Enrique Ortega Burgos

APROPIACIÓN CULTURAL EN MÉXICO.

ISABEL MARANT Y LA COMUNIDAD PURÉPECHA. Y OTROS CASOS DE APROPIACIÓN CULTURAL EN MÉXICO.

ISABEL MARANT DE NUEVO EN EL PUNTO DE MIRA: ACUSADA DE APROPIACIÓN CULTURAL POR LA MINISTRA DE CULTURA MEXICANA

 

El 18 de noviembre de 2020 se compartió la noticia de que Isabel Marant había sido acusada, no por primera vez, de apropiarse de un diseño propio de la comunidad Purépecha mexicana. En efecto, Isabel Marant es reincidente en lo que a la apropiación cultural se refiere. En 2015, la diseñadora francesa fue acusada de comercializar un traje tradicional del pueblo Mixe, conocido como huipil. Ahora, la prenda que generado la controversia es un poncho que está a la venta en su página web.

 

Pero antes de entrar a valorar el caso, contextualicemos brevemente la marca.

 

ISABEL MARANT: TRAS LA DISEÑADORA FRANCESA

 

Fuente: L’Oréal Paris

Isabel Marant es una diseñadora francesa que da nombre a su marca homónima mundialmente conocida. Isabel nació en 1967 en París. De origen medio alemán por su madre, que fue modelo y directora de la agencia Élite, la diseñadora estuvo inmersa en el mundo de la moda desde que su nacimiento.

 

Sus primeros pasos dentro de la industria los da en 1985 junto con su amigo Christophe Lemaire, creando una serie de prendas que posteriormente vende en una tienda del barrio de Les Halles. A su vez, estudia diseño en la Escuela de Moda Berçot. Años más tarde, crea una línea de joyas que pone a la venta en 1989. Había recorrido el mundo con una mochila y quería reinterpretar los objetos artesanales con los que se había encontrado durante sus viajes por Asia y África, las ganancias obtenidas con este proyecto las reinvirtió en crear prendas de ropa. Así, un año más tarde, esta vez junto a su madre, lanza Twen, una marca con prendas de punto.

 

No es hasta 1994 cuando Isabel se “independiza” y decide seguir el camino en solitario. Así nace la marca Isabel Marant, con un primer desfile y con un estudio en Passage Saint-Sébastien en el parisino barrio de Le Marais. La marca proponía una moda sencilla, cálida y realista.

 

La marca va adquiriendo fama y se internacionaliza con la venta de sus prendas en Japón. Además, en 1998 presenta su primera colección en colaboración con La Redoute e inaugura la primera tienda de la firma, concretamente en París.

 

Tras ello, el crecimiento es exponencial. En 1999 crea la línea “Étoile”, con precios más ajustados con el objetivo de ser más accesible. Ya en los 2000, abre su segunda tienda en París y desde ese momento abre establecimientos propios en diferentes partes del mundo. En la actualidad dispone de tiendas en Amsterdam, Barcelona, Bordeaux, Bruselas, Copenhague, Florencia, Hamburgo, Lyon, Madrid, Marsella, Milán, Mónaco, Moscú, Munich, Oslo, Roma, Toulouse, Dallas, Los Ángeles, Miami, New York, San Francisco, Dubai, Hong Kong, Pekín, Shanghai, Tokio, etc., además de las 6 de París.

 

Isabel Marant se ha convertido en una de las referentes de la moda actual, siendo muchas las empresas que cada temporada intentan imitar sus productos por medio del fast-fashion, una de sus grandes luchas. La otra, la apropiación cultural.

 

ISABEL MARANT ACUSADA DE APROPIACIÓN CULTURAL POR LA MINISTRA DE CULTURA MEXICANA

 

A principios de noviembre, Isabel Marant fue acusada de apropiación cultural respecto de una capa de su colección Étoile FW20 que imita tejidos geométricos purépechas. La prenda en cuestión, a la que ha denominado “Gabo wool-blend poncho”, se vende en su página web por 530€.

 

Fuente: The Fashion Law

 

La ministra de cultura mexicana, Alejandra Frausto Guerrero, en vista de esta situación, le requirió a la diseñadora francesa para que diera explicaciones por el uso comercial de unos diseños que corresponde a la comunidad purépecha. El mensaje de la ministra a la casa francesa provocó numerosas reacciones en la red social Twitter.

 

Tras las acusaciones recibidas, Isabel Marant se ha disculpado por la apropiación del patrón tradicional indígena, mediante el traslado de una carta fechada el 6 de noviembre dirigida a la propia ministra.

 

En la citada carta Marant declara que la Maison “siempre ha deseado ser una marca firmemente abierta al mundo y orientada hacia culturas y tradiciones extranjeras”. Marant declara que le “entristece enormemente” la situación y alega de que no se trata de apropiación cultural, y en un intento de justificación de las acciones, señala que las imágenes textiles de las comunidades purépechas eran parte de la inspiración de la colección Otoño-Invierno 2020.

 

Sin reconocer la apropiación de lo diseños tradicionales indígenas, ofrece sus “más sinceras disculpas” y tiene la mano a que en un futuro los intereses de todas las partes coexistan y se rinda “homenaje expresamente a nuestras fuentes de inspiración, manifestando nuestra gratitud a los dueños de las expresiones culturales tradicionales”.

 

Por su parte, Alejandra Frausto compartió en su cuenta de Twitter la carta en respuesta a las declaraciones efectuadas por Marant. Así, declara la importancia de velar por el patrimonio cultural tanto tangible como intangible de los pueblos de México y señala que “para el Gobierno de México los pueblos originarios y su arte están al centro de nuestras políticas culturales”.

 

Asimismo, la ministra de cultura le recrimina a la modista que no había solicitado ni recibido autorización de la comunidad purépecha antes de ofrecer su capa impresa de Gabin. Destacar que desde que se efectuó la primera acusación de apropiación cultural, fue retirada del sitio web de la marca, si bien puede encontrarse en páginas web de terceros distribuidores como Farfetch, Mytheresa y Tiziana Fausti. “Cuando se hace un homenaje a una determinada cultura, esa cultura debe incluirse, porque si bien puede ser una cultura ancestral, está viva”, afirma Alejandra, y las comunidades en cuestión “deben poder decidir si” quieren o no participar en tal asociación.

 

Es por ello que, si bien valora las disculpas, Frausto Guerrero responde que “deben ser las comunidades las que decidan si las aceptan”.

 

En este sentido, conviene hacer una breve mención a Purépecha, el pueblo que ha visto su acervo cultural inmaterial apropiado, para conocer un poco mejor su cultura.

 

Fuente: Gobierno de México

La comunidad purépecha es un pueblo indígena de México que habita principalmente en el estado de Michoacán. Es un pueblo arraigado a sus costumbres, que aún mantiene su lengua originaria, así como muchos ritos y tradiciones que han perdurado a lo largo de los años.

 

Tal es la riqueza que muestran en sus manifestaciones culturales que la UNESCO les ha otorgado dos reconocimientos como Patrimonio Intangible de la Humanidad: la pirekua –la melodiosa y alegre forma musical autóctona– y la Noche de Muertos.

 

Finalmente, cabe destacar que el asunto de apropiación cultural se ha mantenido exclusivamente entre la marca Marant y el Ministerio de cultura del gobierno mexicano, bajo la representación de Alejandra Frausto.

 

LA RECURRENCIA DE LA APROPIACIÓN CULTURAL EN MÉXICO

 

Isabel Marant y el huipil del pueblo Mixe

 

Fuente: Organización Radiofónica de Oaxaca

Como ya se ha adelantado, no es la primera vez que Isabel Marant es acusada de apropiación cultural. En 2015 fue acusada de comercializar un traje tradicional del pueblo Mixe, en el estado de Oxaca, México, dado que el vestido de su colección incorporaba elementos de bordado muy similares a los que se aplican en la blusa tradicional de Mixe, conocida como huipil y que es un símbolo de identidad para dicha comunidad.

 

La respuesta de la comunidad mixe fue la solicitud del reconocimiento de la imitación del vestido de sus patrones tradicionales, parte de su patrimonio cultural, y la retirada de las prendas en cuestión y así reparar los daños causados. Además, se emitió un comunicado oficial invitando a la diseñadora a conocer a las artesanas que habían estado creando el huipil durante generaciones, para apreciar lo importante que era la blusa para su historia.

Lo relevante del caso de Isabel Marant es el hecho de que el citado vestido fue objeto de controversia en los tribunales franceses, ya que fue demandada por Antik Batik por derechos de autor sobre del diseño del vestido. En su defensa, Isabel Marant presentó pruebas que mostraban expresamente que los diseños provenían de la aldea de Santa María Tlahuitoltepec. En diciembre de 2015, el tribunal de París dictaminó que ni Isabel Marant ni Antik Batik podían tener derechos de autor con diseños similares a huipiles porque los huipiles eran un producto cultural del pueblo mixe.

 

La apropiación cultural de Carolina Herrera

 

El 6 de junio de 2019, Carolina Herrera lanzó la colección Resort 2020, la cual se caracterizaba por su aire folklórico y sus vivos colores y se encuentra inspirada por “unas alegres y coloridas vacaciones latinas” y que pronto recibió acusaciones de apropiación cultural por incorporar los bordados y diseños de pueblos originarios mexicanos.

 

Tal y como ha sucedido en el caso del pueblo Purépecha, Alejandra Frausto dirigió una carta a la firma de moda en la que se exigían explicaciones ya que las prendas se identificaban con diseños característicos de comunidades concretas. Así, una de las prendas, por ejemplo, era un largo vestido blanco que tiene bordados animales de colores brillantes que se entrelazan con flores y ramas. “El bordado proviene de la comunidad de Tenango de Doria (Hidalgo); en estos bordados se encuentra la historia misma de la comunidad y cada elemento tiene un significado personal, familiar y comunitario”. Otros dos casos que se incluyen en el documento se refieren al uso de bordados florales sobre una tela oscura como los que se hacen en la región del istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Y la incorporación, en otros dos vestidos, del famoso sarape de Saltillo de Coahuila.

 

El caso de apropiación cultural de Carolina Herrera está analizado por mi en el Blog, por lo que si se quiere saber más, os invito a que pinchéis aquí.

 

Fuente: Carolina Herrera

 

Louis Vuitton y la apropiación indebida en el diseño de una silla

 

Fuente: El Universal

El 5 de julio de 2019, el Ministerio de Cultura mexicano envió a Louis Vuitton una carta en la que le acusaba de apropiación cultural de diseños tradicionales mexicanos en la tapicería de una silla de más de 18.000 dólares.

 

La silla, que era parte de la campaña “travel inspired” de Louis Vuitton. Colección Dolls by Raw Edges, presentaba un patrón que se asemejaba a los diseños que forman parte  y se identifican con los bordados que se elaboran y son propiedad intelectual de la comunidad de Tenango de Doria.

La empresa matriz de Louis Vuitton, LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton, declaró que estaban “en una relación con artesanos de Tenango de Doria en el estado de Hidalgo, México, con la perspectiva de colaborar juntos para producir esta colección”.

 

 

 

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