente los valores empresariales a todos los miembros que componen la empresa, e identificar y evitar situaciones que puedan provocar un comportamiento antiético implementando controles y sanciones por cada conducta sospechosa.
Vemos como implementar un robusto sistema de control adecuado en un programa de integridad ayudaría a evitar situaciones irregulares.
De este modo, los procedimientos, procesos, políticas y códigos de conducta son clave en la dimensión del cumplimiento.
CÓDIGOS DE ÉTICA Y CÓDIGOS DE CONDUCTA.
Los códigos de ética y de conducta son una forma importante de apoyar la ética y la integridad empresarial, y aunque existan algunas diferencias entre ellos, en la práctica suelen ser muy similares.
Inicialmente, fueron creados como compromisos de comportamiento de orientación al futuro de la empresa. Ahora, se configuran como instrumentos cuasi-legislativos. Sin embargo, las empresas no están obligadas a la adopción de códigos de conducta o códigos éticos. En términos generales, son las empresas privadas las que adoptan dichos instrumentos voluntariamente.
Los códigos de ética se basan en los valores empresariales, cuyo objetivo es fomentar y respaldar las conductas éticas con base en valores corporativos. Los códigos de conducta se basan en el cumplimiento y hacen hincapié en guías prácticas y sanciones en caso de violaciones. No obstante, en la práctica ambos tipos de códigos suelen incluir una mezcla de disposiciones basadas en valores y reglas. Asimismo, deberán de ser los suficientemente claros y concisos para que su contenido sea entendido fácilmente, contener ejemplos y estar disponible en distintos formatos.
Recogen derechos humanos, laborales y medioambientales propios del modelo de negocio empresarial. Se trata de que una empresa en el transcurso del proceso de desarrollo de su actividad se comprometa de manera voluntaria a respetar dichos derechos y principios éticos. Además, conforman una declaración expresa sobre su política, ética y valores que vinculan a sus actuaciones. Entre ellas, se encuentran aquellas relaciones a través de las cuales se desarrolla la actividad empresarial: con los clientes, los consumidores, los ciudadanos, los Estados y el medioambiente.
A través de estos, las empresas muestran sus principios, valores y el compromiso ético acerca de la responsabilidad social corporativa que poseen. Así, las empresas compatibilizan la producción económica de bienes y servicios con el respeto hacia los valores sociales. Además, es posible que contengan normas de procedimiento que regulen aquellos casos donde un directivo o trabajador observe o cometa alguna conducta típica constitutiva de delito que atribuya responsabilidad jurídica para la empresa.
En consecuencia, la autorregulación, la exigencia y sanción del incumplimiento de estos instrumentos queda exenta de sanción, ya que el “castigo” supone un reproche social. De este modo, puede perjudicar la reputación de la empresa provocando una pérdida económica importante para su economía.
A continuación, se recogen algunas de las empresas dedicadas al sector textil o de la moda que cuentan con códigos de ética y/o de conducta:
- MANGO
- GRUPO KERING (Gucci, Alexander McQueen, Balenciaga, Bottega Veneta, Puma, Saint Laurent y otras marcas de lujo)
- H&M
- Pandora
- Burberry
- TOUS
- GRUPO TENDAM (women´secret, SPRINGFIELD, CORTEFIEL, Pedro del Hierro y otras marcas)
- ADOLFO DOMÍNGUEZ.
EMPRESAS Y DESARROLLO SOSTENIBLE.
En relación con la integridad y ética empresarial, las empresas no solo tienen la responsabilidad, sino también el interés de hacer una sociedad más sostenible y contribuir con el respeto del medioambiente.
Las Naciones Unidas adoptaron en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que persiguen acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos. Estos 17 objetivos pueden servir como medio de participación para las empresas.
Los ODS apuntan tanto a riesgos como a oportunidades para las empresas que sean innovadoras y emprendedoras. Una forma en que las empresas pueden contribuir a alcanzar los ODS puede ser usando energías más limpias y renovables, pagando salarios justos a sus empleados, garantizando la salud y la seguridad en el lugar de trabajo o usando proveedores locales. Recientemente MANGO se ha comprometido a eliminar anualmente 160 millones de bolsas de plástico en su cadena de suministros.
Del mismo modo, otra forma en la que las empresas se pueden comprometer con la sostenibilidad es uniéndose al Pacto Global de las Naciones Unidas, el cual invita a las empresas a realizar negocios responsables respetando los derechos humanos, las normas laborales, el medioambiente y la lucha contra la corrupción. Además, hace un llamamiento a los gobiernos y la sociedad civil para abordar estos problemas creando alianzas.
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PREVENCIÓN Y GESTIÓN DE RIESGOS: INDITEX
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