El abogado de Propiedad Industrial en el mundo de la moda.

CONOCE EL ABOGADO DE PROPIEDAD INTELECTUAL QUE TRABAJA EN EL SECTOR DE LA MODA.

 

Los grandes analistas de la actualidad como el historiador Yuval Noah Harari se refieren al cambio como la única constante a la que se enfrentará la humanidad del mañana. Un futuro que se atisba presente, donde la inteligencia artificial, la biotecnología y la información juegan un papel decisivo.

 

Con este horizonte en mente parece seguro que el panorama del mercado laboral advierte cierto grado de incertidumbre. Sin embargo, esta falta de certeza que afecta a todos los sectores, entre ellos al de la moda, puede ser objeto de una nueva reinterpretación, transformándose en una oportunidad retadora. Especialmente para los jóvenes profesionales del derecho o aquellos con experiencia que, en estos momentos, se plantean si la especialización dentro de la rama de Propiedad Industrial e Intelectual y el llamado derecho de la Moda (Fashion law) sigue siendo una alternativa atrayente y con futuro.

La moda existe desde el origen del ser humano y el término español apareció recogido por primera vez en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia de 1734, definido como: “Uso, modo o costumbre (…) con especialidad en los trages y modos de vestir”. Los académicos de aquel entonces evidenciaron su antigüedad citando como ejemplo la obra del historiador romano Quinto Curcio Rufo. Este autor utilizó la expresión “vestido a la moda Phrygia” en un capítulo de su biografía sobre Alejandro Magno para referirse al emisario secreto enviado por el conquistador macedonio, cuyo atuendo evitó que la confidencialidad de su reunión con el general Parmenión se viera comprometida, pasando desapercibido.

Paralelamente, el derecho siempre ha mostrado interés por la moda, son mucho los ejemplos históricos que ponen de manifiesto su vinculación con las marcas y su función como signo distintivo. En la Edad Media, conocidos juristas de la reputada universidad de Bolonia como Bártolo de Sassoferrato y su discípulo Baldo reconocían su importancia. En el comercio, las organizaciones gremiales requerían a sus artesanos que dispusieran de una marca, identificando sus productos para evitar fraudes. Esto les permitía diferenciarse de sus competidores y garantizaba la calidad de su fabricación. La industria textil de Toledo y de otras zonas de la península era bien conocida en el siglo XV, demostrando que la herencia y actual fortaleza de la industria textil española viene de lejos. Una tradición cuidadosamente regulada y que daba lugar a numerosos conflictos legales y pleitos.

El siglo XIX trajo consigo la industrialización de la moda, al tiempo que esta se desarrolla surgen las primeras legislaciones que procuran una protección internacional como el Convenio de Paris para la Protección de la Propiedad Industrial (1883) o el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas (1886) inspirado por el conocido escritor francés Victor Hugo. En la actualidad, la disrupción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la tecnología blockchain en la cadena de suministro, las redes sociales, las plataformas digitales y los cambios de hábitos de compra hacen que los derechos de Propiedad Industrial e Intelectual encarnen un papel protagonista en la industria de la moda.

Este recorrido pretende, por un lado, demostrar la camaleónica facultad de adaptación de la moda, su capacidad de reinterpretarse a sí misma y al negocio, colocándola en un aventajado punto de partida con respecto a esa constante del cambio al que hacíamos referencia. Por otro, la estrecha vinculación con el mundo jurídico desde sus inicios, que se remonta a los momentos de la formación del ius commune, germen de nuestro derecho actual.

Si echamos la vista atrás no parece que el tándem moda y derecho vaya a sufrir bajas en un futuro, sino todo lo contrario, ambas parecen salir fortalecidas de sus interacciones y han sabido adaptarse con solvencia a los cambios históricos, por lo que nada hace presagiar lo contrario. La moda volverá a inspirarse en el pasado para tomar impulso, aprovechará las ventajas de las tecnologías disponibles, y ofrecerá al consumidor lo mejor de sí misma una vez más.

Para ello, las empresas de moda requerirán cada vez más los servicios de abogados especializados en Propiedad Intelectual e Industrial que protejan y defiendan sus creaciones en el mercado global. Nuevos expertos dispuestos a dar una respuesta ágil a los novedosos desafíos jurídicos relacionados con las marcas y diseños; las patentes, la tecnología y el mercado. Una profesión con vocación internacional que requiere de grandes dosis de empatía y creatividad, además de reconocidas habilidades jurídicas. Un derecho en continuo movimiento solo apto para mentes inquietas que apuesten por la innovación y la belleza. Sin duda, se abre una verdadera oportunidad profesional que precisa de un conocimiento jurídico especializado, estratégico y transversal.

 

El Máster en Propiedad Industrial, Intelectual, Competencia y Nuevas Tecnologías PONS Escuela de Negocios en colaboración con ISDE Law Business School ofrece un innovador programa académico que permitirá al alumno alcanzar el objetivo marcado con una completa formación específica y de calidad que pondrá el talento jurídico al servicio de la creatividad.

 

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Bibliografía

 

Baylos, Hermenegildo (2009) Tratado de Derecho Industrial. Civitas. Madrid

Curcio Rufo, Quinto (1794) De la vida y acciones de Alexandro el Grande,

http://www.cervantesvirtual.com/obra/de-la-vida-y-acciones-de-alexandro-el-grande-0/

Harari, Yuval Noah (2018) 21 lecciones para el siglo XXI. Debate. Barcelona.

Izquierdo Benito, Ricardo (1989) La organización gremial textil de Toledo en el siglo XV. En la España medieval https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=122238

Real Academia Española (1734) Diccionario de Autoridades (Tomo IV). http://web.frl.es/DA.html