Enrique Ortega Burgos

Germaine de Capuccini: su historia. Parte II

La fundadora

Carmen Vidal (1915-2003) fue la fundadora de la firma Germaine de Capuccini, una de las empresas de cosmética profesional de mayor prestigio en el mundo.

Desde que era una niña, siempre se sintió atraída por la belleza, la moda y sobre todo, el cuidado de la piel.

 

Hija de padres españoles, Carmen nació en Reghaïa, una población al norte de Argelia.

Su infancia transcurrió entre ambos países, viviendo durante varios años en España.

Regreso a Argelia

En su adolescencia, regresó a Argelia con su padre, estancia que marcaría su futuro de forma decisiva.

Descubrió cómo las mujeres de aquel país se maquillaban, elaboraban sus propias cremas y ungüentos a base de productos naturales y hierbas.

Su vuelta a España

A finales de 1932 regresó a España y comenzó a poner en práctica todo lo aprendido. Recién cumplidos los 20 años conoció al que sería su marido, Vicente Vidal, con el que tuvo cuatro hijos.

Durante la década de los cuarenta, en plena posguerra, tuvo que abandonar todas sus expectativas relacionadas con la estética.

 

Carmen y su marido Vicente Vidal

 

Los 50 son claves en su carrera

Fue a principios de los cincuenta cuando retomó su proyecto y viajó de nuevo a Argelia, donde trabajó como ayudante personal de Madame Fabré, que era una renombrada esteticista dela época, mientras estudiaba enfermería y fisioterapeuta.

En 1962 se instaló en Francia donde ingresó en los laboratorios más prestigiosos de Paris con la idea de avanzar en su profesión y continuar sus estudios de cosmética.

Colaboró como articulista en la revista ELLE donde compartía sus conocimientos de belleza y compaginó los estudios con un trabajo de enfermera que le permitió abrir una pequeña peluquería y salón de belleza en Alcoy, donde estaba instalada su familia.

Los primeros cosméticos y cremas que ella misma fabricaba, se basaban en materias primas básicas totalmente naturales como aceite de almendras dulces, esperma de ballena, aguacate, agua de rosas, cera de abejas, germen de trigo o caléndula.

 

 

Cumplir con su sueño

A finales de los sesenta Carmen dejó Paris para reunirse con su familia y cumplir su sueño: transformar la peluquería en un instituto de belleza con fabricación propia.

Fue entonces cuando nació su marca: Germaine de Capuccini.

 

Germaine era el nombre francés por el que la conocían en Paris y Capucine (Germaine Lefebvre) era una de las actrices más famosas de aquellos años y que representaba un auténtico ideal de belleza para ella.

 

 

Carmen Vidal dio con el nombre idóneo en una época marcada por la difícil situación económica y política de España en los años 60.

Su vocación de internacionalización desde el inicio, sugirió esta bella creación que aúna el francés y el italiano y que sugiere elegancia, exquisitez y modernidad.

Un ideario aspiracional que reclamaba la mujer del momento, la cual suspiraba por la belleza, la alta sociedad y el glamour que iconos procedentes de Europa y Estados Unidos como Grace Kelly y Ava Garner representaron a la perfección, y por supuesto la actriz y modelo francesa Capucine.

Los secretos de belleza aprendidos en Argel durante su infancia junto con las técnicas cosméticas y el savoir faire adquiridos en Paris, habrían de convertirse en el estandarte de una de las empresas de cosmética profesional de mayor prestigio en el mundo.

Una pionera de la cosmética en España

Carmen Vidal fue una visionaria: creó una empresa dedicada a la estética profesional y a las necesidades de la mujer, siendo una de las pioneras en la profesionalización del sector de la belleza y la estética en España.

Carmen realizó una enorme labor social, ofreciendo a la mujer de los años 60 y 70 una formación y un oficio, el de esteticista, lo que supuso de algún modo el inicio de la emancipación femenina.

Carmen Vidal está considerada la creadora del primer Imperio Cosmético en España, equiparándola con nombres como Elizabeth Arden, Estée Lauder, Helena Rubinstein y las hermanas Carita, un reconocimiento publicado en el nº 263 de la Revista Marie Claire en el reportaje “Con ellas llegó la Revolución”.

Carmen Vidal

 

Tratamiento de belleza para la Nochevieja

El pasado 27 de diciembre de 2019 la revista Vogue titulaba en una de sus secciones “El tratamiento de vitamina C que se haría una editora de belleza antes de Nochevieja”.

Un protocolo en cabina con el ingrediente preferido para lograr un resultado flash y una piel súper luminosa.

El factor que no puede faltar

Así lo decía Vogue:“Ya tienes el vestido, los zapatos, el bolso y todo lo necesario para lograr un look redondo esta Nochevieja -o para cualquiera de las citas de la temporada, que no son pocas-. Puede que incluso hayas pedido hora en la peluquería para, el Día D, llevar también el cabello perfecto. Pero todavía falta un factor -y es uno muy importante- en la ecuación: la piel”.

 

Porque recordemos que para llevar un buen maquillaje (independientemente de si buscas un efecto natural o fantasía), no sólo es imprescindible contar con el trío idóneo de primer, corrector y base, sino que lo verdaderamente esencial es que el lienzo sobre el que trabajamos, es decir, el rostro, tenga un buen aspecto y esté bien cuidado para que los resultados sean inmejorables.

 

 

En efecto, no sirve de nada tener la mejor base de maquillaje del mundo si tu piel no tiene buen aspecto antes de aplicarla -es decir, si no está hidratada, suave y luminosa-, lo cual se traduce en la necesidad de aplicar previamente algún tipo de mascarilla o, si quieres un resultado profesional, adecuado a tus necesidades y duradero, un tratamiento de cabina.

¿Cuál de todos los que existen? Pues si no has hecho los deberes a tiempo y necesitas un protocolo de efecto flash, cuyos resultados se noten al instante, la vitamina C es el ingrediente clave que deberías buscar.

Vogue haciendo referencia a Germanine de Capuccini

 

 

Entonces Vogue decía lo hemos encontrado

Y sí, lo hemos encontrado. Concretamente, en Germaine de Capuccini, que trabaja con toda una gama de vitamina C en un tratamiento con el que es probable que ya ni quieras llevar base de maquillaje.

El cuerpo no sintetiza la vitamina C

Tal como dicen las facialistas «el cuerpo no puede sintetizar la vitamina C por sí mismo. Para obtener las dosis diarias que necesitamos, dependemos de la ingesta de cítricos y otros vegetales. Sin embargo, lo que ingerimos no resulta suficiente para cubrir las necesidades de la piel».

Es por este motivo por el que cada vez son más populares los cosméticos que incluyen este ingrediente, aunque debemos tener en cuenta que no en todos presenta el mismo grado de pureza -cuanto más pura, mejor-, y es aquí donde también destaca el tratamiento de Germaine de Capuccini.

El rostro súper luminoso y suave con el que salí del tratamiento sólo podía responder a la mejor versión de la vitamina C, que es «L-ácido ascórbico, solo soluble en agua y formulado a pH bajo para mantenerse activo», tal como explican desde el centro.

Lo mejor es que, además de los resultados más visibles -que son sinónimo de un efecto flash o ‘buena cara’-, la vitamina C aporta mucho más a la piel, pues «aplicada de forma tópica, es un antioxidante y despigmentante irremplazable.

“Si se aplica regular y apropiadamente, estimula la síntesis de colágeno, mejora el aspecto y textura de la piel, se protege el cutis frente a los radicales libres, unifica el tono, reduce la aparición de arrugas, previene el envejecimiento y aporta energía y luminosidad», explican las profesionales de la firma Germaine de Capuccini.

Por supuesto, con un mayor número de sesiones los resultados serán más evidentes y duraderos, pero desde el centro de Germaine de Capuccini confirman que también se trata de un tratamiento perfecto para realizar justo antes de un evento, una cita especial o, en la materia que nos ocupa, Nochevieja.

La cantidad de sesiones necesarias la determinará la facialista en cuyas manos te pongas, dependiendo siempre de lo que requiera tu piel, pero el efecto flash de una única visita será visible en todos los casos, por lo que es ideal si no has anticipado mucho el protocolo a tu fiesta.

Además, como es apto para todo tipo de rostros, se personaliza según necesidades y deja el cutis perfecto nada más salir -ni irritaciones, ni enrojecimientos, y puedes hacértelo incluso el mismo día que tengas un compromiso.

Una vez terminado el tratamiento, que incluye el uso de varios productos de vitamina C pura, también puedes intensificar sus resultados empleando otros productos con este componente.

La propia marca dispone de la gama Timeexpert C+ de ampollas, sérum y crema completa con este ingrediente o combinar con tus propios cosméticos.

Después de estar empleando las ampollas una buena temporada, se logra un rostro más luminoso y menos apagado, justo lo que buscas de cara a las fiestas y, por supuesto, en general.

La suerte líquida

El pasado 21 de marzo de 2019 en la revista Vogue se anunciaba la suerte liquida y hace mención a las ampollas de Germaine de Capuccini siendo una poción mágica para la piel, asegurando luminosidad a la piel.

Por otro lado, a su vez, también se nombra al Slim Mission, un aliado perfecto para intensificar tu cuerpo debido a problemas como estrías, flacidez, etc.

 

 

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