Enrique Ortega Burgos

¿Cuánto cobra un influencer? A vueltas con las cifras

Si hace unos meses hablábamos de cuánto cobra un influencer, ahora podemos de Cómo determinar esa cantidad y por qué pueden llegar a ser cifras tan fluctuantes.

Como ya se comentó en el anterior post, las cifras no sólo varían de una red social a otra, sino también entre países y en el ROI del influencer en cuestión.

En España, la plataforma Marvelcrowd publicó en 2017, datos sobre la percepción de ingresos en los influencers:
  • Un 24,6% declaró no percibir ningún tipo de ingreso por su actividad en Redes Sociales,
  • Un 32,8% percibía alrededor de 200€ mensuales,
  • Un 21% percibía entre 200€ y 500€ mensuales
  • Un 9,8% percibía entre 500€ y 1.000€ mensuales,
  • Otro 9,8% entre 1.000€ y 3.000€ mensuales
  • Sólo el 1,6% percibía más de 3.000€ como renta mensual por su actividad en Redes Sociales.
24%

0€ / mes

33%

200€ / mes

21%

200-500€ / mes

10%

500-1000€ / mes

10%

1000-3000€ / mes

2%

>3000€ / mes

Por su parte, en las mismas fechas, en Estados Unidos, la experta en marketing Chiara di Rago publicaba esta tabla acerca de las remuneraciones en dólares de estos líderes de opinión:

Como podemos comprobar, las cifras cambian dependiendo de red social, de actividad y de número de seguidores, pero no son los únicos parámetros, con el tiempo, las agencias de marketing y las empresas, han ido afinando las técnicas y el análisis de datos con el fin de medir tanto el impacto de la campaña publicitaria como la relación de este impacto con la contratación de influencers.

La Agencia Best, experta en contenido e influencers, establece cinco parámetros básicos para determinar el ROI de un influencer:
  • La Medición del engagement en las Redes Sociales: es decir, comprobar y analizar el número de menciones, los comentarios y los repost/Retuits y el contenido de los mismos que genera ese influencer o esa acción publicitaria.
  • El Tráfico derivado a la web: cuando un influencer lleva a cabo una acción publicitaria, lo común es publicar un enlace a la web del producto o marca promocionado y analizar el incremento del tráfico y el origen del mismo, es decir, si éste viene de la referencia del influencer o de un acceso externo. A este origen también es recomendable analizar el tiempo que el usuario pasa en el sitio web y los “clicks” que realiza: si sólo ve un producto, si navega e investiga en otros productos o secciones de la web, etc. Esto puede determinar el siguiente producto a promocionar o una nueva segmentación del público objetivo.
  • La relación Entre las ventas y la Acción del Influencer: Es decir, desde que el Influencer en cuestión publica una foto o tuit o stroy en Instagram hasta cierto tiempo después (digamos, un mes, por ejemplo) es conveniente analizar si las ventas se han incrementado, en qué medida y el tipo de cliente que ha realizado dichas compras. Si no se registra un incremento significativo o éste es muy pequeño, es evidente que la selección del influencer quizá no ha sido la más adecuada o el público objetivo no está bien definido, lo cual ayuda a afinar la dirección de la publicidad del vendedor.
  • La Estrategia del Promocode: Esto se refiere a que, remuneración económica o en especie aparte, se genera un código de descuento, generalmente del 10% aunque puede ser mayor o menor -depende de la agresividad de la estrategia publicitaria- este código puede utilizarlo cualquier usuario, pero para ello en teoría debe haberlo conocido porque sigue al influencer en cuestión y éste ha realizado la acción publicitaria en la que figura este código promocional. Muchas veces esta estrategia se lleva a cabo por medio de varios influencers, lo que ayuda a determinar el ROI de más de uno comprobar cuál es más efectivo.
  • Aumento de Seguidores: Una estrategia bastante efectiva para las marcas que quieren entrar en un nuevo mercado es el encargo de una acción publicitaria a un influencer que ya está en ese ambiente y esté consolidado. Por ejemplo, una marca de ropa de ski canadiense quiere entrar en el mercado español y para ello contrata a un influencer que practique este deporte, le envía productos y éste da a conocer la marca en España. Esto, aparte de traducirse en ventas, se traduce en un aumento significativo del número de seguidores en el perfil social de la marca en cuestión, ya que la gente suele seguir aquello que le gusta o le interesa. Siguiendo con el ejemplo anterior, si el influencer sale fotografiado o publica vídeos en la nieve con la ropa de la marca canadiense, mostrando la calidad del producto, el seguidor, ya sólo por curiosidad, entrará en el perfil social de la marca y lo más común, es que, una vez vista la recomendación personal de este influencer tras el uso del producto, es que siga a la marca para estar al día de los productos y promociones que publique en redes sociales.

A estos, podemos añadirles otros, como los propuestos por Brandmanic, de quien ya hablamos en el post anterior:
  • El país: ya sea donde se realice la campaña publicitaria o de donde sea el influencer, si la campaña se globaliza
  • La calidad de los seguidores: es bastante común el fraude en el número de seguidores, ya que la adquisición de éstos es posible. Muchas empresas se dedican a generar usuarios bots (usuarios que en realidad son robots programados y no una persona física como tal) y venderlos en paquetes de 1.000, lo que hace que el número de seguidores de un usuario común suba como la espuma a cambio de una cantidad cierta de dinero
  • El sector: no es lo mismo que @almacupcakes que es famosa por su repostería, promocione un robot de cocina que un producto para el cuidado del cabello, ya que lo más probable es que el motivo de seguir a alguien como ella es el interés por la cocina y todo lo que la rodea, que los productos cosméticos. Aunque esto no significa que no pueda promocionarlos, sino que, en principio, su público objetivo no está claramente interesado en este tipo de campañas.

Todos estos parámetros parecen claros y evidentes a la hora de determinar el alcance y magnitud tanto de una campaña publicitaria como la incidencia del influencer y su notoriedad en la red. Pero no es oro todo lo que reluce. Han sido muchas las empresas que han manifestado la falta de profesionalización del sector influencer (no confundir con profesionalidad de cada individuo), así como la arbitrariedad a la hora de exigir retribuciones económicas desorbitadas o exigencias que nada tenían que ver en la campaña publicitaria y es que, por pedir, uno puede pedir la luna.

¿Qué significa todo esto?

Aunque hoy en día parece que el método de medición de impacto de un influencer queda más o menos establecido (grado de engagement, aumento del tráfico de la web, ventas asociadas a un código de promoción..), lo cierto es que no hay términos suficientemente claros y transparentes acerca de las cifras exactas que perciben por campaña estos expertos en recomendaciones, ya que, en el pasado, cuando alguna vez se ha filtrado lo que se ha cobrado por una campaña publicitaria o por una recomendación de un producto, los seguidores han puesto el grito en el cielo, ya que muchos consideran que esta remuneración desacredita en automático al influencer. Por tanto, aunque los precios y horquillas publicados por las distintas empresas y medios de comunicación son orientativos, cada líder de opinión tiene sus propias tarifas y condiciones, como cualquier otro promotor publicitario.

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