Los gigantes de los medios de comunicación resuelven sus demandas mediante acuerdos de conciliación, evitando llegar a juicio.
Dos de las principales empresas de comunicación sobre moda, han resuelto fuera de los juzgados las demandas multimillonarias a las que se enfrentaban.
Estas empresas son Hearst Communications y Condé Nast. Ambas fueron acusadas de vender información de sus suscriptores sin solicitar autorización de los mismos.
Actualmente, hay una tendencia de los medios de comunicación de decantarse por resolver las demandas fuera de los juzgados.
Hearst Communications, gigante de los medios de comunicación, es titular de numerosas revistas de existo entre las que se incluyen Harper’s Bazaar, Elle, Cosmo, Marie Claire, Good Housekeeping y Esquire.
En julio de 2018, Hearst Communications acordó pagar 50 millones de dólares para solucionar una querella recibida, que le acusaba de vender a terceros y sin consentimiento, los datos facilitados por sus suscriptores.
A este acuerdo le siguió otro similar, en el que participó la empresa matriz de Condé Nast, Advance Publications, que acordó pagar cerca de 14 millones de dólares para resolver una demanda que le acusaba de vender el historial de sus suscriptores.
La demanda a Hearst Communication fue interpuesta ante un Tribunal federal en Nueva York en noviembre de 2015 y resuelta fuera de los tribunales mediante acuerdo entre las partes en junio de 2018.
Hearst Communications fue acusado de vender el historial de sus suscriptores, que incluían sus hábitos de lectura, edad, raza, religión, donaciones caritativas, afiliaciones políticas, ingresos anuales, hábitos de compra y otros datos personales. Todo esto sin su consentimiento. La venta se realizó a terceros, donde estaban incluidas empresas de “minería de datos”. La demanda fue interpuesta por Josephine James Edwards una suscriptora de Michigan a la revista Good Housekeeping.
DATOS DEL CASO
Tribunal New York Southern District Court
Caso 1:15-cv-09279
Fecha de la demanda 24 de noviembre de 2015
Naturaleza Venta de datos personales sin consentimiento
Juez Analisa Nadine Torres
Demandante Josephine James Edwards y otros (demanda colectiva)
Demandada Hearst Communications, Inc
Acusación Edwards alegó que Hearst otorgó ilegalmente a compañías de «minería de datos» acceso a la base de datos de información de sus suscriptores, sin el permiso previo de los mismos
Pretensión Indemnización por daños y perjuicios.
ACTUACIÓN JUDICIAL
La juez Analisa Nadine Torres no ha podido resolver el asunto pues las partes se han sometido a resolución extrajudicial de conflictos, llegando a un acuerdo entre las mismas.
El acuerdo entre las partes Hearst y Edwards se alcanzó por mediación en junio de 2018. Hearst Communications acordó pagar 50 millones de dólares para solucionar una querella recibida.
*La declaración judicial que pone fin al caso por haberse llegado a una solución extrajudicial del conflicto entre las partes se puede ver en el anexo 5.
Este acuerdo triplica el acuerdo más grande jamás alcanzado por presuntas violaciones de los estatutos del estado de Michigan.
Superó un acuerdo similar alcanzado en abril del mismo año, por valor de 16.38 millones de dólares pagado por Consumer Reports, quien había sido demandado por una parte de sus lectores que alegaron que sus datos de suscripción se habían vendido sin su consentimiento.
OTROS ACUERDOS EXTRAJUDICIALES SIMILARES
Con anterioridad a este caso, los suscriptores de Time and Fast Company presentaron una demanda contra Mansueto Ventures, su editor, caso que aún está en curso.
Otros dos casos relacionados son el caso Rodale, propietaria de Women’s Health y Runner’s World, y el caso de Entertainment Weekly and People´s, editora de Meredith, que han satisfecho 4.5 y 7.5 millones de dólares, respectivamente.
El segundo caso de acuerdo entre las partes al que hemos querido prestar especial atención es el alcanzado por el grupo empresarial de Condé Nast, Advance Publications, que acordó pagar cerca de 14 millones de dólares para resolver una demanda interpuesta por vender el historial de sus suscriptores. Como en el primer caso, se trataba de datos personales, como los hábitos de lectura, edad, raza, religión, donaciones caritativas, afiliaciones políticas, ingresos, hábitos de compra, etc. Datos que también se habían vendido a terceros sin consentimiento previo. El acuerdo es posterior al alcanzado por el gigante de los medios Hearts Communications.
En este caso, la demandante Suzanne Boelter estaba suscrita a las revistas Bon Appétit y Self ambas de Advance Publications. De acuerdo con la demanda colectiva que Boelter, con sede en Michigan, presentó ante un tribunal federal de Nueva York, Condé Nast otorgó ilegalmente a compañías de «minería de datos» el acceso a su base de datos de información de suscriptores sin dar aviso ni obtener el permiso de sus los mismos. Dicha conducta, según Boelter, es contraria a la Ley de privacidad de alquiler de videos del estado de Michigan, que prohíbe el intercambio de información personal proporcionada por los consumidores sobre su compra, alquiler o préstamo de materiales que podrían proporcionar detalles sobre su identidad e intereses sin el consentimiento de la Consumidores individuales. Basando así su demanda en la misma ley que se había utilizado para el acuerdo de Hearts Communications
Boelter afirmó que “se había atribuido un valor a la privacidad de su Información personal de lectura (PRI) y que la venta de esa información y su divulgación hizo que ella pagara un valor mayor del acordado como costos de suscripción». Además, alegó que “si hubiera sido informada adecuadamente sobre las prácticas de divulgación de Condé Nast, no habría estado dispuesta a pagar el mismo precio por sus suscripciones”.
Después de un intento fallido de sacar el caso de un tribunal federal de Nueva York, Condé Nast acordó pagar 13.8 millones de dólares para resolver el asunto. Como resultado, todos los suscriptores con sede en Michigan a las revistas del gigante de los medios de comunicación, como The New Yorker o Vogue, firmados entre julio de 2009 y julio de 2016 pueden unirse al acuerdo.
El acuerdo es el último de una serie creciente de acuerdos multimillonarios de editores que han sido demandados bajo la ley del estado de Michigan por supuestamente monetizar el PRI de sus suscriptores.
Este artículo se ha realizado por la redacción del equipo de EOB, si quieres contactar con nosotros mándanos un mail a info@enriqueortegaburgos.com
[yith_wc_productslider id=33673]