Enrique Ortega Burgos

EL DIABLO SE VISTE DE PRADA: 15 AÑOS DESPUÉS

EL DIABLO SE VISTE A LA MODA SE VISTE DE PRADA

EL DIABLO SE VISTE DE PRADA: ANIVERSARIO. 15 AÑOS DESPUÉS DE SU ESTRENO.

 

The Devil wears Prada (“El diablo se viste de Prada”) es considerada como una película de culto sobre el mundo de la moda y un icono de la cultura de principios de los años 2000. No sólo dio que hablar en el momento de su estreno, sino que, a día de hoy, se siguen redactando artículos y reportajes sobre su legado e influencia.

La historia, basada en la novela homónima de Lauren Weisberger, fue llevada a la gran pantalla el 22 de junio de 2006 de la mano del director estadounidense David Frankel.

Esta comedia dramática fue muy apreciada por el público por todas las formas en que se podían identificar con la situación de Andy, gracias a la interpretación de Meryl Streep como la jefa, que es considerada un monstruo, pero que, de alguna manera, se las arregla para mostrar la humanidad de las personas.

Tras cumplirse quince años desde el estreno, tanto el director como el reparto se han reunido de manera virtual para rememorar los mejores momentos, de la mano de la revista Entertainment Weekly. Entre ellos, Anne Hathaway (Andy Sachs), Meryl Streep (Miranda Priestly), Emily Blunt (Emily Charlton), Stanley Tucci (Nigel Kliping), Adrian Grenier (Nate Cooper), la diseñadora de vestuario Patricia Field y el director David Frankel.

En la reunión se trataron temas como el efecto duradero de la película en la cultura pop, se profundizó en cómo surgieron los personajes, las historias de detrás de las cámaras y se abrió un breve debate sobre si Nate (Adrian Grenier) era o no el «verdadero villano».

Los actores compartieron sus experiencias más memorables en el rodaje de la película, además de hablar de la relevancia social del éxito en la actualidad. recordaron los temas intemporales de la película en torno al capitalismo y la relación tóxica que todos podemos tener con nuestros trabajos. También hablaron de cómo la película muestra la doble moral de las mujeres en puestos de poder, que se refleja de forma emblemática en la interpretación de Meryl Streep.

Se considera que la película ha desempeñado un papel pertinente e innovador en el debate actual sobre la misoginia interiorizada en el lugar de trabajo a la que se han visto sometidas las mujeres profesionales.

«Nuestra sociedad ha sido condicionada a ver el mundo a través de los ojos de los hombres», dijo Tucci. «Con mucha frecuencia, y sobre todo en el cine, la literatura y esta (película) empezaron a hacer ese cambio». Incluso en tiempos de COVID-19, resulta agradable ver al reparto de cine y televisión reunirse y celebrar los clásicos de culto que los fans adoran.

 

LA ELECCIÓN DE ANNE HATHAWAY COMO ANDY SACHS.  

Tal como reveló la propia Anne Hathaway recientemente en RuPaul’s Drag Race, no estaba entre las primeras opciones para encarnar el personaje de Andy Sachs. Se barajaron otros nombres, en su momento más conocidos, como Natalie Portman, Scarlett Johansson, Kate Hudson o Rachel McAdams, a la que se dice que se le ofreció el papel incluso en tres ocasiones, pero no estaba interesada.  Sin embargo, fue Meryl Streep la que convenció al estudio de elegir a Anne Hathaway tras ver su actuación como Lureen Newsome Twist, la esposa de Jack Twist de Jake Gyllenhaal, en Brokeback Mountain.

 

Recuerdo a Anne Hathaway sentada en el sofá en mi oficina y explicando por qué quería hacer esta película, por qué tenía que interpretar este papel y dando ideas de guion sobre el tercer acto», dijo la ex presidenta de Fox 2000, Elizabeth Gabler.

 

¿QUIÉN ES REALMENTE EL VERDADERO ANTAGONISTA?.

 

ADRIAN GRENIER.

Uno de los temas que más se trataron en este reencuentro fue desenmascarar al villano de esta historia. En la película, Nate se presenta como un chef que decide cortar su relación porque siente que su pareja le dedica mucho tiempo a su vida profesional y no alimenta lo suficiente su relación.

 

Nate no había crecido, pero Andy sí… Necesitaba más de la vida y lo estaba logrando. No podía apoyarla como ella necesitaba porque era un chico herido y frágil… En nombre de todos los Nates: ¡Vamos! ¡Hazlo mejor!», afirmó Adrian Grenier.

En un primer momento, podemos pensar que indudablemente la villana es Miranda Priestly, sin embargo, tras los numerosos debates que se han generado en redes sociales, los actores parecen haber cambiado de opinión quince años después, coincidiendo todos en que el verdadero villano es Nate. Adrian Grenier, actor que daba vida a Nate, afirma que le costó entenderlo, ya que sólo se veía como un simple personaje que figuraba como el novio de la protagonista, no como un personaje que paraba los pies a su crecimiento y desarrollo personal.

 

LA CONFESIÓN DE MERYL STREEP.

 

 

Como ya sabemos, la historia se centra en el trabajo como asistente de la editora de Vogue, Anna Wintour, a la que se le representa mediante el personaje de Miranda Presley.

Se ha revelado que la producción presentó numerosas dificultades a la hora de obtener información sobre la personalidad de Anna. Muchos diseñadores se negaron a hablar debido a la lealtad que tenían con la editora y por miedo a represalias, de ser echados de Vogue. Por ello, se considera que los personajes son muy complejos.

«No me interesaba hacer una película biográfica sobre Anna (Wintour, directora de Vogue USA en la que se inspira el personaje). Quería asumir sus cargas, además de verme bien todos los días». «Era importante que no solo fuera una jefa complicada, sino que encarnara un valor en torno a que las personas sean prescindibles al servicio de lo que para ella es una meta mayor. Ella venera la moda y la revista», afirmó Aline Brosh McKenna, guionista del film.

Meryl Streep es una de las actrices más legendarias en Hollywood. Sus interpretaciones le han otorgado reconocimiento y unos cuantos galardones, como el que obtuvo por dar vida a Miranda Priestly.

Admite que no recorre el camino de la fama sola, ya que sus cuatro hijos han seguido sus pasos. Muchos fans no saben, sin embargo, que su hija Mamie estuvo a punto de salir en la gran pantalla, ya que tuvo un pequeño papel en una escena, pero desgraciadamente no salió a la luz.

Otro de los momentos más memorables del reencuentro ha sido la confesión realizada por Meryl Streep acerca de su labor encarnando a la fría y brutal Miranda Priestly. Según IndieWire, reconoció que su salud mental se resintió enormemente como resultado de la implicación a la hora de actuar con el personaje durante el rodaje, tanto que Miranda Priestly llegó a asustarla.

“¡Fue horrible!”. Me sentía miserable en mi camerino”, reconocía la actriz. “Podía escucharles (al elenco y al equipo) estremecerse y reír. ¡Estaba tan deprimida! 

 

UNA DE LAS ESCENAS SUPRIMIDAS

 

En agosto de 2017, saltaron las alarmas cuando Spencer Althouse, el community manager de BuzzFeed publicó en Twitter el siguiente mensaje: “Estoy viendo esta escena eliminada de The Devil Wears Prada por primera vez y sinceramente cambia la película entera para mí”. Esta escena hace referencia al momento en que Andy y Emily están en un evento junto a Miranda como apuntadoras de los nombres de los asistentes.

Lo que se daba a entender era que Andy seguía progresando e, incluso, comenzaba a mostrar habilidades superiores a las de Emily. Más tarde, ella salía corriendo para acudir al cumpleaños de su novio (no se sabe si llegó), y es esa escena la que da lugar a que muchos fans se replanteen las motivaciones y matices de Priestly y de Charlton: llega el marido de Miranda con una actitud desagradable, provocando así que Irv Ravitz, el CEO de Elias-Clark se enfade. Por ello, Andy mantiene Ravitz distraído, por lo que Miranda le da las gracias disimuladamente.

El público está divido, por un lado, entre los que no entienden el por qué se retiró esta escena de la película, ya que consideran que contribuye a reforzar el personaje de Miranda; y, por otro lado, los que apoyan la decisión del director y los productores, ya que el carácter ya había se había “ablandado” suficiente con respecto al del libro.

 

UN GLAMUROSO ATUENDO.

 

Otra de las revelaciones que realizaron los actores es que tanto Emily Blunt como Meryl Streep utilizaban botas Ugg para las tomas de cintura para arriba. “En cualquier oportunidad que tuvimos Meryl y yo, sé que estábamos en Uggs en la mayoría de las tomas de cintura para arriba”, reveló Blunt. No obstante, afirmó que Anne Hathaway hacía uso de tacones también para estas escenas porque los necesitaba para mantener la postura.

 

UN FINAL ALTERNATIVO.

Como sabemos, en la gran pantalla, la relación de Andy y Nate se dejó con un final abierto, ya que en la última escena aparecen los dos tomando café e insinúan la posibilidad de volver a estar juntos, pero no se sabe más. La guionista Aline Brosh McKenna reconoció que había escrito un final más convencional, pero que no salió a la luz.

 

La película iba a terminar con una escena un poco más optimista con Nate, como una reconciliación”, reveló Aline Brosh McKenna.

 

 

EL ELENCO SE REÚNE DE NUEVO PARA APOYAR UNA CAUSA BENÉFICA.

 

Tras participar en una subasta benéfica en favor de Lollipop Theater Network, una organización cuya labor se basa en ofrecer películas y entretenimiento a niños hospitalizados en Estados Unidos, una fan ha tenido la oportunidad de reencontrarse con parte del reparto (Meryl Streep, Emily Blunt, Anne Hathaway y Stanley Tucci) durante 10 minutos vía Zoom. La subasta se producirá a modo de conmemoración del vigésimo aniversario de su fundación, junto con Charitybuzz, una empresa dedicada a la recaudación de fondos para organizaciones sin ánimo de lucro mediante subastas en las que suelen intervenir las celebridades.

 

¿PODRÍA HABER UNA SEGUNDA PARTE DE THE DEVIL WEARS PRADA?.

 

La novela escrita por Lauren Weisberger cuenta con dos secuelas literarias: Revenge Wears Prada, traducido al español como: “La venganza se viste de prada” y When Life Gives you Lulelemons. La primera se remonta una década desde que Andy dejó el trabajo “por el que un millón de chicas matarían” y ha conocido al amor de su vida, Max Harrison. En la segunda secuela, se trata la vida de Emily, que, a sus 36 años, está casada y trabaja como asesora de imagen.

Es uno de los grandes interrogantes que ha generado numerosas especulaciones, sin embargo, Frankel reconoció que esta cuestión ya se había discutido previamente y que no entraba en los planes, ya que la historia ya fue contada en su momento. Sin embargo, sembró la duda y dejó una puerta abierta añadiendo “Nunca digas nunca”.

Una de los legados más importantes que deja The Devil Wears Prada es el hecho de que abrió los ojos de mucha gente respecto a los entornos laborales tóxicos.

Parte de la razón por la que muchas de las personas que formaban parte de la vida de Andy antes de su trabajo en Runway la abandonan durante la película es porque deja que su trabajo consuma su vida; al final acaba viviendo esencialmente para estar a las órdenes de Miranda y permite que la industria de la moda se convierta en su centro de atención abrumador, incluso cuando no es necesario. El trabajo de Andy se infiltra en todos los aspectos de su vida y la domina, al igual que una relación tóxica y abusiva.

No es que la película expusiera al público los lugares de trabajo perjudiciales como un concepto nuevo y extraño, sino que creó más bien un despertar para que los miembros del público se dieran cuenta de que se encontraban en una situación laboral similar a la de Andy.

 

LA OPINIÓN DE LA INDUSTRIA DE LA MODA SOBRE THE DEVIL WEARS PRADA.

 

Esta película en particular tiene a la gente dentro de la industria de la moda dividida en cuanto a la exactitud de su línea de trabajo. El medio de comunicación de la moda Nylon habló con varios editores y altos cargos de diferentes revistas de moda en 2017 para preguntarles si la película era un retrato preciso de su industria y, sin embargo, la mayoría de los expertos en moda parecen estar de acuerdo en que la película perpetúa más los estereotipos de lo que la gente piensa que es la industria de la moda en lugar de la verdad de la misma.

 

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