Portada de Vogue del 16-08-1900
A lo largo del siglo XX la MODA FEMENINA en ESPAÑA ha seguido, en general y salvo excepciones muy concretas, las grandes líneas de la MODA MUNDIAL, especialmente influidas por los CREADORES FRANCESES y los DISEÑADORES DE HOLLYWOOD para la estética femenina.
En cuanto a la Indumentaria Masculina, España copia, al igual que el resto de los países las pautas marcadas por la Sastrería Inglesa y la Confección Norteamericana.
Portadas de VOGUE por grandes artistas del siglo XX
La revista Vogue ha sido un espejo de los movimientos artísticos de cada época desde que publicaron la primera edición en 1892.
Su compromiso con el arte y la moda siempre ha estado acompañado de artistas famosos, fotógrafos importantes, pintores e inclusive escultores.
Tal vez las obras más conocidas son las fotografías de genios como lo fueron Richard Avedon, Henri Cartier-Bresson, Helmut Newton, Irving Penn o Herb Ritts (Vogue fue la primera revista en publicar una fotografía en su portada).
Además de esto, Vogue ha contado con obras maestras como portada de grandes pintores como lo fueron Miró, Andy Warhol y Salvador Dalí.
Durante los primeros años de la revista, los ilustradores más habituales eran Eduardo García Benito, Bonnie Cashin, Wright Ethel y Georges Lepape.
Lograban hacer impecables dibujos que reflejaban las colecciones de la temporada, pero que también representaban las tendencias artísticas.
Las portadas de los años 20 están inundadas con el espíritu art-decó, personalmente.
En los años 30 sería André E. Marty quien se encargaría de realizar la mayoría de los diseños de las cubiertas.
Salvador Dalí
Salvador Dalí creó cuatro portadas en total desde 1944 y su colega Marcel Duchamp también apareció indirectamente en una portada en la que un modelo posó junto a “El Vaso Grande” fotografiada por Erwin Blumenfeld.
Desde ese año, las cubiertas ilustradas eran cada vez más escasas a medida que la fotografía fue tomando el control. Sin embargo es importante recordad por ejemplo el retrato de Carolina de Mónaco por Andy Warhol o las exquisitas pinturas de Joan Miró…
Andy Warhol, 1984
Joan Miro, 1979
Salvador Dali
Carl Eric, 1935
Ethel Wright, 1902
René Bouché, Picasso. 1948.
ARTE EN LAS PORTADAS DE VOGUE
Hubo un tiempo en que las portadas de la prestigiosa revista Vogue eran verdaderas obras de arte.
El trabajo de los fotógrafos hoy en día, poniendo cara cada mes a las diferentes ediciones de la revista, es excelente, pero la magia de los trazos de ilustradores y de genios de la pintura del siglo XX como Dalí, Miró, o Warhol, hace que miremos aquellas portadas con nostalgia. Cada una de ellas única e irrepetible.
Desde la sobriedad victoriana de las primeras ilustraciones de McVickar, Allen St. John, George Wolfe Plank y Ethel Wright, pasamos a la languidez de las figuras femeninas de Helen Dryden, y al fascinante Art Déco del artista vallisoletano Eduardo García Benito, máximo exponente español de este estilo.
El pintor dibujó más de 90 portadas de la revista entre los años 1921 y 1940. Durante esas décadas también disfrutamos de la sofisticación de André E. Marty y Georges Lepape – inolvidable su homenaje a la Venus de Botticelli, motivo que adoptaría también Benito con su inconfundible toque -, la elegancia de las mujeres de Carl Erickson, o la fantasía de la edición francesa de manos del pintor Christian Bérard.
A finales de los 30 tiene lugar la primera colaboración de Salvador Dalí, trayendo el surrealismo hasta la moda.
Un número dedicado al MOMA
El arte cada vez cobraba más presencia y Vogue dedica un número al MoMA: “Vogue’s eye view of the Museum of Modern Art”, en cuya portada aparece una fotografía de Erwin Blumenfeld que captura a una modelo junto a la obra ‘The Large Glass’ de Marcel Duchamp.
A esto hay que sumarle las posteriores colaboraciones de otro genio español, Joan Miró, y la de otro grande en la década de los 80, Andy Warhol, y su retrato de Carolina de Mónaco para Vogue Paris.
Sin olvidar la increíble tarea de René Gruau desde los 50 hasta que la fotografía fue tomando el relevo a la ilustración.
El único vestigio que nos queda de aquellos años dorados han sido colaboraciones como las del artista David Downton que inmortalizó a Cate Blanchett en una ilustración para la 50 edición de Vogue Australia en 2009, la del pintor Francesco Vezzoli con Vogue Russia en 2011, “iconizando” la figura de la Paulina Porizkov.
Pintores y fotógrafos del siglo XX y XXI
Irving Penn, Salvador Dalí, Edward Steichen, Mario Testino, Nick Knight… la mayoría de los grandes pintores y fotógrafos de los siglos XX y XXI han diseñado en alguna ocasión la portada de la revista Vogue.
Homenaje al período 1917-2008
La publicación ha homenajeado estas obras de arte en formato A4 en una exposición retrospectiva que recoge las cien portadas más sobresalientes de la historia, concretamente del periodo comprendido entre 1917 a 2008.
La muestra tuvo lugar en la madrileña calle Serrano, en el tramo que va desde Ortega y Gasset hasta Goya, del 1 al 15 de septiembre.
Sin duda, una original forma de fomentar la moda y el arte urbano en la ciudad.
Esta exposición llegaba a Madrid después de su periplo por París –donde pudo verse durante la Semana de la Moda en los Campos Elíseos, así como en Shangai y Barcelona.
Sin duda, Fashion´s Night Out es una muestra para el disfrute de los avatares de la historia del último siglo, desde los felices años 20 con su característico Art Decó, hasta la exultante y libre década de los 60.
Directores de arte
A mediados del siglo XX New York se convertía en el centro cultural del mundo.
El diseño de revistas sufrió una destacada evolución bajo la influencia de los movimientos artísticos de comienzo del siglo pasado gracias al éxodo de artistas y diseñadores europeos provocado por el ascenso del Nazismo y la II Guerra Mundial.
Unos talentosos inmigrantes europeos, exiliados por la guerra y el nazismo, llegaron a Estados Unidos; en sus maletas traían el vanguardismo europeo, añadieron nuevos criterios y formas a la tradición del diseño gráfico.
Estos diseñadores buscaban resolver los problemas de comunicación y complacer una necesidad de expresión personal incorporando técnicas novedosas y originalidad a los conceptos.
Directores de arte como Mehemed Fahmy Agha, Alexey Brodovitch, Cipe Pineles, Henry Wolf o Herb Lubalin son quienes han definido la función del director de arte moderno a través del encargo de ilustraciones y fotografías o la cuidada utilización de la tipografía, en muchas ocasiones como ilustración.
Mehemed Felmy Agha
Era un diseñador de origen ucraniano que, en 1928, emigró a Estados Unidos donde fue director de arte de las revistas Vogue y Vanity Fair.
La primera portada de la princesa Diana en la revista Vogue
Para Diana de Gales, el año de 1981 cambiaría su vida, y esta portada de Vogue será la prueba indudable de esta nueva vida.
La princesa Diana celebraba su enlace nupcial con el príncipe Carlos de Inglaterra el 29 de julio de 1981, un acto que cambiaría radicalmente la vida de la joven aristócrata nacida en Sandringham para convertirse en uno de los miembros más destacados de la institución monárquica británica.
Pocos días después del enlace matrimonial, que 750 millones de personas alrededor del mundo atestiguaron, la edición británica de la revista Vogue dedicó la portada del mes de agosto a la princesa Diana, la inolvidable y única princesa del pueblo.
La princesa Diana y su vestido de novia con el que hizo historia
Bajo la dirección editorial de Beatrix Molineux Miller (1964-1965), una de las directoras de Vogue más progresistas de sus tiempos y a quien le debemos la primera portada de la modelo afrodescendiente Donyale Luna en la historia de Vogue, Diana de Gales engalanó la icónica edición con uno de los retratos menos conocidos en su historia.
Una imagen en primer plano de la joven Diana de 20 años coronada con pendientes y una gargantilla de diamantes a juego, era el sencillo concepto que se acompañaba del titular: “The day of the wedding: Prince Charles and Lady Diana Spencer the Snowdon portraits”, que traducido al español se leería como: el día de la boda: el príncipe Carlos y Lady Diana Spencer, los retratos de Snowdon, refiriéndose al apellido del fotógrafo Lord Snowdon.
Lord Snowdon fue elegido para esa exclusiva real al ser comisionado para fotografiar a la nueva princesa de Gales. Lord Snowdon fue hasta el año 1978, esposo de la princesa Margarita, hermana de la reina Elizabeth.
Retrocediendo unas décadas, Anthony Armstrong-Jones como fue conocido en el mundo del arte y la alta sociedad británica, fue un fotógrafo de moda con una carrera ascendente que se vio “pausada” de cierto modo al contraer nupcias con la hermana de la monarca. Sin embargo, su carácter libre y la empatía que la reina sentía por él, le permitieron continuar con su oficio artístico y haber sido el que lograse el bello retrato de la nueva miembro de la familia real.
Diana atrajo la atención de la editora de Vogue, en Reino Unido, Beatrix Molineux Miller quien le dio la portada de la edición de agosto de 1981.
Como si de un vaticinio se tratara, y a diferencia de otras portadas de la época, Diana de Gales era retratada sola, sin la presencia del príncipe Carlos.
Vogue sería el inicio de miles de portadas de otros medios protagonizados por Lady Di
Esto, sin duda, sería el inicio de miles de portadas que protagonizaría Lady D a lo largo de su vida, no obstante, en esta edición de Vogue se centraba la atención en el rol tan relevante que vendría a desempeñar esta joven ajena al mundo de los flashes y los titulares de las noticias.
El tiempo nos dejaría probar que más allá de su timidez y lejanía al agrado de la atención pública, el trabajo de ella, simplemente Diana, sería uno de los capítulos de la monarquía europea y de la humanidad que más se vería beneficiado por la nobleza de sus acciones.
Su sencillez fue una de las cualidades que conquistó al mundo entero, convirtiéndola en la princesa del pueblo.
Definitivamente, en agosto de 1981 se comenzaban a escribir las primeras líneas de una historia colmada de altibajos en la trayectoria de uno de los íconos del siglo XX. Precisamente Vogue, la autoridad en los títulos editoriales de moda y lujo para la mujer, vendría a acuñar una de las ediciones que recibía y daba el protagonismo merecido a una de las mujeres más influyentes quien, dejando a un lado su posición o título nobiliario, demostró desde esa primera portada que el verdadero talento en esta vida se muestra en la más bella simpleza de las perspectivas de cualquier lente.
Portadas Lady Di
ESTILO DE VIDA
La princesa Diana protagonizó cuatro portadas de la revista Vogue
Diana de Gales fue inmortalizada a través de estas portadas en Vogue, un recuerdo de un espíritu noble que nació para ser inmortal.
La princesa Diana hubiera sido uno de los personajes más influyentes del siglo XX y XXI. A pesar de su corta vida, Diana de Gales supo hacer de cada acción o palabra pronunciada el inicio de una conversación con ecos que sacudirían cualquier hecho calificado como inamovible.
Desde tender la mano a un enfermo de VIH, con lo que derribó la creencia de que este virus era transmisible con el simple contacto, hasta hacer público su romance, tras su divorcio, con el magnate Dodi Al Fayed, demostrando que cualquier mujer puede rehacer su vida con libertad después de un matrimonio no viable.
Como si de un testigo impreso se tratara, Diana de Gales protagonizaría cuatro icónicas portadas que bien podrían resumir su trascendente paso por este mundo. Desde su primera portada en 1981, hasta su portada póstuma en 1997, la revista British Vogue inscribiría en su archivo cuatro legendarias portadas exclusivas con uno de los íconos que más impactó no solo en el campo de la moda, sino que trascendió a las esferas políticas y sociales de una manera rotunda.
Primera portada, año de 1981, por Lord Snowdon.
El retrato de Diana en Vogue fue autoría de Lord Snowdon, fotógrafo de moda y miembro de la familia real.
Coincidiendo con la llegada de sus veinte años y pocos días después de su enlace nupcial con el príncipe Carlos, en la que fue considerada la boda del siglo XIX, Diana engalanaba la portada de Vogue Agosto con un retrato exclusivo tomado por Lord Snowdon, ex esposo de la princesa Margarita.
Probablemente esta sea la portada más dulce de Diana, no solo por la edad que transitaba, también por las circunstancias que atravesaba a principios de la década de los años 80.
Esta imagen evocaba a la joven maestra de preescolar, que de la noche a la mañana se convertía en la consorte del futuro rey de Inglaterra, y también en la mujer más perseguida por los medios en la historia; un hecho que su hermano reflexionaba en una serie documental al referirse a la diosa romana de la caza, Diana, y cómo su hermana, quien fue bautizada con este nombre, se convirtió en víctima de la caza mediática, misma que acabaría con su vida.
Segunda portada, año de 1991, por Patrick Demarchelier.
Pocos meses antes de anunciar su separación del príncipe Carlos, Diana protagonizaría la portada de British Vogue del mes de diciembre del año 1991.
Tendría que pasar una década para que Diana volviera a protagonizar una portada de la edición británica de Vogue.
Meses antes del anuncio de su separación del príncipe Carlos, en el mes de diciembre Diana lucía con una madurez hechizante y fresca en un retrato realizado por el fotógrafo francés Patrick Demarchelier.
Un estilismo sencillo, como su espíritu, conformado solo por un suéter negro de cuello alto, un corte de cabello desenfadado, algo andrógino pero con la justa medida de sofisticación firmado por el estilista de cabello Sam McKnight y uñas con una manicura impoluta, un detalle que Diana adoró, porque como lo recordó McKnight a Vanity Fair en el 2016, “ella había dejado de morderse las uñas y estaba muy orgullosa de cómo se veían”.
La inocente Diana había dejado atrás los fantasmas de la inseguridad para vivir una nueva y desafiante vida, esta portada era prueba de ello.
Tercera portada, 1994, por Patrick Demarchelier.
La princesa de Gales en la edición de Julio de 1994, a sus 33 años.
En junio de 1994 el príncipe Carlos confirmaba ante la audiencia británica el haber cometido adulterio con Camilla Parker Bowles, un hecho que dividiría a toda una nación, inclinándose el apoyo y la empatía, obviamente, a favor de la célebre Diana, quien en ese año daría un nuevo significado a la palabra “venganza” cobijada por la moda y los estilismos más arriesgados, que la catapultaron a convertirse en la princesa más sexy de todos los tiempos.
Para poner la cereza en el pastel, British Vogue lanzaría en julio, coincidiendo con su cumpleaños 33, otro hito de portada mostrando a una Diana audaz, segura de mostrar piel con un vestido sin mangas y escote en V, sin duda, una nueva Diana celebraba algo más que su cumpleaños.
Cuarta portada, 1997, por Patrick Demarchelier.
Con el año de su nacimiento y fallecimiento, Vogue honraba con esta icónica portada el legado de Diana en la edición de octubre de 1997.
Un trágico “accidente” en París, a finales del mes de agosto, ponía fin a la vida de la princesa del pueblo. Diana de Gales sería recordada de muchas maneras en los meses, años y décadas posteriores a su muerte. Precisamente, sería la portada de Vogue Octubre del Reino Unido –a través de una imagen exclusiva de Patrick Demarchelier del shooting de 1994– la imagen que recordaría con esa sonrisa honesta y brillantes ojos azules, a uno de los personajes que logró traspasar con nobleza y amor cualquier frontera, lenguaje o condición social.
Vestida de rojo, despedíamos a la protagonista de no solo varias portadas icónicas, sino a la estrella que inspiró y guió a toda una generación más allá de una imagen.
Referencias
EL GRUPO CONDÉ NAST
https://enriqueortegaburgos.com/el-grupo-conde-nast/
Este artículo se ha realizado por la redacción del equipo de EOB, si quieres contactar con nosotros mándanos un mail a info@enriqueortegaburgos.com