El potencial de la cultura ecuatoriana
En Ecuador la falta de identificación nacional y valoración sobre el potencial de la cultura ecuatoriana en la industria de la moda es fácilmente perceptible, lo cual tiene un impacto en el nivel de reconocimiento internacional, el cual es escaso, por no decir inexistente. De esta evidente falta de nacionalismo, surge el desconocimiento de la identidad ecuatoriana menospreciando su arte y tradiciones. El concepto de identidad está íntimamente vinculado al de la subjetividad. Las subjetividades emergen para darnos sentido en el mundo y hacer inteligible nuestra especificidad (Munt, 2002).
Se han difundido diversas campañas publicitarias que fueron concebidas con el objetivo de estimular el consumo de productos naciones y cambiar la actitud y percepción negativa de los ecuatorianos hacia ellos. Algunos mensajes publicitarios recomendaban: “Elige siempre lo nuestro” y “Dile sí al producto nacional”. Ambas fomentaban el consumo de productos hechos en el Ecuador, no solo como una estrategia de mercado, sino también como una forma de concienciación nacional con miras a estimular la economía, generar empleo, reducir el nivel de migración, y dar una tónica positiva que propicie la revalorización de los ecuatorianos (Wong, 2000, p35).
Sin embargo, a pesar de dichas campañas, pocos fueron los resultados sobre la concientización en la mente de los ecuatorianos, es por ello y por estas múltiples razones que la moda en el Ecuador no ha trascendido, dando paso a que la industria de la moda internacional, incluso de países vecinos, aprovechen del poco interés de los ecuatorianos en explotar su propia industria y cultura.
Loewe & cotopaxi
En el año 2017 la famosa marca de moda española de lujo Loewe, reconocida por estar presente en los fashion weeks, utilizó bordados ecuatorianos para su colección primavera verano del 2018, aprovechándose de los diseños y figuras otavaleñas en la que se encontraba la famosa figura de las “chismosas” haciendo relación al momento en el que las mujeres ecuatorianas se reúnen para murmurar. Claro está, que la marca Loewe utilizó los diseños propios de la cultura otavaleña, dando paso a la apropiación cultural.
No obstante, este no es el único caso ya que nada se ha hecho sobre la marca estadounidense “cotopaxi”, que ha tomado su nombre inspirado en el Volcán Cotopaxi, ubicado cerca de Latacunga en la provincia Cotopaxi de Ecuador, el cual significa “cuello de la luna, siendo un topónimo del país.
¿Pero por qué hablamos de apropiación cultural?
Tomando del diccionario de la Real Academia Española (RAE), la palabra apropiación hace referencia a la “acción y efecto de apropiar o apropiarse”.
Por otro lado, la apropiación cultural está definida como: “El acto de tomar o utilizar cosas de una cultura que no es la nuestra, no mostrando respeto hacia esta cultura.” (Hidalgo, 2017).
Es, por ende, que no podemos llamarlo intercambio cultural, puesto que hay de por medio un beneficio para quien lo utiliza y un perjuicio para la cultura o comunidad ya que no hay un reconocimiento por ello.
Es muy diferente el hecho de utilizar algo que le pertenece a otra cultura, pero teniendo en cuenta su background, que quiere decir básicamente conocer su origen, su significando y respeto. El problema de la apropiación cultural es que cuando se toman las prácticas de otras culturas como el caso de las figuras otavaleñas o tomar el nombre del volcán Cotopaxi, se descontextualiza por completo su verdadero sentido, origen y significado, llevándolos a un ámbito lucrativo para sacar provecho de ello.
No es ético lucrar con una cultura sin darle nada a cambio, es imprescindible que haya un reconocimiento, un aporte a cambio de la ayuda o de la inspiración tomada por esa cultura y sus artesanos
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En los casos mencionados, se puede apreciar que existe una desigualdad entre los pequeños artesanos o la comunidad que habita en la Provincia de Cotopaxi en cuanto a estas dos marcas internacionales “Loewe y cotopaxi”, debido a que han ignorado el simbolismo de lo que se apropiaron generando un gran negocio para estas marcas.
En el caso de la marca Loewe, su moodboards o panel de inspiración, no fue más que apropiarse de una cultura indefensa, la comunidad otavaleña no se manifestó al respecto puesto que desconoce el impacto negativo que generó sobre su identidad. La actuación de Loewe podría calificarse de “mala fe”, considerando que no hubo un reconocimiento ni un aporte hacia la comunidad otavaleña.
En el segundo caso de la marca “cotopaxi”, el problema principal es que genera confusión entre el nombre mismo y el lugar como tal, que sería el Volcán Cotopaxi en la que menciona estar inspirada, puesto que los consumidores confundirían que dicha marca es ecuatoriana, la cual no lo es, pues es una marca estadounidense y no hay una relación cercana con el Ecuador más solo su nombre, visto que en su logotipo no hay una imagen del volcán, sin embargo, hay que destacar que “cotopaxi” tiene una fundación que ayuda a la comunidad local de la Provincia de Cotopaxi.
¿La normativa protege obras de las comunidades ecuatorianas?
La normativa que regula la propiedad intelectual e industrial en el Ecuador no respalda a las comunidades y pueblos que elaboran estos tejidos por el hecho de que su obra no está registrada ni protegida. Autoridades del Instituto de Propiedad Intelectual del Ecuador declararon que nada podían hacer al respecto ya que no se han implementado leyes para proteger este tipo de elementos culturales.
La diseñadora cuencana, Joshe Ordóñez en el 2017, empezó la campaña para hacer justicia por las comunidades afectadas y a pesar de la petición en change.org sobre reclamar justicia social a las comunidades, pedir una remuneración por el uso de propiedad cultural y disculpas públicas a los artesanos en Ecuador, al respecto no ha habido una respuesta o aclaración por parte de Loewe.
En razón de la marca “cotopaxi”, no existe interés por parte de autoridades y en general de los ecuatorianos en que se exija el cambio sobre el nombre “cotopaxi”, el cual es algo que le pertenece exclusivamente a Ecuador.
No levantar la voz como ecuatorianos ante estos abusos a nuestros artesanos, a nuestra cultura, nos convierte en cómplices. Es hora de cambiar la mentalidad para dar el valor que se merece el producto nacional.
Referencias
MUNT, Sally R. (2002). “Framing intelligibility, identity, and selfhood: A reconsideration of spatiotemporal models”. Reconstruction, (Bowling Green State University)
Wong, K. (2013). La música nacional. Identidad, mestizaje y migración en el Ecuador. ICONOS Revista de Ciencias Sociales, (48), 1-8. doi 1390-1249
Hidalgo, S. (30 de octubre de 2017). Forbes. Obtenido de https://forbes.es/lifestyle/34242/exactamente-la-apropiacion-cultural/
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