Enrique Ortega Burgos

MARROQUINERÍA ESPAÑOLA. ARTESANÍA.

MARROQUINERIA ESPAÑOLA

EL SELLO ESPAÑOL. LA ARTESANÍA MARROQUINERA DE LA MARROQUINERÍA ESPAÑOLA.

 

Conoce la marroquinería española y su artesanía.

París es reconocida por el Haute Couture, Italia por el Pret-à-Porter y España por el fast-fashion. Sin embargo, quizá España aún tenga un “as” en la maga que la pueda situar en la cima de la moda de lujo. Ese “as” se concentra en un pequeño pueblo situado en medio de un valle bajo altas montañas en el sur de la península Ibérica, ese pueblo es Ubrique.

En este, existe la tradición artesanal de la marroquinería. Esta historia se remonta a los árabes y judíos que habitaron estas tierras, en la antigua Al-Ándalus, siendo Granada y Córdoba dos ejemplos fundamentales del trabajo de la piel ya en la Edad Media. Estas prácticas artesanales se han mantenido y mejorado desde entonces y, Ubrique, es hoy el lugar al que acuden las marcas de lujo para la creación de sus diseños de marroquinería. Marcas como Loewe, Louis Vuitton o Chanel, son algunas.

 

Ilustración de elaboración propia.

LA MARROQUINERÍA EN UBRIQUE.

 

El tratamiento de las pieles en Ubrique siempre ha sido altamente artesanal, tanto es así que, tras la llegada de las nuevas técnicas de tratamiento de la piel durante la revolución industrial, no se consiguió que los artesanos se decantaran por los nuevos métodos.

Desgraciadamente, la tradición artesanal de Ubrique comenzó a disminuir hace algunos años debido al auge de la producción en países asiáticos. Muchas marcas abandonaron el pueblo y fueron en busca del ahorro de costes que les proporcionaban esos países de oriente. Sin embargo, muchas de estas firmas terminaron por volver al darse cuenta de que la calidad de la confección y el resultado final de las piezas que les proporciona Ubrique, no es comparable a la que proporcionan estos países.

También existe otro factor que empujó a volver a estas marcas, y es que uno de los mayores clientes del lujo es el continente asiático. Sus más distinguidos clientes asiáticos no desean que esos productos exclusivos que adquieren sean producidos en su propio continente, sino que anhelan que vengan de lugares donde haya cierta tradición de producción artesanal de estos objetos.

Sin embargo, no todo pinta mal para esta pequeña reliquia. En 2021 se anunció que se abriría una nueva fábrica en la zona, que fabricaría todos los productos de marroquinería en exclusiva para Louis Vuitton. Esta contará con más de 700 trabajadores y de esta se espera un efecto en cadena atrayendo a otras marcas de lujo. Además, en el año 2014 se inauguró en Ubrique la Escuela de Artesanos de la Piel, con el fin de preservar el oficio y las técnicas artesanales a través de la enseñanza a las nuevas generaciones. A esta escuela no solo acuden las nuevas generaciones Ubriqueñas sino que también se presentan estudiantes de toda España interesados en este arte.

Para poder entender todo lo que supone la artesanía marroquinera, se debe explicar su origen y cuáles son sus procesos productivos; procesos que se concentran en tres fases. Respecto a su origen, se trata de un oficio milenario cuya nominación proviene del término francés maroquin que se traduce como marroquí ya que, los marroquíes eran los que mejor dominaban el trabajo del cuero. La marroquinería, desde entonces, ha sido utilizada en distintos ámbitos debido a la gran calidad del material obtenido, por ejemplo, en el ámbito militar fue muy importante por su durabilidad y resistencia.

Con respecto a sus fases:

  1. La preparación: Esta es la primera fase donde se retira la piel del animal y se lava con agua y sales evitando así la putrefacción. Esta pieza se conserva en un saladero hasta su próxima fase.
  2. El proceso de curtido: En esta, se comienza eliminando las extremidades que sobran y se remoja el pelaje en el agua entre 8 horas y dos días. A continuación, se pueden utilizar dos métodos de curtición; el vegetal o el realizado con cromo, estos los comentaré con mayor detenimiento más adelante.
  3. Refinado y finalización: se trata del último paso, en el que se seca y refina la pieza y ya estaría preparada para su confección.

Ilustración de elaboración propia

 

En la actualidad, nos encontramos con cierta tesitura entre la preferencia por los productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y los animales y el uso del cuero. Las nuevas tendencias de la industria de la indumentaria marroquinera han tenido que adaptarse a estos nuevos tiempos y, para ello, se ha optado por algunas acciones como las siguientes: en primer lugar, el uso exclusivo de cueros obtenidos de residuos de la industria alimenticia y, en segundo lugar, por la preferencia por la curtición vegetal.

La curtición es el proceso por el cual se selecciona la piel de un animal putrescible y se somete a diversos procesos, con productos químicos, para convertirlas en pieles útiles para la confección de prendas y complementos. Este tipo de curtido es la alternativa a la curtición con cromo que es la más frecuente en el sector. La curtición vegetal es, por tanto, una de las características diferenciadoras de estas marcas.

La curtición mediante cromo presenta ventajas como la buena calidad, la uniformidad o el acabado más económico, a lo que hay que añadir un mejor resultado al paso del tiempo, arañazos y altas temperaturas. Mientras que sus desventajas son, entre otras, el riesgo de toxicidad por el cromo hexavalente; riesgo que, con unos buenos controles de seguridad, no tiene por qué darse.

Comparativamente, las ventajas de la curtición vegetal son varias: en primer lugar y el principal motivo de su elección es que es más respetuosa con el medioambiente. Por otro lado, favorece a los pequeños artesanos tradicionales que todavía trabajan con esta técnica. Sin embargo, sus desventajas son también varias, empezando por su menor resistencia al calor o a los arañazos. Tienen una variedad de tonos más limitada y cambia con el paso del tiempo haciéndose más suave y oscuro.

Como podemos observar, ambas tienen sus ventajas y desventajas y todo depende de qué valoremos más a la hora de diseñar y comprar un producto. Por ejemplo, si su respeto medioambiental y apoyo a la artesanía o una calidad con más aguante al tiempo y uso.

 

EMPRESAS DE MARROQUINERÍA ESPAÑOLAS.

 

A día de hoy, existen pequeñas marcas que han ido surgiendo en los últimos años dedicadas a este arte. El saber hacer marroquinero, aunque concentra parte de su potencial en Ubrique, se extiende también por el resto de la Península Ibérica, donde se comienza a emplear la tradición artesanal de la marroquinería como recurso diferenciador.

Ejemplo de esto es Reliquiae, una de mis preferidas, situado en el norte de España, en Gijón, Asturias. Concentra, en un pequeño taller, la maestría heredada de un antiguo taller de tapicería, convertido en una marca vanguardista, con el diseño y tradición artesanal. También, extendidas por el territorio peninsular, existen otras pequeñas empresas con producción artesanal del cuero como MALABABA, La Portegna, DEGABRIEL, BAKARI, Boria & Coria, No NI NÁ, NOSSU o PARIS/64, concentrando las tres últimas su proceso de producción en Ubrique.

Si investigamos un poco estas marcas, podemos llegar a la conclusión de que, en general, todas ellas presumen de características como la artesanía, el diseño vanguardista, el respeto medioambiental y, sobre todo, del Sello Español.

 

LA MARROQUINERÍA ESPAÑOLA EN CIFRAS.

 

Para entender la relevancia real de la marroquinería española, debemos hablar de números. Comenzaremos analizando los datos del año 2019 para comprender la evolución del sector antes de los efectos de la pandemia de la Covid 19, que ha dejado huella en la economía a nivel mundial. La producción de productos de lujo y alta gama aumentó, situándose en un total de 2.106,8 millones de euros, un 2,18% más alto que el año anterior.

El empleo también crece con respecto al año anterior en un 3,45% registrando un total de 16.546 puestos directos y 8.721 puestos indirectos. También habría que destacar que las exportaciones aumentaron en un 4,62% llegando a los 996,3 millones de euros que suponen el 54,28% de la producción. El reconocimiento del diseño español, junto con la calidad de la producción, sitúa a España en uno de los principales mercados marroquineros del mundo. Las exportaciones en España en el año 2019 supusieron 298.337,0 millones de euros, por lo que la industria del cuero supuso aproximadamente un 0,3% de las exportaciones totales de España.

Si analizamos los datos actuales, contando con el efecto de la pandemia, el sector de la marroquinería española no ha salido indemne. En la siguiente tabla, podemos comparar los datos ofrecidos por el estudio de Asefma (siglas con las que se denomina a la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería), de los años 2019 y 2020.

 

Tabla de elaboración propia

 

En esta tabla se vislumbra cómo la producción y las exportaciones se han visto gravemente afectadas y en respuesta, el número de empleados ha menguado. La marroquinería es un arte tradicional que pasa generacionalmente, por lo que se convierte en necesario tratar de proteger esos empleos para que estas técnicas artesanales no se pierdan.

Llegados a este punto, es evidente que la tradición de la marroquinería española ha jugado un importante papel en la moda, y es ahora cuando nos podemos preguntar:

¿CÓMO SERÁ EL FUTURO DE LA MARROQUINERÍA ESPAÑOLA?.

¿Cómo será el futuro de la marroquinería dentro del concepto “vestir a la española”?

Para poder entender este concepto, debemos ponernos en antecedentes. Hubo un tiempo, en los siglos XVI y XVII, en el que España se convirtió en uno de los referentes políticos en Europa. Su importancia y poder militar, político y cultural produjo que las modas del país fueran imitadas en toda Europa, en mayor medida entre los años 1550 y 1650. El estilo de la corte hispánica era sobrio y se utilizaban colores oscuros como símbolo de posición social. Las figuras más influentes de este estilo principalmente fueron Carlos I y Felipe II. Además, esta manera de vestir iba acorde con el carácter religioso plagado de discreción y modestia que se trataba de evocar.

Era un estilo rígido y muy incómodo, sobre todo en el caso de las mujeres, que requerían de bastante tiempo para vestirse con aquellos vestidos que transformaban sus curvan en formas geométricas rectas, que necesitaban de cartones de pecho y cotillas con ballenas, antecesoras del corsé. A pesar de su incomodidad, esta tendencia llegó a las grandes cortes europeas, entre ellas Holanda, Francia, Flandes o Inglaterra.

Poco a poco, con las siguientes generaciones, el estilo fue sufriendo cambios y convirtiéndose en una vestimenta más ostentosa que venía de la mano de un estilo de vida igual de ostentoso por parte de la corte más adelante, este grupo, trataba de tapar el decaimiento del Imperio español con elaborada indumentaria, hasta que, finalmente, España quedó en un segundo plano a la sombra del Imperio francés. A la llegada de los Borbones desaparecieron los últimos restos del “vestir a la española”.

Como vemos ya en la aclaración anterior, podemos concluir que la moda española históricamente ha sido un gran referente de la moda a nivel europeo. Hoy en día, España es conocida en el sector de la moda por el fast fashion. Sin embargo, tenemos un potencial y un talento artesanal que no hemos sabido explotar, pero confío en que, en un futuro próximo, el sello español o incluso el sello ubriqueño, se conviertan en sinónimo de artesanía, excelencia y vanguardia reconocidos mundialmente.

 

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WEBGRAFÍA UTILIZADA EN EL ARTÍCULO.

  1. Proceso de curtición en cromo y vegetal. SBA curtidos.
  2. Datos sectoriales marroquinería 2020. Asemaf
  3. La futurafábrica de Ubrique trabajará en exclusiva para la marca Louis Vuitton. DIARIO DE CADIZ.
  4. Datos sectoriales marroquinería 2020. Asemaf,
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