Enrique Ortega Burgos

LA PUREZA DE LOS DIAMANTES. 1 DE LAS 4 CARACTERÍSTICAS.

pureza diamantes

CONOCE CUÁL ES Y CÓMO SE DETERMINA LA PUREZA (EL GRADO DE PUREZA) DE LOS DIAMANTES.

 

La pureza es, sin duda, una de las claves para valorar los diamantes, sin duda una de las características básicas de éste y que generará preguntas por parte del comprador de un diamante.

¿QUÉ PUREZA TIENE ESTE DIAMANTE?.

 

Una de las preguntas que más hacen los clientes cuando quieren adquirir una joya con diamantes es: “¿Qué pureza tiene este diamante?”.

Lo cierto es que la pregunta tiene mucho sentido, pero es muy importante relacionar la pureza con los otros tres elementos clave para valorar un diamante. Como ya habíamos dicho en artículos anteriores, la pureza de un diamante por sí sola no es determinante para indicar el valor de este. Necesitan valorarse los cuatro elementos al mismo tiempo. En un certificado de laboratorio gemológico, nunca veremos sólo uno de estos elementos analizados.

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LAS 4 C DE UN DIAMANTE: PUREZA, COLOR, TALLA Y PESO.

 

Veremos siempre su conjunto.

Estos cuatro elementos son: La pureza, el color, la talla y el peso. En inglés, esta valoración se conoce como las 4C’s de un diamante (Clarity, que es pureza; Color, Cut, que es talla; y Carat Weight, que se refiere al peso medido en carates o carats. En España también decimos quilates como sinónimo de carates).

Pureza o calidad son dos palabras que se utilizan comúnmente en la jerga de joyería para referirnos a “Clarity”. Lo normal es que cuando pidamos un certificado de un diamante, si el laboratorio es internacional, como la GIA, el IGI, HRD… veremos la palabra “Clarity”. Por eso es importante estar familiarizados con esta palabra.

Pero de nada sirve decirle a un cliente la pureza de un diamante por sí sola. Porque un diamante de una pureza excelente, que a priori nos indica que debe tener un precio más elevado, puede resultar ser mucho más barato si la talla es pobre, el color es amarillento o con tintes marrones y el peso es reducido. Lo mejor es encontrar el balance adecuado.

 

¿QUÉ ES ENTONCES LA PUREZA DE UN DIAMANTE?

 

 

Pero ¿Qué es la pureza de un diamante exactamente?.

La pureza del diamante se refiere a la ausencia de inclusiones o marcas, mellas, taras en un diamante. Las características que componen la pureza de un diamante son:

  1. Dentro del diamante: Se conocen como inclusiones, y son marcas internas, roturas internas, trazas de otras piedras dentro, restos de sedimento…
  1. En la superficie del diamante: Son marcas, mellas, taras, arañazos…

Lo más importante es saber que un diamante será más puro cuantas menos inclusiones y marcas superficiales tenga. Las inclusiones dentro del diamante y las marcas externas hacen que el diamante pierda valor.

Sin embargo, gracias a estas señales internas (inclusiones) podemos distinguir si un diamante es natural (si las tiene) o si, por el contrario, es una imitación con otros materiales (cristal, por ejemplo) o un diamante de laboratorio (sintético). Un diamante de laboratorio puede crearse para que tenga una pureza excepcional, pero no tiene el valor de un diamante natural. Si ha sido creado por el hombre, no es escaso y no ha sido sometido a las condiciones extremas de uno natural.

El diamante natural, por el contrario, ha sido formado bajo condiciones muy específicas y complejas, a una profundidad específica hacia el interior de la Tierra (150 km a 200 km), a temperaturas extremadamente calientes (900ºC y 1300ºC), con fuertes presiones, durante millones y millones de años, que han ido emergiendo a la Tierra a través de diversas erupciones volcánicas que, al enfriarse, se iban almacenando en depósitos (minas). Es por eso por lo que los diamantes naturales de gran pureza suelen tener un precio elevado. Son un auténtico regalo de la naturaleza.

Precisamente, porque los diamantes se forman bajo tremendas condiciones de calor y presión, es muy raro encontrar un diamante que carezca de estas características internas y externas.

Estas inclusiones a las que nos referimos muchas veces sólo pueden detectarse con la lupa de 10 aumentos típica del sector, o al microscopio. Sin embargo, por muy pequeñas que parezcan, estas inclusiones pueden afectar al brillo del diamante, puesto que estas imperfecciones impiden que la luz viaje de manera óptima, reflejando menos luz hacia el exterior, y por tanto, menos brillo. Por esta razón, un diamante de una pureza elevada desprenderá más brillo que otro de una pureza más pobre.

Visto el significado de la pureza de un diamante, y entendido las características de esta, veamos ahora cómo interpretar la pureza para estar preparados tanto para comprar como para vender.

 

 

ÍNDICES Y ESCALA DE LA PUREZA DE UN DIAMANTE.

Para ello, utilizaremos la escala proporcionada por la GIA (Instituto Gemológico de América), que va desde la letra F (ó FL) hasta la letra I3 (i latina). La “FL” sería la mejor pureza. Estas letras se refieren a “flawless”, que significa “libre de inclusiones”. Por otro lado, la letra “I” se refiere a “included”, que quiere decir “con inclusiones”. Entre estos dos extremos, existen otras letras indicando distintos grados de pureza. A continuación, damos la explicación de las mismas:

IF: Significa que dentro del diamante no existen impurezas o inclusiones.

VVS: Con “muy muy” ligeras inclusiones. Calidad de alta joyería.

VS: Con “muy” ligeras inclusiones. Calidad apta para alta joyería.

S: Con inclusiones moderadas. Calidad comercial.

I: Con muchas inclusiones. No recomendable.

Los números que se aprecian en la escala se interpretan como: cuanto mayor es el número, peor. Es decir, I1 es mejor que I3. La pureza I de un diamante, puede afectar a su brillo al tener la luz muchos obstáculos para viajar por dentro de la piedra reflejándose entre las distintas facetas. Los diamantes con esta pureza suelen ser utilizados para aquellos diamantes de tamaño muy reducido que adornan una pieza, pero no como piedra central de una pieza de joyería.

Teniendo un color aceptable, una talla buena o muy buena, y una pureza “VS” ó “SI”, podemos decir que la relación calidad-precio será buena. También se conoce a esta pureza como la pureza comercial, es decir, aquella que los joyeros pueden vender con más frecuencia al no suponer una inversión excesivamente elevada por parte del cliente. Por el contrario, si un diamante es “F”, por ejemplo, el precio se dispararía tanto que una joyería podría tener dificultades para venderlo si no tiene el público adecuado para ello, arriesgándose a tenerlo en su stock durante mucho más tiempo.

Como conclusión, podemos apuntar que conocer la pureza de un diamante es fundamental, pero si estamos interesados en su precio, para la compra o la venta, debemos conjugarlo junto a los otros tres elementos clave. Una pureza de mitad de escala podrá ser considerada como comercial o de relación calidad-precio buena. Cuanto más nos movemos hacia la izquierda, mayor valor tendrá el diamante. Cuanto más hacia la derecha nos movamos, menor será su valor.

 

 

ESTE ARTÍCULO HA SIDO ESCRITO POR D. JAVIER FERNÁNDEZ GOMEZ   MBA | Retail | Joyería | Gemología | Relojería | Marketing Estratégico | Desarrollo de negocio | Sostenibilidad | Lujo | Moda | Metaverso | Docente. PUEDES VISITAR SU PERFIL PARA CONTACTAR CON ÉL EN EL ENLACE DE SU NOMBRE.

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