Enrique Ortega Burgos

FRANQUICIAS Y PERSPECTIVAS DE FUTURO 2020

El sistema de franquicias comenzó el año 2020 con ligeros incrementos en las variables de número de redes (un 0,36%, al pasar de contar con 1.376 enseñas a finales de 2018 a las 1.381 actuales); establecimientos operativos (un 0,54%, ya que había 77.397 locales abiertos en 2018 por los 77.819 de 2019), y empleos generados (un 0,13%, 293.872 personas trabajaban en la franquicia en 2018, por las 294.231 que lo hacían al finalizar 2019).

 

Todo se estaba desarrollando con normalidad, con aperturas, nuevos negocios en franquicia, expansión internacional… hasta que a mediados de marzo el coronavirus dio un vuelco a la situación. El estado de alarma decretado por el Gobierno obligó al cierre de la mayoría de los negocios, excepción hecha de los dedicados a alimentación, algunas gasolineras y empresas de mensajería, por lo que a la franquicia se refiere. Y todos los objetivos, los presupuestos e inversiones previstos para este 2020 se vieron truncados de golpe, sin que pudiese haber capacidad de reacción. Sin ingresos, con solicitudes de ERTEs, de préstamos bancarios para poder hacer frente a los alquileres, confinados en casa, teletrabajando… la situación de la franquicia, al igual que la de prácticamente todo el comercio, se hacía insostenible.

 

Algunos conceptos empezaron a ver una tímida luz, cuando en las distintas fases de la desescalada se les permitió abrir sus locales: la moda, las peluquerías, los salones de belleza/estética, las papelerías…, pero ya todo el escenario había cambiado, en cuanto a medidas de seguridad, protocolos de higiene, control de personas en los establecimientos, distancia entre ellas. Ante una realidad así, es evidente que las perspectivas para lo que resta de 2020 y para el año que viene son inciertas. No podemos cuantificar las consecuencias que esta pandemia tendrá en el sistema de franquicias, pero sin duda que serán relevantes. Especialmente el sector de la Restauración será uno de los más afectados, pero no será el único. Tampoco sabemos si van a poder organizarse este año los salones de franquicias, que ya han retrasado su fecha de celebración para el mes de septiembre; ni si tendrán lugar jornadas, seminarios o cualquier tipo de evento relacionado con la franquicia. Todo está en el aire, a la espera de la evolución del virus. Incertidumbre, esa sería la palabra que mejor define en estos momentos el sentir de todos los que integramos el sistema de franquicias.

 

REPRESENTANDO A LA FRANQUICIA

 

Lo cierto es que en este momento no se pueden hacer planes, ni previsiones, solo apoyar y hacer sentir a todos nuestros socios en particular y a la franquicia en general, que la Asociación Española de Franquiciadores está velando por los intereses de todos y representando a este sistema de régimen de actividad comercial ante las distintas administraciones. En este sentido, desde la Secretaría de Estado del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se dirigieron a la AEF como interlocutores con las empresas franquiciadoras, con el fin de solicitarnos datos y hacer un seguimiento directo del efecto que la propagación del coronavirus está teniendo en el comercio local y más en concreto en el sistema de franquicias.

Cada semana, desde el pasado 14 de marzo, fecha en la que se inició el estado de alarma, hemos remitido informes a esta Secretaría, facilitándole información respecto a cómo está afectando el Covid-19 a todos los sectores que integran la franquicia, con ejemplos reales aportados por los franquiciadores, en cuanto a la caída de las ventas, los locales cerrados en cada actividad, las iniciativas solidarias que están realizando algunas enseñas con los colectivos que luchan en primera línea contra el virus, las medidas de ayuda que han desarrollado con sus franquiciados, y los servicios de apoyo a otras empresas, de tipo jurídico, ahorro energético, comunicación…

Además de estos informes sectoriales y semanales, también hemos organizado webinars con temas de interés para nuestros asociados, como el que organizamos el pasado 14 de mayo sobre financiación, y que contó con la presencia del Presidente del Instituto de Crédito Oficial, José Carlos García de Quevedo, y tres entidades financieras, Banco Sabadell, Grupo Cooperativo Cajamar e Ibercaja. Sin duda, el tema de la financiación es uno de los que más preocupa en estos momentos, ya que según se desvela en un informe elaborado por la AEF, el 75% de los franquiciados de nuestros asociados han tenido que solicitar un crédito.

 

EN BUSCA DE SOLUCIONES PARA LAS FRANQUICIAS.

 

Por tanto, ante una coyuntura como la que estamos viviendo, lo más importante es buscar y ofrecer soluciones, de cara a prepararnos para el futuro más próximo que tenemos por delante, a corto plazo, cuando superemos esta pandemia de repercusión mundial. Por eso, en la AEF somos conscientes de que el sistema de franquicias sale reforzado de las crisis, como ha demostrado en todas las anteriores, especialmente en la última que atravesamos entre 2008 y 2014.

¿Por qué decimos que ha salido reforzado el sistema de franquicia? Porque ante un aumento del desempleo tan importante como el que se está registrando en España, con muchas personas que han perdido sus trabajos, la franquicia se articula como un modelo de comercio por el que se interesan muchos emprendedores para volver al mercado laboral, sin duda debido a todas las ventajas y valores añadidos que ofrece y porque minimiza el riesgo a la hora de montar un negocio y convertirse en empresarios. Y no dudamos de que, nuevamente, la franquicia volverá a ser uno de los primeros sistemas comerciales que deje atrás esta crisis y se recupere, poco a poco, pero de manera firme y segura.

 

Sin embargo, para recuperarse tendremos que cambiar también nosotros: habrá que derrochar grandes dosis de innovación, de esfuerzo, de trabajo, y también saber escuchar las nuevas demandas y necesidades de los consumidores y de entender el nuevo escenario que nos va a dejar el coronavirus…

En la AEF estamos convencidos de que el entorno online va a adquirir un protagonismo sin precedentes; de hecho, son muchas las enseñas que se están preparando para competir en este mundo, con tiendas online, acuerdos con plataformas para servir los pedidos a domicilio, invirtiendo en un mejor posicionamiento en internet, potenciando las redes sociales, manteniendo reuniones por videoconferencia y ahorrando costes de desplazamiento, impulsando los servicios de delivery y take away y, por supuesto, la internacionalización, cuando las fronteras vuelvan a abrirse. Es innegable que todo va a cambiar y que habrá un antes y un después del covid-19, y hay que estar preparados para el nuevo mercado en el que todos los negocios que hayan logrado sobrevivir tendrán que operar.

 

También tenemos la experiencia de que la salida de una crisis siempre supone que se va a agudizar el ingenio y a buen seguro que veremos aparecer en el mercado nuevas ideas y conceptos que surgen como una oportunidad, sectores que no existían, líneas de negocio diferentes…

 

Y en eso la franquicia también es pionera; eso sí, siempre velando desde la AEF por que todo lo que se ponga en marcha sea viable y cumpla los requisitos exigibles para operar como franquicia, puesto que no todo vale ni es franquiciable. Por supuesto, también asistiremos a un cambio en el perfil de los franquiciados y en este caso deberá imperar la seriedad en la selección, como ha imperado a esta hora. Sigamos haciendo bien los deberes para que el sistema de franquicias en España continúe gozando de esa credibilidad que se ha ido ganando con el paso de los años, hasta alcanzar confianza y madurez.

 

Evidentemente, asistiremos a la recuperación de unos sectores con mayor rapidez que otros: por ejemplo, la alimentación ya tiene mucho terreno ganado, ya que no ha parado su actividad y a buen seguro que va a recuperarse de los datos no tan positivos que registró en 2019; todo lo relacionado con la salud, la belleza, el mundo online, los servicios al automóvil, los gimnasios, trasteros, internet… A otros como la moda o la restauración les costará más tiempo. Lo que es indudable es que habrá que derrochar ingenio y dinamismo, escuchar al mercado y a la competencia para seguir compitiendo.

 

Después ya llegará 2021, año en el que esperamos y deseamos que toda esta crisis haya quedado atrás, especialmente la sanitaria, sin que haya repuntes. La crisis económica también será, ya lo está siendo, de unas dimensiones desconocidas hasta ahora, pero lentamente se irá recuperando, estimulándose el consumo y volviendo a la normalidad, porque la economía está marcada por ciclos y aunque este sea el más negativo que se ha vivido a nivel mundial, lo superaremos también.

 

Y en el sistema de franquicias, volveremos a la senda del crecimiento más pronto que tarde y a generar empleo, que es una realidad que caracteriza a la franquicia desde hace años y que le ha permitido hacerse un hueco en la economía nacional. Todos juntos saldremos adelante, y más reforzados que nunca. Seguro.

 

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